29 febrero 2012

La objetividad, mi dulce de leche "independiente", no existe

Hola amigos. Tengo una pésima noticias que darles: las noticias no existen. Lo que existen son, en el mejor de los casos y dando por supuesto 156 tomos de filosofía y sin enroscarnos demasiado, los acontecimientos, algunos de los cuales son "noticiables" y otros no.
Cúando un acontecimiento es "noticiable"? Bueno, depende de varias cosas: que sea novedoso;(si Gorosito chocó ayer es noticiable, si chocó Simeone en 1994 ya no), que tenga incidencia social (es decir que afecte a alguien más que al camarógrafo o el redactor); que tenga determinada magnitud (un caso de gripe no es noticiable, 100 mil sí); que tenga determinada proximidad con el público (un pozo en la Avenida Libertador en Tanzania no es noticia para un medio de Buenos Aires, tampoco debiera serlo para un medio "nacional", pero lo es); la "importancia social" del involucrado (sí se le infectó la muela e internaron a un ministro puede ser noticiable, si se me infectó a mí, no); y así. Ah, y uno muy importante pero que muchas veces se olvida (a tal punto que yo me olvidaba): "que haya alguien ahí" para dar cuenta del acontecimiento (si una cámara capta el momento en que explota una garrafa será "noticia" seguro en el informativo. Si no está no existió).

Por eso una noticia es una construcción, en la cual intervienen múltiples factores además de los anteriormente mencionados, pero sobre todo uno que es infaltable y otro que es imposible de evitar: los valores y visiones del mundo (idelogía, puaj) que tienen los periodistas encargados de transformar un acontecimiento en noticia (se le llama "cultura profesional" a esto) y el modo de producción, los procesos productivos y organizacionales del medio en el cual esos periodistas trabajan (a esto se le dice "cultura organizacional" o algo así). En este último punto es donde influyen las "líneas editoriales", los "condicionamientos", la necesidad de adaptarse al entorno para permanecer en la organización, etc. No se trata de buenos o malos, de perversos y ángeles. Esto sucede en cualquier organización. Solo que también sucede en la industria periodística.

Veamos un caso paradigmático de la "dificultad" para ser "objetivos" a la hora de construir una noticia del día de hoy. Y lo interesante del caso es que se trata de una "noticia" que se construyó con "datos duros", con "índices", lo cual haría presuponer que es más difícil de "subjetivar". Las bolas.

Clarín:
 "Villas. Menos chicos viven en villas, pero más tienen pocas oportunidades". Entre 2003 y 2010 creció la cantidad de adolescentes que no estudian ni trabajan.

Página 12:  UNICEF DESTACO LA REDUCCION EN ARGENTINA DE NIÑOS Y NIÑAS QUE VIVEN EN ASENTAMIENTOS
Chicos que tienen su lugar en el mundo. 

Si leés con atención las dos noticias, se podrá deducir que no necesariamente una está "mintiendo". Sencillamente se construyeron de manera diferente, dando distinto tipo de valoración a los mismos datos. El modo de titular, los datos que se recalcan sobre otros e incluso, las "citas" que se elige mencionar e incluso las adjetivaciones son las que terminan, como venimos diciendo, "construyendo" la noticia. 
Insisto: aquí no estoy denunciando "operaciones políticas" (que las hay, claro), ni "deshonestidad intelectual" de los trabajadores de prensa (que también las hoy, obvio). Pero sí remarcando las dificultades propias de un oficio y de un modo de ejercer una profesión. En todo caso, lo que siempre voy a protestar es por los "periodistas" que intentan hacerse los giles y los meadores de agua bendita con estas cosas. 
El que tenga ganas de pensar por sí mismo lea el informe completo de Unicef, aquí
Por último: no creas todo lo que te dicen. No creas ni siquiera en esto que te estoy diciendo. Pero creele menos a Majul, que es muy chanta. Mucho más que yo. Nos vemos la semana que viene en este mismo canal. 

28 febrero 2012

Tarde, pero ladro

Aclaración: 
Este post lo comencé a escribir hoy temprano. Luego me fui a laburar. Ahora lo termino. En el medio el gobierno dispuso intervenir TBA, pero en nada cambia lo de aquí abajo.


Ahora hay que andar aclarando que el kirchnerismo, entendido este en el sentido amplio del colectivo político que le da sustento social, tiene aristas, tensiones, matices, diferentes ópticas. No, señores, el discurso único que ustedes leen es la vagancia de creerse vuestros propios, ejem, relatos.

En los barrios, en las universidades, en el territorio y, también, claro, también, en internet, hace rato que las cosas se discuten. Se opina. Se critica. Yo lo hago, y ejerzo así mi modo -a veces acertado, la mayoría erróneo- de opinar sobre la cosa pública. De opinar sobre política. Siempre está pendiente resolver si eso es o no un modo de militancia, tema que los lectores antiguos son testigos que he abordado no siempre de manera coherente. A veces pienso que sí, la mayoría que no.

Ayer la Presidenta tuvo una parada brava. Y la pasó, no sin sobresaltos, más que airosamente. Porque en medio de un discurso complejo de abordar, Cristina Kirchner tuvo dos frases que resultan pertinentes de resaltar:

"No esperen de mí jamás, ante el dolor de la muerte, ante la tragedia, la especulación de la foto o del discurso fácil, porque sé lo que es la muerte y sé lo que es el dolor y no tolero a los que quieren aprovecharse de tanta tragedia y de tanto dolor. No esperen de mí actos demagógicos ni facilistas. Nunca lo hice ni lo voy a hacer y menos aún ante la muerte. Con la muerte no, les pido por favor, con la muerte no, con cualquier otra cosa…"


"...en este caso, lo que sí tendrá que haber es justicia de una buena vez y para siempre. Es también parte de esta Argentina y de estas cosas que nos faltan hacer, que hemos hecho muchas. Porque yo quiero recordarles a los que viajaban en los trenes en el 2003, a los que viajaban, porque la mayoría no viajaba porque no tenía adónde ir. Uno viaja cuando tiene que ir a trabajar; uno viaja cuando tiene que ir a estudiar; uno viaja cuando tiene que ir a comprar algo o a hacer un trámite. Cuando no hay trabajo, cuando no hay producción, cuando no hay estudio, no hay camión, no hay auto, no hay tren ni hay micro que te lleve a ninguna parte porque no hay lugar adónde ir.
Por eso les digo que todavía nos faltan cosas, pero no solamente allí".
Es fácil opinar. Claro que es fácil. Uno, para opinar, sólo necesita algo de reflexión mechado con un modo lo más elegante y persuasivo de decirlo. Pero gobernar es inmensamente más complejo. Más dificultoso. Implica contraponer intereses, pugnas, establecer prioridades, tomar decisiones que -esto es clave- afectan la vida de los demás. Lo sabe, esta dificultad inherente a los gobiernos, cualquiera que haya estado en una cooperadora escolar. Así que imaginen estar al frente de un Gobierno, de un estado que arrastra décadas de lenta destrucción y pérdida de capacidades de gestión. 
Remarcar este aspecto de la administración releva de responsabilidades al oficialismo con respecto a -más allá del accidente del Sarmiento- el estado del transporte público? No. No lo releva. Pero intenta poner en su justo término, sin efectismos ni bartoleadas, la distancia que debe haber entre la reacción y la reflexión. 
Por cierto, y para aquellos que me reclamaron el por qué de mi crítica a la política de transporte público sólo luego del choque. Diciembre de 2011, programa de Mario Wainfeld en Radio Nacional, Minuto 35: la agenda pendiente del gobierno. 


24 febrero 2012

Silencio

Así como del fondo de la música 
brota una nota 
que mientras vibra crece y se adelgaza 
hasta que en otra música enmudece, 
brota del fondo del silencio 
otro silencio, aguda torre, espada, 
y sube y crece y nos suspende 
y mientras sube caen 
recuerdos, esperanzas, 
las pequeñas mentiras y las grandes, 
y queremos gritar y en la garganta 
se desvanece el grito: 
desembocamos al silencio 
en donde los silencios enmudecen.



Octavio Paz


Algunos no tienen derecho en mantenerse callados. 
Y otros dolemos en silencio.

Doctrina


De todo laberinto se sale por Arriba*

Un cielo púrpura y rosa cubre
la sábana de Dios
mientras el sol naranja rabioso
se suicida en el oeste.
Llueven pedacitos de muerte por todos lados.
Desde lo alto de mi piedra un gato negro
clava su mirada rubia sobre el pozo
en donde algunas vez vivieron
mis grises y dilatados ojos.
Con filosofía y altivez
parece inspeccionar
cada recoveco de mi alma
atrapada allí Abajo,
donde nada vive sin morir primero.
El hueco en mi boca espera aquel grito sordo
que espante a la bestia
como el rayo aguarda al trueno
con paciencia de hormiga.
Será en vano; esa voz hace tiempo que no llega.
Acurruco el coraje
y acaricio la idea de cerrar la vida.
Tan sólo un parpadeo
para despegarme de los huesos
que me aprisionan bajo tierra
y volver al agua, allá Arriba.
Tan sólo un parpadeo
para regresar a la no vida.
Tan sólo un parpadeo
para volver a ser pez.

*De todo laberinto se sale por Arriba (“Adán Buenosayres” de Leopoldo Marechal)

22 febrero 2012

En Artepolítica: "Los tiempos"



Todo el tiempo por delante que se va. Uno sale a la mañana de su casa para trabajar, como todos los días. Y puede no volver nunca. Un camión que te atropella en el semáforo, un balcón sobre tu cabeza, un tren que se lleva puesta una estación. Es un hecho. Y los tiempos para procesar esa circunstancia trágica son nulos: pedirle a las familias de los muertos paciencia es una intolerable falta de respeto.
El tiempo que corre. Un poco de tiempo es lo que falta a quienes ya tienen una sentencia acerca de quiénes son los responsables del choque del tren. Aventurar hipótesis, si uno pretende un mínimo de seriedad y de responsabilidad, es una berretada. Bien puede haber sido un accidente. Bien un error humano. Bien una decisión empresarial que obliga a circular un tren en malas condiciones. Eso deberá determinarse y determinarlo los que saben de esto. Pero no puede quitar, ese necesario transcurrir del tiempo, que alguien, en algún lado, debe asumir las responsabilidades que se derivan de la muerte de 50 compatriotas y centenares de heridos. Es, esto, megacianuro de golpe. Concreto.
El tiempo que se acaba. Uno sale a la mañana para el ministerio. O para la Secretaría. Y puede no volver mañana. Porque a veces hay que irse. O te tienen que ir. Como bien dijo Fede Vázquez en un tuit, la “responsabilidad” de un gobierno no es evitar las tragedias –siempre multicausales- sino que se mueva el tablero cuando las tragedias suceden.  Y el área de transporte, un núcleo central de políticas públicas de impacto directo en las sectores populares, necesita otras calidades, otro presupuesto y otra prioridad a la que tuvo desde 2003.
Vendrá un tiempo. Y vendrá y dirá que la “sintonía fina” tiene que hacerse cargo, todavía, de temas más bien gruesos.



15 febrero 2012

Subsidiazo! Es un escándalo


Lo rojo está resaltado por el bloguero pelotudo


LA POLEMICA POR LOS SERVICIOS

Suben los subsidios para atenuar ajustes de tarifas

En la luz hubo un alza en el costo de la energía. En el gas, un cargo por la importación. Los usuarios reciben hoy más subsidios y pagan cifras similares. Pero sentirán el impacto al perder ese beneficio.
PorANTONIO ROSSI


Aunque resulte extraño, la nueva política de “redireccionamiento” de los subsidios para el sector residencial que lanzó la administración kirchnerista en noviembre contempla, por ahora, dos cambios sustanciales. Por un lado, la quita total de aportes económicos del Estado para unos 280.000 hogares de determinadas zonas de la Capital Federal y Gran Buenos Aires y de los barrios privados y countries de todo el país. Y por otro lado, el mantenimiento e incremento temporal de los subsidios para la mayoría de los clientes residenciales de todo el país.
Si. Es re extraño. Tan extraño como que es lo que vienen diciendo todos los funcionarios del Gobierno involucrados en este tema. 

Para aquellos clientes hogareños de bajos consumos que mantengan los mismos niveles de demanda de hace un año, el doble aumento de las tarifas quedará compensado con los mayores desembolsos de subsidios que aprobaron los funcionarios.
Ajá. O sea. Lo que se dijo: aquellos que necesiten el subsidio mantendrán el beneficio.  
En cambio, para los clientes con medianos y altos niveles de consumo, el aumento de los subsidios representará un paliativo menor . Si bien el subsidio será mayor al del año pasado, dicho monto no alcanzará para compensar totalmente las sumasque surgen de la nueva modalidad de facturación del cargo tarifario de importación de gas.

Ajá. Lo que se dijo. Los que no lo necesiten, ya sea por sus niveles de consumo o por la capacidad de pagarlos, no los mantendrán.

Con esta jugada, los funcionarios intentan aliviar el impacto que tendrán los aumentos en el período invernal de mayor consumo. Si bien en los meses de frío la incidencia será más baja, lo que está haciendo ahora el Gobierno es cobrar el cargo por anticipado y sobre la base de lo que consumió cada usuario el año pasado.
Qué demagogos que son. Ves? Siguen comprando conciencias al hacer que la gente no pague en invierno más guita y lo paguen ahora. O sea, están ajustando, porque te cobran ahora y encima con aumentos. Aunque ese aumento, los demagogos estos, lo estàn subsidiando. Pero como están ajustando, porque minga de sintonía fina, este es un tarifazo escandaloso, aumentaron el costo del gas y de la luz, pero no se nota, porque los demagogos, populistas y montoneros lo subsidian. Porque siguen subsidiando a los pobres, claro. 
Se entendió, no? Para mí está re claro. Pero mejor lean la nota entera, que el muchacho hizo un gran laburo (esto es en serio) para tratar de explicar algo en el marco de la necesidad de criticarlo.  


Postdata: dicho sea de paso, siguen siendo pocos los barrios de Capital y GBA alcanzados por la quita de subsidios. Yo sigo pagando de luz $32 y recibo de subsidio $135.

11 febrero 2012

Nervios de debutante

Terminamos la bandera para mañana ir a la cancha junto a @SoldadosDelCoco.
Disculpen que no nos entró en una sola foto, je.



10 febrero 2012

La mega desinformación minera


Ordenémonos

Uno de los aspectos más críticos y más riesgosos de escribir en un blog es caer en la pretensión de la todología. Pretender que un ser humano, por más inteligente e informado que sea, conozca en profundidad de múltiples temas es, cuanto menos, poco serio. Y para aventureros ya tenemos a varios famosos, yo paso.

Y cómo solucionar ese déficit? Es posible solucionarlo? A mí me gusta pensar que uno puede ayudar mucho más al debate público planteando preguntas que ofreciendo respuestas. Quizás sea éste –el intentar hacernos preguntas y hacérselas a los que saben- una de las claves del periodismo que me gusta.

Y acá llegamos al tema de la minería. La ausencia de un debate serio, mesurado y consistente con respecto a los beneficios y perjuicios de la explotación minera en nuestro país marca, a mi modo de ver, dos cosas: a) la ausencia de la política como “ordenadora de sentido” en la sociedad. Gobernantes que no se muestran dispuestos o capaces de generar los instrumentos necesarios para que la sociedad pueda informarse y mensurar acabadamente cuáles son estos perjuicios y cuáles son los beneficios de esta actividad y luego actuar en consecuencia; b) la lamentable realidad de nuestro periodismo, más dispuesto a tomar partido con anterioridad a este “preguntarse” que a informar.

Con respecto a la situación de la minerìa veo dos temas que se superponen y se “debaten” como si fuera uno solo cuando no lo son: el impacto ambiental (no se dice medio-ambiental changos, es una redundancia, estamos?) de esa actividad económica en las zonas de explotación y el “modelo de negocio” que estos proyectos mineros llevan adelante.

Con respecto al impacto ambiental hay más de una mirada y más de un bolazo. Ayer llegué a leer que La Alumbrera o una de esas minas iba a usar más explosivos que Hiroshima. No es necesario llegar a tales dislates para tratar de demostrar si, efectivamente, la minería a cielo abierto produce –como cualquier actividad humana- un impacto ambiental. Darse un debate serio, con gente que conoce de los temas, con legislación comparada (veamos cuáles son los límites que se imponen a estas empresas trasnacionales en otras explotaciones mineras de los países centrales. Son diferentes?, son aquí menores, hay más permisividad para atraer estas inversiones?). Insisto: sospecho que la minería impacta negativamente en el ambiente. Cuánto estamos dispuestos a tolerar este impacto en virtud del desarrollo económico de esas zonas? Qué modelo de desarrollo económico pretendemos para nuestro país? Cuántos de nosotros podemos tener la conciencia tranquila de ser “ambientalistas” sin ponernos a pensar en modelos de desarrollos alternativos para esas zonas postergadas de nuestra Patria? Yo me tatuo en la frente: la primer especie que mi ecología está dispuesta a defender son los seres humanos de carne y hueso.

Tengo una opinión un tanto más formada con respecto al escandaloso Código Minero que rige en la actualidad. Que las empresas puedan extraer el mineral y tributar un miserable 3%, y encima a través de “declaraciones juradas” sin control estatal es, efectivamente, un expolio. Un choreo. Nos opondríamos de igual modo si los recursos generados por la minería quedaran integramente para la riqueza nacional?, Si pudièramos destinar esos inmensos montos de dinero para desarrollar en infraestructura básica, en viviendas, en escuelas, es decir, en calidad de vida para los millones de compatriotas que aùn no la tienen? Pregunto, me pregunto.
También me pregunto: si cambiamos en este texto “minería” por “monocultivo de soja”, cambia en algo del sentido de mis preguntas?

Adenda: sigo sin escuchar ni leer, en un solo diario, en una sola radio, en un solo canal de TV, quién ordenó y por qué el desalojo de la ruta. Fue un juez o fue el intendente o un “político”? La “infantería” es de la Gendarmería Nacional o de la Policía Provincial? Por qué algunos pedían “represión” cuando los que cortaban rutas eran piqueteros y ahora se rasgan las vestiduras? Por qué hay quienes siempre se cagaron de risa de las radios comunitarias y ahora las endiosan? Porque hay tanta doble moral según convenga a los prejuicios de cada uno y de cada quién?
Ni pienso aclarar mi posición con respecto a “la represión”. He puesto el cuerpo en lugares que algunos sólo conocen de ver un puntito en el mapa. 

07 febrero 2012

Marcos Aguinis, la autocrítica y el boomerang

Dice Marcos Aguinis en su afiebrada columna de hoy:

"El país está sufriendo una peligrosa regresión. Ya se usan palabras que hubieran parecido delirantes al resucitar la democracia, como monarquía, poder absolutista, culto de la personalidad, presidencia "eterna".


Bueno, veamos esas palabras y quiénes las usan:


1) MONARQUIA: 
"Se comportan igual que en los tiempos de la monarquía absolutista que reinó durante el largo período colonial. No se sienten obligados a rendir cuenta a quienes los votan, sino al mandamás que los inscribe en la lista, que los "designa". El "pone" al vicepresidente, como se ha jactado (¿y no a la misma presidenta?). Marcos Aguinis, 19/12/2008. (ah, y todas estas veces también)


2) ABSOLUTISMO
"Celebro el lanzamiento del nuevo libro de Nik, Yo Pingüina , cuyo título convierte esta actualidad hirviente en un hito de la historia...Los humoristas se ponen a la vanguardia de la resistencia contra los tiranos, de cuyas maniobras -al principio, disimuladas- alcanzan a detectar el peligro como si tuvieran un radar. Por eso fueron y son aborrecidos por los autócratas. No hubo humoristas en las monarquías maniatadas por el absolutismo, ni en ninguna dictadura, sea de izquierda o de derecha". Marcos Aguinis, 24/9/2007. (ah, y todas estas veces también)


3) CULTO A LA PERSONALIDAD
"¿Recordamos "la Tercera Posición"? ¿Recordamos "ni yanquis ni marxistas: peronistas"? Además, casi siempre desemboca en el culto a la personalidad. En lugar de más democracia hay más genuflexión ante el "adorable" líder". Marcos Aguinis, 12/11/11 (ah, y todas estas veces también)


Entonces ya entendí. 
Uno agarra y empieza conque, ponele, Aguinis es un botarate, fatuo y decadente nostálgico de tiempos en donde una pequeña élite gobernaba el país. Y luego de unos años se manifiesta preocupado por el nivel al que hemos llegado, en donde se dice que Aguinis es un botarate, fatuo y nostálgico decadente. 
Yo no sé dónde vamos a ir a parar si seguimos así. 








Periodismo zombie

Vieron que hace un par de años está de moda el temita este de los zombies, no?


Bueno. A qué no adivinan quién fue el literato que inauguró esta tendencia en nuestro país?
Algunos fragmentos de la más pura  literatura racista:

- "...es el país más visceralmente pobre del hemisferio occidental, pero apenas muestra el drama de un pueblo que no sólo es miserable: también es el más primitivo, el más elemental".
- "Descendientes de esclavos traídos de Africa por los franceses, los haitianos se independizaron en 1804 para convertirse en la primera república negra libre del mundo. Del espíritu y la cultura de Francia no quedó más que la influencia de su idioma en el creole, que es hablado por nueve de cada diez personas".
- "El haitiano es un pueblo de Africa que vive en América. Las formas y tradiciones del Occidente cristiano no han sido asimiladas después de más de dos siglos, al cabo de los cuales subsiste la idiosincrasia propia de la tierra de la que fue arrancado"
- "donde ese primitivismo parece alcanzar su máxima expresión es con los zombis, personas a las que, por venganza, se les provoca un estado de catalepsia que las deja como muertas. Creyendo que realmente lo están, sus familias las velan y entierran. Unos días después, las víctimas son revividas con un antídoto especial, pero la falta de irrigación sanguínea les ha producido lesiones cerebrales irreversibles. A partir de allí tendrán una vida más animal que racional".


Y? Alguna idea de quién es el cronista? Una ayuda: cree que es gracioso. Otra pista: esta nota no está escrita en joda. 


Se dan por vencidos?
Bueno: la escribió Carlos Reymundo Roberts, pro-secretario del diario La Nación, en 2004. Acá está entera. No me digan que no es encantador.  

06 febrero 2012

El ruido del vacío


Podría debatirse, y de hecho se hace, cuál es el “sentido verdadero” del kirchnerismo desde su llegada al gobierno. Hay quienes lo ven como un gobierno cuasi revolucionario (confundiéndose aquí ultraoficialistas y ultraopositores) y hay quienes lo ven como la continuidad maquillada de los gobiernos conservadores (confundiéndose en esta opción ultraopositores y funcionarios del Partido “Pasan los Gobiernos Quedamos Los Oficialistas”). En el medio de estos extremos hay, por supuesto, una infinita gama de grises, casi tantas como ciudadanos deseosos de opinar tenemos en la Argentina.

Ahora bien, en lo que hay una cuasi unanimidad –de izquierda a derecha, a favor o en contra- es en reconocer que el proceso iniciado en 2003 por Néstor Kirchner ha ido recuperando centralidad para la política y “reempoderando” a ésta y al Estado en relación a otros poderes fácticos. Para algunos este fortalecimiento de la política es positivo, para otros negativo, para otros insuficiente. Pero tanto para quienes “bancan” el proyecto (“la política conduce a la economía y no al revés”); como para quienes se oponen desde variantes liberales (“riesgo de hegemonía”, “autoritarismo”, “concentración de poder”, etc.) o para quienes critican desde los arrabales de la izquierda (“la máscara de un fortalecimiento que no es más que seguir alimentando a las grandes corporaciones”), hay cierto consenso en este punto: el kirchnerismo puso a la política y a la acumulación de poder como centro de su accionar.

¿Qué implica esto? Por lo pronto que en una sociedad moderna, y como tal con factores de poder numerosos, fragmentados y mutables, una parte del “poder” político se haya dado para sí la misión de “construir poder propio” más que de simplemente administrarlo en nombre de otros o bien de ser, en el colmo de la entrega, testaferro de otros poderes, no deja de resultar una novedad en la esfera pública reciente de la Argentina.

Ahora bien, pongamos un paréntesis alrededor de seguir analizando el propio kirchnerismo y centremos la mira en la oposición, o mejor dicho, en las oposiciones. 

Mientras estas últimas sigan siendo furgón de cola de la vanguardia opositora mediática, que como bien marca Mario el domingo pasado, continúa obcecada en combatir al oficialismo en toda su línea, haga la haga y diga lo que diga, no pareciera que puedan interpelar positivamente más que a fragmentos hiperfanatizados de la sociedad argentina. Y, como todos sabemos, los hiperfanatizados siempre constituyen ultra minorías en las sociedades pluralistas y democráticas.

Nunca está de más el recordar que la política, las oposiciones –y sus representantes- tienen la obligación de ofrecer(nos) no solamente alternativas a lo existente. También deben –por lo menos deben intentar- que las mismas sean superadoras y ofrezcan un horizonte de posibilidad y de concreción. Mientras la agenda opositora siga prisionera de la corporación massmediática (encerrada ella misma en un combate económico y de negocios con el oficialismo gubernamental), una parte importante de nuestros compatriotas –aquellos que tienen una mirada negativa del rumbo encarado por el kirchnerismo- seguirán huérfanos de representación política, lo cual no es bueno institucionalmente para nuestra, je, República.

En definitiva: tradicionalmente los medios fueron expresión de corrientes políticas e ideológicas en su afán de generar sentido y construir consensos en lo público. Cuando esa taba se da vuelta, cuando los “políticos” pasan a ser meras extensiones y reproductores de una línea que surge de los medios, el ruido del vacío es ensordecedor.

Mientras algunos crean medios, otros crean dirigentes, frentes o partidos. Este es un indicio para saber por dónde pasan hoy las fortlezas y debilidades de cada quién y cada cuál. 

Otra cosa: no lloremos, los que defendemos la política, si ese vacío después lo llenan otros. 

El cántaro y las fuentes

Leemos y prestamos atención a las fuentes (para los vagos las resaltamos en rojo):


La tensión por el ajuste / Como anunciar medidas impopulares

El Gobierno redefine el discurso oficial

La Presidenta ordenó diseñar una nueva estrategia de comunicación para diluir el impacto de la "sintonía fina" en la población
Por Mariano Obarrio  | LA NACION

Para enfrentar el nuevo escenario, marcado por los ajustes en la economía, la eliminación de subsidios y la fijación de pautas salariales más acotadas, entre otras medidas, la presidenta Cristina Kirchner ordenó diseñar una nueva estrategia de comunicación. La intención es instalar la idea de que dirige realmente una "sintonía fina" del modelo y no un mero ajuste liberal como denunció el jefe de la CGT, Hugo Moyano.
El jueves último, Moyano puso el dedo en la llaga, al comparar la "sintonía fina" con los ajustes fiscales del ex presidente Carlos Menem. Eso es, justamente, lo que el Gobierno teme que se instale en la sociedad.
Según confiaron a LA NACION fuentes oficiales, el nuevo discurso consiste, por un lado, en distribuir las culpas del ajuste fuera del Gobierno: petroleras, como YPF, bancos, medios de prensa, sindicatos, los gerentes que cobran sueldos elevados, los ricos que pagan luz, gas y agua con subsidios, y próximamente, quizás, empresarios del transporte o de servicios públicos como la luz y el gas.
"La sintonía fina es un ajuste, pero no de la envergadura del de Menem. Necesita de culpables poderosos e identificables", confió un funcionario del Gobierno.
También se instalará que la disminución del poder adquisitivo pasará más por los sectores de mayores recursos que por los desprotegidos.
Para justificar los recortes, la Presidenta exige ideas y argumentos a sus ministros.
No obstante, una particularidad no ayuda al relato. Las medidas aplicadas para la "sintonía fina" son de fuerte contenido técnico en la microeconomía. Por su complejidad, no son fáciles de comunicar ni de entender para el gran público.
"Ello hace caer en ambivalencias, ambigüedades y contradicciones que hay que justificar. Incluso, tenemos problemas con los medios de prensa propios. Ahora Clarín puede titular que Moyano nos compara con Menem y dice la verdad. ¿Pero cómo lo publicamos en nuestros diarios?", confió a LA NACION otro alto funcionario que conoce la intimidad presidencial.

ELOGIOS Y CRÍTICAS

En diciembre, la Presidenta aplicó un discurso favorable a los empresarios para la inversión, pero ahora los ataca y los culpa por la falta de inversión y la suba de precios.
El objetivo del Gobierno es instalar la idea de que el ajuste no recaerá en los sectores vulnerables y que los enemigos son los sectores poderosos y sus "avivadas".
Un ejemplo de la estrategia oficial es YPF. "Ningún funcionario dice que hay voluntad política real de reestatizar la petrolera, pero esa versión se hace correr para presionar a la empresa, para que reinvierta sus utilidades, aumente la producción y se evite, así, el déficit comercial energético", reveló un funcionario de peso a LA NACION.
En esa línea de pensamiento, por ejemplo, la Argentina le debe miles de millones de dólares a la Venezuela de Hugo Chávez por el gas y el petróleo importado. ¿Podría ingresar la petrolera bolivariana Pdvsa en algún negocio energético en el país a cambio de esa deuda? Silencio oficial.
"El Gobierno pasó de tener un discurso de política global, lineal y simple a uno mucho más complejo, contradictorio, ambivalente, porque las medidas son muy puntuales y muy micro", señaló a LA NACION un allegado a la Presidencia, involucrado en el diseño de las políticas. Hay certeza de que el gran público no puede seguir fácilmente el hilo de los subsidios o beneficios impositivos que el Gobierno elimina o reduce.
"La sintonía fina es un giro a lo técnico, una intervención técnica del Estado en la microeconomía muy específica", explicó otro funcionario. El ejemplo más claro es la comisión interministerial que conformó Cristina Kirchner con los ministerios de Industria y Economía para mirar de cerca la productividad, los costos, los subsidios, la presión impositiva y la rentabilidad de las empresas. El objetivo oficial es tener un sustento técnico para fijar los aumentos de salarios en las próximas paritarias.
Uno de los temores que acechan al Gobierno es que el ajuste se aplica en el preciso momento de máxima tensión con la CGT y con su jefe, Hugo Moyano. Nadie sabe cómo saldrá el experimento. Pero lo asumen riesgoso.
Otro flanco que vislumbran en la Casa Rosada son las contradicciones. Por caso, se eliminan subsidios al combustible y al transporte, pero se subsidiaran las transmisiones televisivas del TC. Se anunció que el SUBE evitará los aumentos en la tarifa de transporte, pero en pocos meses se segmentarán los valores con fuertes subas. "Esa será la sintonía fina", se dijo.
De todos modos, en la Casa Rosada descuentan que el ajuste no tendrá la magnitud de los que aplicaron Menem o el ex presidente Fernando de la Rúa. Pero hay que justificarlo.
REPASAMOS:
1- "fuentes oficiales"
2- "un funcionario del gobierno"
3- "otro alto funcionario que conoce la intimidad presidencial"!!!!!
4- "un funcionario de peso"
5- "otro funcionario"
6- "se dijo". (esta me mata, "se dijo")
Maravilloso. Notón. Seis (6) fuentes diferentes. Muy serio todo. 
Capaz alguien tiene este Manual de Estilo de La Nación y me puede chusmear si dice algo acerca del "uso de las fuentes". 


re

05 febrero 2012

Verdurismo, etapa superior de la independencia periodística

El desafío es no adjetivar. No dar un "informe cerrado" como se hace ahora a diestra y siniestra. Ni siquiera caer en el simplismo mendietista de la chacota. Nada. Cero. Transcripción. Y que queda cuál haga de cada quién su propio qué, cómo y por qué.

#UNO
Página 2: Semáforo Semanal (no encuentro el texto en la web)
"Ni SUBE ni baja. Con la tarjeta para los boletos sólo hay una cosa clara: nadie sabe ni cómo se implementará. Y tras horas de cola para conseguirla, ahora los usuarios se enteraron que tenerla no los eximirá de los aumentos. Un caos".

Pagina 18: "Cuando funcione a pleno, el SUBE generará una caja de 120 millones", o bien "El gobierno ya gastó $50 millones en tarjetas".

#DOS
Página 16: "Otro duro embate del Gobierno contra YPF"
Página  3: "La deuda con Chávez y la ofensiva sobre las petroleras", por Ricardo Kirchsbaum: "En ese escenario, la ofensiva oficial sobre las petroleras y, especialmente, sobre YPF tiene una explicación más racional que el consignismo y la agitación".
Página 31: "El rumbo radicalizado de Cristina", por Eduardo van der Kooy: "En efecto, las reservas de petróleo descendieron un 12% entre 2001-2010 y la producción un 21% en igual período. Las reservas de gas se derrumbaron un 53%".


03 febrero 2012

Lo general y lo particular


A veces es complicado ir de lo particular a lo general. Y a veces también es difícil ir de lo general a lo particular.

Saber valorar esta diferencia puede resultar crucial a la hora de intentar entender los actuales roces entre parte de la CGT y el Gobierno o, quizás más puntualmente, entre Moyano y Cristina Kirchner.
Por definición, el sindicalismo tiene la obligación de dar cuenta de un sector, de una parte: los trabajadores sindicalizados. Es decir, y seamos obvios: son una corporación. Y está bien que así sea.  Y también es correcto –en el plano sindical- que privilegie en su lucha el alcanzar beneficios y conquistas para los trabajadores que forman parte de los sindicatos. Los que cotizan. Pretender que abandonen esta, su función primaria, es por lo menos algo inocente.

Por autodefinición, este Gobierno ha asumido –en boca de su máxima expresión, la Presidenta- que “no es neutral”. Esto no es habitual en el marco del posmodernismo que todo lo licua, que todo lo lima para hacerlo “suave” y “políticamente correcto” y pone en tensión esa mentira de Perogrullo de que un gobierno debe “buscar el bien común”.  Sin llegar, ni por asomo, y permitanmé el jueguito, a un “clasismo clásico”, el aseverar que no se es neutral resulta por lo menos motivador. Porque, qué sería el “bien común” cuando en toda sociedad hay siempre lucha de poderes, conflictos y tensiones? (paréntesis: desconfía, joven argentino, de aquellos que te venden la posibilidad de un mundo sin peleas y tironeos, doble contra sencillo que son los que tienen la sartén por el mango y que no la quieren largar ni compartir). Pretender que un gobierno que se ha animado a esta toma de posición (además de innumerables hechos de la realidad, como la recuperación del trabajo, el retorno de las discusiones paritarias, el amplísimo crecimiento de la cobertura previsional –que, no está de más recordar, son derechos de trabajadores jubilados, pero trabajadores al fin- , etc.) y equipararlo aunque más no sea indirectamente con la nefasta década del menemismo es, por lo menos, una canallada. Y no hay táctica que lo justifique. En el post anterior decíamos que Cristina había tirado una soga, una salida, al titular de la CGT. Bueno, anoche Moyano la rechazó y dobló la apuesta en su creciente enfrentamiento con el Ejecutivo. Una pena, porque pareciera enfrentar un camino de inmolación con sus propias bases y sus históricos compañeros de ruta (O sea, que Plaini diga que hay que bajar la tensión y que Barrionuevo te elogie, Hugo, te tendría que calmar)

Por historia, Moyano ha demostrado ser un buen defensor de los derechos de los trabajadores sindicalizados. E incluso ha tenido etapas en donde amplió los márgenes de esa lucha hacia fuera de lo estrictamente sindical. Efectivamente, tiene en su haber una trayectoria meritoria en los 90, cuando fundara el MTA para enfrentar al liberalismo menemista y comenzara una saludable tarea de articulación con otros sectores sociales y sindicales (la naciente CTA, por ejemplo, el acompañamiento a los jubilados que pedían 450 en el Congreso, otro). También ha sabido “leer” con inteligencia la llegada de Néstor Kirchner en 2003 y acompañar el proceso político allí iniciado (otro paréntesis: algunos ahora le critican haberse “beneficiado” en un aumento de su poder relativo hacia dentro del sindicalismo de este acompañamiento, como si eso fuera pecaminoso. Bueno, traiganmé alguien que acompañe un proceso político para perjudicarse y perder poder y hablamos). Por eso resulta particularmente inexplicable que, con su trayectoria y siendo un tipo hábil e inteligente, pareciera hoy estar preso más de sus  pasiones y antipatías personales que por una lectura fría y serena de la situación política pasada y presente. Para decirlo claro: que el tipo pelee por que los sindicatos logren el mayor aumento salarial posible es absolutamente legítimo (así como el pedido de aumento de las asignaciones familiares, escandalosamente bajas en la actualidad), pero poner en juego el proceso político que le permitió mejoras muy concretas –aunque insuficientes- a la clase trabajadora (de la cual él es precisamente representante de una parte –repito, de una parte-), suena, por lo menos, contradictorio y difícil de entender. No por nada pareciera estar enfrentando disidencias de otros secretarios generales aliados en relación a cómo “pararse” frente al gobierno.

Por historia y por presente, ya lo hemos dicho, Cristina Kirchner ha demostrado ser transparente a la hora de las definiciones políticas gruesas. Se le pueden achacar varias cosas a la Presidenta, pero no el no ser clara y concreta a la hora de decir lo que piensa. Y así como ha dicho que no piensa ser “neutral”, también ha dicho que no va a quedar sujeta o condicionada por aquellos que pretendan marcarle la cancha desde un sector específico. Sea este sindical, patronal, empresario, etc. Es de esperar que esta convicción sea ejercida con el mismo énfasis hacia todo tipo de poder sectorial.  Porque nunca está de más el recordar que la política tiene un campo de acción y está obligada a tener una representación más amplia que lo “sectorial”. Más obviedades: así como lo sindical se debe a sus afiliados, la política se debe a la totalidad de una sociedad, aún cuando no pretenda representar nunca a toda ella.

También es de esperar, dicho sea, que los que están alrededor dejen de escupir para arriba.