10 diciembre 2013

Los modos de un festejo

Hay, como todo en la vida, muchas formas de hacer una misma cosa. Cada uno arma el mate con su receta, cada quién sabe cómo zurcir una media, todos somos técnicos de la selección.

Hay modos y modos de festejar. Y es una buena pregunta preguntarse cómo festejamos hoy los 30 años de democracia. 

Podemos hacerlo livianamente, pero no nos dieron feriado, así que esa está difícil. 

Podemos creer que todo está perfecto, que tuvimos, tenemos y tendremos gobiernos maravillosos que nos permitan, básicamente, que nos chupe un huevo el resto del mundo mientras no nos jodan a nosotros. 

O, incluso, podemos no festejar nada. Y con memoria corta olvidar que, si no estuviésemos en democracia, no podríamos elegir no festejar.


También podemos elegir festejar asumiendo todo lo que falta por hacerse en nuestro país para que podamos festejar completamente. Postulo entonces, aquí y ahora, una especie de festejo en cuotas, digamos. Una creencia al futuro, una apuesta. Algo que está más cerca de la esperanza cívica que del cinismo de los quebrados.


Es difícil festejar a veces. Y mucho más difícil en este contexto. 
Paz, pan y trabajo. Democracia para siempre.

19 noviembre 2013

Estamos bien los 33

Los post que ya no escribimos por vagancia, ahora los hacemos por la radio.
Porque todos sabemos que es más fácil hablar que escribir, así como es más fácil escribir que hacer.

Anoche, en Diario del Futuro, por Nacional Rock, opinando en caliente sobre el cambio de gabinete y esas cosas que nos interesan a un montón de poquitos.

http://diariofuturo.nacionalrock.com/2013/11/19/cfk-mueve-el-banco/

29 octubre 2013

Quién ganó? Quién perdió?

Este post está basado en la columna que hicimos anoche en Diario del Futuro (Nacional Rock, 24 a 2, de lunes a viernes, con la conducción de Nico Lantos). Sí, hago columnas así de desordenadas, qué le vamos a hacer...

Vamos a reforzar una columna de hace varios meses de AP en la que planteábamos la posibilidad de que en estas elecciones “ganaran todos”. Y así, de algún modo, resultó: se puede decir que el FpV ganó al mantener la cantidad de senadores e incrementar la cantidad de diputados nacionales; el massismo ganó ampliamente en PBA; Binner en Santa Fe; Cobos en Mendoza; el macrismo en la CABA; la alianza UNEN, al meter a Pino como senador;  la izquierda al meter 3 diputados nacionales; y así.

Quiénes perdieron? De Narvaez es el más claro ejemplo, pero precisamente por su caída estrepitosa deja de tener importancia. Pero también podemos decir que perdió un sector del oficialismo, o un sector de los simpatizantes del gobierno nacional, que creía que alcanzaba con lo realizado durante estos 10 años para seguir teniendo el apoyo de las mayorías.

En este sentido, creo que ese sector cometió algunos errores muy fuertes: uno de ellos el haber abjurado de su propia creación, es decir de muchísima clase media trabajadora, clase media baja. (Se puede decir que este es un viejo dilema del peronismo: es generador de una clase media que luego le da la espalda). Pero en este caso hubo sectores del oficialismo que durante largos meses y años vinieron escupiendo para arriba en este sentido y ahora podemos especular con que no alcanzaron manotazos de ahogado como fue la suba del mínimo no imponible de Ganancias, que llegaron cuando esa medida ya formaba parte de una agenda opositora y no de una propia.

Cabe aquí un paréntesis: uno de los grandes aciertos del kirchnerismo fue siempre su capacidad de instalar e imponer agenda, y en este proceso electoral no tuvo esa capacidad e incluso se vio obligado o eligió, quién sabe, a tomar parte de la agenda opositora para ver si eso le permitía reposicionarse. Y cuando me refiero a tomar parte de la agenda opositora no lo limito a “medidas de gestión” si no que incluyo a cuestiones de “imagen”.  Por ejemplo: un candidato como Insaurralde no terminaba de expresar muy bien a ninguna del as dos corrientes que se encarnan en el FpV: ni a ese kirchnerismo fundante, ideologizado, “conflictivo”, ni a la otra gran columna del FpV que es el peronismo tradicional. Digamos que ninguna de esas dos vertientes elije, simplificando, por supuesto, Miami para descansar.

Las causales de un voto son multidimensionales. Y por supuesto, también, las de un “no voto”. Por eso de contraponer gestión versus "campaña” o intentar cargar las tintas de una derrota sobre uno de esos dos platos es una excusa sólo válida para quién está en alguno de esos dos mostradores. Digamos que el funcionario tenderá a responsabilizar a las malas consignas, y los publicistas a las malas gestiones. Pero antagonizar esto es un autoengaño, en el mejor de los casos.  

Es cierto que la gestión del gobierno nacional viene teniendo flancos o debilidades. Hay agotamiento de ciertos elencos, un agotamiento natural, comprensible, luego de 10 años en alguna de sus figuras centrales. Imaginensé a ustedes  mismos diez años haciendo el mismo laburo: llega un momento en que poco te queda para aportar a esa posición de trabajo. Pero me parece más interesante para reflexionar, y más preocupante para el oficialismo, los errores de construcción política que los de gestión o de campaña. Porque podés tener una gestión mediocre y disfrazarlo con campaña. O viceversa. Pero si te equivocás en la construcción política no hay ni gestión ni publicidad que te salve las papas.

Hay un modo de construir política del oficialismo que durante mucho tiempo resultó exitosa: renegar de las mediaciones y confiar en la relación directa de CFK con la sociedad. Esa relación directa, que, insisto, funcionó exitosamente durante muchos años y se remonta a Néstor Kirchner, alcanzaba para el éxito electoral. Esto acaba de demostrarse que en esta etapa no funcionó. Cuando por una parte empezás a deconstruir tu armado político y vas perdiendo aliados o desgastás a los mismos y, por otro, tus modos de comunicar se empiezan a erosionar -por agotamiento discursivo o retórico o como le quieras llamar- vas a entrar en turbulencias.  Y no me refiero aquí solamente, por poner un ejemplo, a la ruptura con Moyano y un sector del sindicalismo. A los efectos prácticos, me parece mucho más costosa la ambivalente e inconstante relación con, por poner un caso, Scioli, a quien primero se lo desgastó, luego se estuvo a punto de romper con él y más tarde se lo llamó a la desesperada para que apoyara la campaña en PBA. Y digo que es costosa por algo sencillo: cuando algo es difícil de explicar al ciudadano común es porque algo se está haciendo mal. No podemos exigirle al ciudadano común niveles de análisis complejos, formaciones ideológicas profundas, estar hiperinformado.  

Para terminar: se siguen profundizando las crisis “partidarias” y parece avizorarse un refuerzo de las construcciones “de coaliciones”, algo que ya lleva su buen tiempo en nuestro país. En este sentido, y con la foto de hoy, la gran pregunta es si lo que se termina construyendo en 2015 son tres o cuatro polos: el FpV, una construcción pan radical-socialista, el pejotismo disidente y el macrismo. Y que haya 3 o 4 ofertas dependerá, en enorme medida, de cómo se dirima hacia el interior del FpV la continuidad o no del proyecto político. Porque si el FpV no abandona su pretensión de seguir siendo mayoría, instrumentará los modos de no seguir perdiendo más aliados. Porque el FpV lo que no debiera perder es su mayor virtud: la capacidad de conducir a la mayor parte del peronismo del cual forma parte.

Ahora sí: metamoslé con todo para pasar de la “etapa de ebullición”, donde nos evaporamos, a la etapa de “reproducción felina”, gatos. 

07 octubre 2013

Aprender

Una de las tantas zonceras que aún tengo es que tiendo a pensar que las personas instruidas tienen más herramientas que las que no lo son para ser mejores personas. Es, esta zoncera, de algún modo tributaria de cierta concepción sarmientina.
Una de las tantas convicciones que aún tengo es que tiendo a pensar que las personas instruidas tienen más obligaciones que las que no para ser mejores ciudadanos. Es, esta zoncera, de algún modo tributaria de cierta concepción alberdiana.
Recién leí a Borges a los 25 años, porque “era un viejo gorila”. Y sí, a los 20 años era más boludo que ahora.
Una de las cosas que me separan de cierto ideologismo lombrosiano, es que uno “no es sólo lo que es objetivamente”, si no que es “en tanto relación con los otros, intersubjetivamente”. Por eso no soy “clasista”. Ni practico religiones, ni siquiera las paganas, que idealizan “sectores sociales en tanto tales”. Porque no creo que todos los pobres “sean buenos”, ni que todos los que no son pobres “sean malos”. Porque tampoco creo en que somos todos iguales y que triunfarán los más capaces. Porque antes tenemos que definir a qué queremos llamar “triunfar”.
Una de las pocas cosas de las cuales estoy seguro es que la pobreza es mala. Y que hay distintos tipos de pobreza.
Cuando uno lee, escucha o mira a tipos instruidos, sagaces, inteligentes y triunfadores, gozar morbosamente con el episodio de salud de la Presidenta Kirchner y regodearse poco sutilmente con esa situación,  aprendo otras cosas de mí mismo y vuelvo a desaprender otras.
Cuando uno escucha o lee o mira a tipos y tipas humildes, sencillas, pobres y poco educadas, sufrir sinceramente con el episodio de salud de Cristina y llamar a las radios llorando o decir en una esquina que “va a rezar por ella”, aprendo otras cosas de mí mismo y vuelvo a desaprender otras.
Aprendo que la peor pobreza es la pobreza de espíritu. Aprendo que hay procesos políticos capaces de engendrar odios y aprendo que prefiero responder al odio con el desprecio.

Y que siempre voy a preferir formar parte de los odiados por los que odian y sufrido por los que sufren.

Solo se trata de vivir más allá de la política. 
O más acá. Quién sabe. 

04 septiembre 2013

Al que nunca sembró

AL QUE NUNCA SEMBRÓ


Al que nunca sembró

lo maldice la tierra.
El que nunca sembró
sera polvo, no tierra.
.......Mi mano no sembró.


Marina Tsvetaieva (1892-1941)

Esta semana. Pasó esta semana en los cajones que armamos para los almácigos. Los cajones fueron pedidos cordialmente al verdulero. Y con clavos brillantes se reforzaron las bases y se clausuraron las aberturas por donde no debía escaparse la tierra.

Después los rellanamos, sin olvidar la base de leca,  y sembramos seis hileras: lechuga, acelga, tomate, pimiento, apio y albahaca. Y desde ese día se riegan los cajones a la mañana y a la noche. 

Esta semana, decía, pasó. 

Primero asomaron las lechugas. Tienen dos hojitas muy tiernas y en muchos de los brotes todavía puede verse sobre el verde de una de ellas una parte de la semilla. Después, ayer, brotaron las acelgas. Estas tienen también dos hojas, pero alargadas y finitas. 

También parece asomar un tomate y varias albahacas minúsculas, que en vez de hojas parecen ser alitas verdes. Del apio y el pimiento no tenemos, todavía, noticias. 

Y ya preparamos el cantero para trasplantar todo eso de acá a un mes, más o menos. Del otro lado, el malvón está enorme, las calas bien, la azalea a punto de explotar y el pino sigue muerto. 

Cada uno conecta con la vida como puede. Hasta que seamos tierra. 


19 agosto 2013

Ay, mis amigos.



"Me llegan noticias de algunas pequeñas inquisiciones post electorales en ámbitos de trabajo y/o de militancia. Como todas (las inquisiciones) no están dirigidas a los ateos sino a los que son considerados herejes.
El único problema (más allá de la miserable práctica del buchoneo y el patetismo del patrullaje "ideológico" autoconvocado) es que armar una Congregación para la Doctrina de la Fe en una religión pagana como el peronismo es más o menos como ponerle un Comité de Ética a la organización del Carnaval de Río".



Alejandro, de LaBarbarie y Artepolitica, en Facebook.

15 agosto 2013

Bancar los trapos

Los militantes tienen o no tienen responsabilidades? Opino que sí. Me gusta pensar que sí. Porque si pensáramos que no, en vez de militantes seríamos meros reproductores de órdenes que vienen de arriba. Y lo que viene de arriba es la conducción. La conducción traza un camino, marca un rumbo, establece objetivos. Pero por abajo, los militantes tienen que buscar la mejor forma de llevar eso adelante. Y la conducción se reafirma en un ida y vuelta con las bases.

Empecemos por el principio: el kirchnerismo perdió las elecciones. Y las perdió porque el kirchnerismo, a pesar de seguir siendo la fuerza política más votada en el orden nacional, a esta altura compite contra sí mismo. Es como aquellos equipos que ganan siempre todas las copas. De vez en cuando pierden, pero sobre todo pierden cuando tiene la inmensa y titánica tarea de seguir superándose a sí mismos y no lo logran.

Entonces asumamos que se perdió. Porque lo que es seguro es que se perdieron votos, obviamente que en relación al 54% del 2011, pero también en relación al 2009. Porque se sacaron menos votos de los esperados a nivel nacional. Porque se perdió en la Provincia de Buenos Aires. Porque salió tercero en Santa Fe. Y etcétera, etcétera. Eso ya lo sabemos todos.

Lo segundo es preguntarse, entonces, por qué perdió tantos votos. Y acá puede haber tantas interpretaciones como interpretadores. Y seguramente la verdad, que no existe, está en un punto medio entre muchas de ellas. Lo tercero es asumir que hay cierta uniformidad nacional en los resultados (por supuesto, con los matices propios de cada distrito, pero en todos lados se fue para atrás), lo que indica que hay motivos “de alcance nacional”.

Entonces: algunos piensan que perdió muchos votos por no haber atendido nuevas y viejas demandas (lo que sería un problema de “gestión”). Otros piensan que es por “problemas comunicacionales” o, más directamente, porque los medios “juegan en contra” (el nacimiento de esos medios en los últimos 12 meses explicaría así el 54% de hace dos años, je). Otros especulan con “problemas políticos”, como una pérdida de acumulación de actores. Otros, más marketineros, te dicen: hoy ser oficialista no está de moda.

Bueno: pienso que hay un poco de cada una de esas cosas. Y algunas más. Pero también pienso que siempre hay que empezar por el principio. Y que la política está antes que la comunicación. Y que “hacer política” no es lo mismo que “comunicar” y que “comunicar” no es lo mismo que “hacer campaña” y que “hacer campaña” es mucho más que hacer actos y spots.

Y me voy a extender, que no se solucionan problemas grandes con respuestas cortitas.

En lo político: hay que dejarse de joder con el sectarismo. El kirchnerismo es un parte central, en esta etapa histórica, del peronismo y del movimiento nacional y popular. Pero no es la única, ni siquiera la más grande. Condujo y conduce, pero es una parte. Y para seguir conduciendo, como diría el General, hay que acertar. Y para acertar, además de otras cosas, hay que contener. Y acumular. Y no podemos pretender que la única acumulación válida sea la de una fracción y que los otros no acumulen o mirarlos de reojo cuando lo hacen. Por supuesto, esta afirmación esconde debates más profundos que quizás haya que en algún momento enfrentar: ¿consideramos al kirchnerismo algo fundacional o asumimos que tiene raíces más  profundas que lo anteceden? Mi opinión está en este mismo párrafo, pero no todos piensan –y actúan- igual. Y eso se nota. Y en algún momento entra en crisis ¿Es una crisis terminal? De ningún modo. El kirchnerismo ha sabido recuperarse de derrotas y de desaciertos y, sin dudas, puede volver a hacerlo. Lo que no podemos permitir es que se rife lo obtenido en todos estos años. Y para que no se rife no podemos ser tan obcecados de pensar que sólo este esquema lo puede garantizar. Para decirlo claro: hay quienes, dentro del kirchnerismo, fantasean con un “irse” en 2015 con una candidatura perdidosa, que gane el más horrible posible y volver luego, “cuando nos extrañen”. Bueno: esto me parece un desastre y un infantilismo. Podés perder, claro, pero no podés jugar a perder. Porque, si realmente creemos en este proyecto, los perjudicados de un retroceso no serán ninguno de los que creen en esa hipótesis (los cuales ya forman parte de “la clase política” y, por ende, no tendrán problemitas de subsistencia) sino, sencillamente, los sectores populares que decimos defender. Creo que fui clarito, no?

En lo “gestional”: hay que atender las nuevas demandas con algo más que un repaso de lo ya hecho en la década. En primer lugar porque muchas de esas demandas son producto, precisamente, de éxitos previos del proyecto. En segundo lugar porque es nuestra obligación ideológica: que un ex desempleado haya conseguido laburo pero ahora exija mejores salarios o viajar bien es correcto. Aquellos que piensan que esas personas “nos deben” algo por haber mejorado sus vidas (aunque más no sea en una pequeña parte), en mi opinión, tienen una desviación ideológica preocupante. Los peronistas, desde siempre (bah, a veces), construimos derechos para las mayorías populares. Son derechos. Así que no nos deben nada. Y en todo caso “pagan” eso en cada elección. En tercer lugar, siempre hay que ofrecer una “perspectiva de futuro”, y hace rato que no lo hacemos. Ya no alcanza con repetir, una y otra vez, lo mal que estábamos en 2001, en 2002. Todo el mundo lo sabe. El punto es qué le decimos, y cómo lo explicamos, para convencer a los votantes de que, con este proyecto político, va a estar mejor en el futuro de lo que está hoy.

En lo “comunicacional”: no me voy a extender demasiado en esto. Es mi “campo” y conozco demasiado lo complejo que es como para andar tirando al voleo cosas. Pero me voy a limitar a lo siguiente: no se puede seguir hablando sólo “para los propios”, como si eso fuera tener fuertes convicciones y adaptar tu comunicación a las necesidades del contexto fuera una entrega, una traición. El camino de la autocelebración, compañeros, está agotado. Y el énfasis en “bancar los trapos” me hace acordar a los que, en el fútbol, son hinchas de su hinchada. Los entiendo, claro que los entiendo. Soy de Racing y estoy orgulloso de mi hinchada. Pero a la cancha entran los jugadores. Y los partidos no los ganás cantando en la tribuna para que te escuchen los mismos que son de tu equipo. 

Veremos. Como siempre, está todo el futuro por hacerse. No está escrito. Y cada uno banca los trapos como puede. Yo así.   

Verbitsky y Pagni: Cualquiera ambos los dos

Verbistsky y Pagni opinan igual sobre el siguiente hecho: "los intendentes, por abajo, mandaron a cortar boleta".
Acá y Acá.

"Escrutado un tercio de las mesas, el Frente Renovador de Sergio Massa aventajaba por cinco puntos a Martín Insaurralde. Pero el Frente para la Victoria prevalecía por la misma diferencia en las listas de diputados provinciales. El significado de esta diferencia deberá ser estudiado en detalle con vistas a octubre".

"Los resultados del domingo demuestran que muchos dirigentes despegaron del Gobierno al presentir una derrota. La diferencia entre los votos obtenidos por Massa y los que sacó la lista de diputados provinciales del kirchnerismo en el sur del Gran Buenos Aires no se explica sin un voluminoso corte de boleta preparado por intendentes oficialistas. Ese tijeretazo puede ser el anticipo de un corrimiento mayor, movilizado por el temor a que no sólo Francisco de Narváez sino también Martín Insaurralde obtenga menos votos en octubre que en las primarias."

Bueno. Esa hipótesis es cualquiera. CUAL-QUIE-RA.
Y tan sencilla de desmentir que sólo hace falta lo siguiente: cliquear acá y ver los resultados sección por sección.
En la 1ra, 4ta, 5ta y 7ma se votaban senadores provinciales.
En la 2da, 3ra, 6ta y 8va se votaban diputados provinciales.

TOTAL DE VOTOS A DIPUTADOS NACIONALES:
Frente Renovador: 3.041.969
FpV: 2.573.579


Acumulado de votos a Diputados Nacionales 1+4+5+7: 
Frente Renovador: 1.737.340
FpV: 1.127.323

Acumulado de Votos a Diputados Nacionales 2+3+6+8:
Frente Renovador: 1.304.589
FpV: 1.446.256


Acumulado de Votos a Senadores Provinciales 1+4+5+7
Frente Renovador: 1.484.438
FpV: 1.129.501


Acumulado de Votos a Diputados Provinciales 2+3+6+8
Frente Renovador: 1.201.896
FpV: 1.439.181

Total de Votos (Diputados + Senadores Provinciales) 
Frente Renovador: 2.686.334
FpV: 2.568.682

Total de Votos a Diputados Nacionales 3ra Sección Electoral:
Frente Renovador: 981.322
FpV: 1.147.936

Total de Votos a Diputados Provinciales 3ra Sección Electoral:
Frente Renovador: 909.519
FpV: 1.131.866

Es decir que:
La lista de diputados nacionales de Sergio Massa obtuvo 355.635 votos más que su propia lista de diputados y senadores PROVINCIALES.
En el caso del FpV la diferencia es de...4897 votos. NADA MÁS.

Y en la 3ra sección, la lista del FpV obtuvo MENOS votos que la de diputados nacionales: 16.070
Dónde cuerno está el corte CONTRA la lista nacional???

Se entendió? Se entendió que la lista de Massa pierde votos por "abajo" pero la del FpV no? O sea que no hubo corte? O sea que no hay traición de ningún tipo?

La pregunta, que francamente no me quiero responder, es por qué dos de los mejores editorialistas de la Argentina (y varios "compañeros"), ubicados en las antípodas ideológicamente, comparten un análisis tan fácil de desmentir. Insisto: no me la quiero responder.

Acá hay gorila encerrado che.




14 agosto 2013

Estudiar.

No hay recetas para conducir pueblos

Por esa razón, en este proceso no se puede aplicar un cálculo de probabilidades, porque los imponderables son tan grandes como los factores que pueden ser previstos y contrapesados en el cálculo.
El empleo de formas rígidas, en esta clase de acciones, no es posible. No hay recetas para conducir pueblos, ni hay libros que aconsejen cuáles son los procedimientos para conducirlos. Los pueblos se conducen vívidamente y los movimientos políticos se manejan de acuerdo al movimiento, al lugar y 
a la capacidad de quienes ponen la acción para manejarlos. Sin eso es difícil que pueda conducirse bien. No es la fuerza, no es solamente la inteligencia, no es el empleo mecánico de los métodos, no es tampoco el sentido ni el sentimiento aislado, no hay un método ideal para realizarlo, ni existe un medio eminentemente empírico. Es decir, es una concentración de circunstancias tan variables, tan difíciles de apreciar, tan complejas de percibir, que la inteligencia y el racionalismo son a menudo sobrepasados por la acción del 
propio fenómeno. Y para concebirlo hay solamente una cosa superior, que es la percepción intuitiva e inmediata y la contra acción que de ese fenómeno vuelve a reproducirse como fenómeno en la colectividad.

Quién lo dijo?
Massa?, Magnetto?, Carrió?

09 agosto 2013

Hay que elegir preguntarse

Algunas claves, en forma de preguntas, del domingo.

- Escasean las encuestas domiciliarias, porque son más caras. Obviamente, son más seguras. La inmensa mayoría de las encuestas son telefónicas, y están dirigidas a teléfonos fijos. Y cualquiera que se haya tomado el laburito de dejar un rato la internet de lado, cruzar la General Paz y bajar de alguna autopista hasta donde las calles no tienen nombre, saben que los teléfonos fijos ahí no existen más. Tenemos altos celus predictivos, ahí.  O sea: hay un sesgo (más allá de que todo encuestador conoce esto) de subrepresentación en las encuestas de los sectores de clase baja.

- Si la elección se decidiese en "la opinión pública", no caben dudas que el kirchnerismo no debiera pasar del 15% a nivel nacional. Ponele que en términos de opinión pública hay un 15%, como mucho, de fanáticos kás, pero no más. El problema, amigos, es que en las elecciones no votan solamente los que conformamos la opinión pública. Además de los que leen y discuten diarios, de los que llaman a las radios, de los que ven 678 y TN, de los que están de un lado de la grieta y del otro, de los que están en Argen y en Tina, votan todos los demás. Y como cada voto vale uno y se cuentan todos, es obvio que el oficialismo va a sacar mucho pero mucho más que esa minoría (Una inquietud a futuro: cuánto soporta una sociedad tamaña división entre "opinión pública" y "resultados electorales"? Hasta cuándo? Cuántos "cacerolos", legítimamente ideologizados de que todo es una mierda y que los que están son todos chorros, malos, perversos y "claramente rechazados por la mayoría de la gente", se van a poner de la nuca al no entender cómo "la gente" vota como vota. Pronóstico del lunes: probables chaparrones de voto calificado, tormentas en Tina y precipitaciones copiosas de gastritis abc1.

- Enlazado con lo anterior y subproducto de aquello: hay un voto kirchnerista "vergonzante" que no se expresa en las encuestas ni en las charlas "familiares", pero que se pondrá en acto el domingo?

- Que el oficialismo va a ganar en términos nacionales no hay dudas. Y que, por ende, no tendrá mayores problemas de gobernabilidad en el Congreso, ni en diputados ni en senadores. Pero.

- El resultado electoral en PBA...eso sí cambia el escenario? Sí. Porque, gane o pierda por un poco (lo que todo indica que va a suceder, que Insaurralde gana o pierde por un par de puntos) abre todo un nuevo escenario de cara al futuro. Abre el escenario de la sucesión. Sucesión que, en virtud precisamente de cómo está armado el escenario político hoy, solo puede darse hacia el interior del peronismo. Lo que empieza este domingo son los próximos dos años, que finalizarán cuando en otro domingo se elija un nuevo presidente de la Nación.

- Cómo tramitará el kirchnerismo esta etapa que hasta ahora nunca debió atravesar? Será creativo, como lo fue hasta ahora en momentos decisivos? O será conservador, como lo fue hasta ahora en momentos de bonanza? Se asumirá el kirchnerismo como una etapa más del movimiento nacional y popular (una etapa que nace con Yrigoyen pero se hace adulta con Perón) o triunfará una visión que se autocelebra como fundante?

- Lo que es seguro es que, luego de 10 años de gobierno, el oficialismo ha hecho méritos para seguir siendo -a pesar del desgaste, a pesar de los errores, a pesar de tantas cosas- el centro del dispositivo en el tablero político. Todos siguen -insisto, hasta ahora- satelitalmente en derredor de él. No es poca cosa.


08 agosto 2013

PakaPaka

Con memoria, con amor, con optimismo, con fe, con trabajo, con educación. Y con deporte.
Jeje.


02 agosto 2013

Afiches


Cruel en el cartel,
la propaganda manda cruel en el cartel,
y en el fetiche de un afiche de papel
se vende la ilusión,
se rifa el corazón...
Afiches. Homero Expósito.




Tengo una pésima noticia que darles, y no quiero dar vueltas, porque por dar vueltas el mundo está como está. Ya lo dijo Perón, “si quieren que algo no se resuelva, creen una comisión”. La frase seguía, y seguía así “y empecemos a darles vueltas y vueltas a las cosas”. Bueno, yo no quiero darle más vueltas. Aunque ya lo dije, claro, no viene mal reforzarlo. Así que, bueno, lo digo, aunque caiga mal, aunque muchos ahora, en un ratito se horroricen.
El bien común no existe.
Es una mentira. Y es una mentira que crearon aquellos que tiene conciencias débiles y entonces deben calmar sus conciencias pensando que hay algo, algo misterioso, evanescente, mágico, que, de modo misterioso, evanescente y mágico, nos puede hacer bien a todos.
Falso. Las bolas. Sería hermoso, pero no bello. La belleza sí existe. Yo la conozco. Duerme conmigo.  Y es la única verdad. La verdad 22. La verdad 21 es lo que sí nos une a todos. Y es que todos queremos estar mejor. Mejor que qué?  Mejor que antes. Antes de qué? De esto. Eso sí nos une. Y ahí se acabó lo que nos une. Claro, es relativo. Porque también están los que son masoquistas. Y esos quieren estar peor. Pero para los masoquistas estar peor es estar mejor, así que volvieron al movimiento. Al amplísimo movimiento de lo que nos une a todos: estar mejor.
Y ojo. Que tampoco voy a caer en el simplismo de que el bien común no existe y entonces lo único  que existe es el conflicto y con eso justificamos todo. Falso. Las bolas. Porque para combatir ese simplismo está la política. Y la política es convencernos y convencer de que podemos encontrar ciertos mínimos comunes denominadores que nos unan. Claro. El problema es que la política es difícil. La política real es difícil. Porque en la política real no hay dos grandes campos antagónicos. Los campos antagónicos son muchos. Diversos. Múltiples. Cambiantes. Móviles. Como la física cuántica, digamos, (¿era la física cuántica?) que la observación modifica lo observado y entonces ya no sabemos si observamos o creamos lo observado por el hecho de haberlo observado.
Entonces: que tampoco se trata de que hay buenos y hay malos. Porque en el fondo, pensar así es ocluir (al carajo, como escribo poco me doy el gusto de escribir ocluir) el conflicto. No. Sería hermoso. Que haya buenos y que haya malos. Como en los comics. Esos son los malos, estos son los buenos. Pero no. En la vida real, y en la política real, no es así. En la política real hay belleza, que eso sí existe. La política real está llena de seres humanos reales. Y los seres humanos reales somos complejos, diversos, múltiples, cambiantes. Somos bellos.
Entonces, en la política de laboratorio, la fácil, es fácil decir: aquellos son los malos. Nosotros somos los buenos. Por ejemplo: los peronistas son los malos. Nosotros somos los buenos. O, bien, al revés: los capitalistas son los malos, los trabajadores somos los buenos.
Claro. Después te toca un paro de trenes como el de hoy a la mañana. Y trabajadores son todos. Los que paran. Y los que quedan parados en las estaciones de los trenes. Y carajo, se te va la política de laboratorio a la mierda. Quién es el malo ahí? Quién es el bueno?
Y ahí tenés que elegir. En la política real tenés que elegir. Cada momento. Cada instante. En cada curva. Y elegir depende de vos.
Porque también podés elegir ser un pelotudo. Y sumar. Sumarte a la masa de boludos que creen que las cosas son fáciles. Como que basta tener una buena conciencia. Una buena conciencia que te dice que el bien común existe. O una buena conciencia que te dice que lo único que existe es un conflicto entre nosotros y ellos. O entre Argen y Tina.  
Tengo otra mala noticia que darles: no hay slogan que pueda contarles ni remotamente la verdad. Porque la verdad no existe. Sólo existen nuestras elecciones.

Hagámonos cargo, que hay cosas que nos unen y caminemos distinto que juntos podemos elegir seguir haciendo. 




26 junio 2013

Se larga la campaña

Bueno. Falta poco. Ya empieza.
Esa etapa que tanto nos gusta y a la que tanto odiamos.
Si, somos contradictorios. Porque somos agnósticos, vieron? Entonces ni creemos ni queremos dejar de creer.
Y en estas cosas no creemos. Pero las hacemos. Y como.

Bueno. No tan así...
Pero como me gustaría tener un candidato que se deje hacer este tipo de cosas... los pesamos los votos.

23 junio 2013

Mapa y territorio

Re-flexiones.
Quizás haya que ir asumiendo que, a la hora de construir poder político en estos tiempos tan actuales, los flujos y reflujos se dan entre campos supuestamente antagónicos, pero que en el fondo se complementan y hacen una ecología sustentable del sistema político: el mapa y el territorio. Que, conocido es, no es lo mismo. Como no es lo mismo la cosa que el nombre de la cosa.
Sin embargo, en un aparente juego de espejos, el mapa (aquí y ahora entendiendo por tal al posicionamiento en la opinión pública, el grado de conocimiento, las menciones en los medios, el political show), es decir la máscara superficial del naciente massismo, se contrapone al territorio (aquí y ahora entendiendo por tal a la construcción más firme y menos expuesta en los mapas), los intendentes peronistas del conurbano bonaerense.

Pero ojo: que no se trata aquí de blancos y negros (enfermedad que parece haberse tornado epidémica en vastos sectores del análisis político argentino). Porque los matices hay que verlos. Y los matices nos dicen que Massa juega al juego del marketing comunicacional, pero "cierra" con intendentes con peso distrital efectivo, con una amplitud que va de Posse en el norte a Giustozzi en el sur.
Y el FpV traduce una lista que se construye alrededor del poder territorial municipal, pero pone como cabeza de lista al chaboncito que con lindos trajes estuvo en lo de Tinelli varias veces y en las revistas "del corazón" otras tantas.

Nadie mea agua bendita ni comulga sin tener que confesarse antes.
Lo único permanente es el cambio. Posicional, agrego.

Un abrazo sincero a aquellas organizaciones políticas que quedaron afuera de los cierres aunque no lo merecían. Y otro a aquellos que colaron a fuerza de traición (ya saben, y si no insisto: defiendo "la traición" como motor de la práctica política, basándome en hechos históricos. El último de ellos, un tal Néstor Kirchner "cargándose" a un tal "Eduardo Duhalde". O sea: lo que cuenta son los objetivos de una acción, lo que gusta en llamarse "estrategia" y no los modos de una acción, lo que gusta llamarse "táctica". Esa es la ética "realmente existente" que debiera guiarnos).
Porque, y si no me creen preguntenlé a Scioli, peor que ser leal o ser traidor hasta las últimas consecuencias, es no ser ninguna de las dos cosas.

13 junio 2013

La Patria es el otro

Hay que endurecerse, sin perder la ternura jamás.
Che Guevara

Las pelotas. Si te endurecés, te endurecés. Y listo. Sin vueltas.
La pregunta que cabe hacerse es la siguiente: ¿siempre hay que endurecerse? ¿para qué endurecerse? Ponele que estás en medio de la sierra, cargando un fusil y cagándote a tiros. Digamos que, mejor, ahí endurecete. Pero suponete que, en medio de un claro, en mitad de la sierra, justo en la línea de tiro, se te cruza una familia campesina...¿tirás igual?, ¿al menos dudás? ¿de qué te vale ahí, en ese efímero instante, la dureza? ¿para tirar?

Cosas que no me banco.
Abrir el tuiter, a la mañana, y leer a compañeros que, con los bomberos todavía sacando heridos del tren, empiezan a tejer teorías conspirativas exculpatorias. Y me banco mucho menos eso que leer a adversarios políticos, encabezados por grandes formadores de opinión mediáticos, escribir con un cierto goce morboso ante el accidente. Frotarse las manos de sangre, se llama eso.
El punto, el punto al que quiero ir, es que me jode más leer lo que leo "de los propios" que lo de los ajenos. Y me jode más porque si bien uno siempre se constituye en la diferenciación de un otro -entonces muchos de nosotros nos constituimos por oposición a quienes se nos oponen-, constituirse en la diferenciación no quiere decir "ser el opuesto". Entonces si el otro es un canalla, ¿uno pasa a ser un canalla de signo contrario?
No. La diferenciación a la que uno quisiera aspirar es una diferenciación cualitativa. Si el otro es un canalla, si el otro de algún modo "festeja" que este accidente golpea políticamente a la Presidenta, al gobierno nacional y al proyecto político que sustenta lo anterior, uno no puede responder igual pero al revés. Uno debe ser mejor que eso. Ser diferente, quisiera pensar, es ser mejor.

Entonces: aprender a callarse la boca cuando hay que callarse la boca. Y aprender a reconocer los errores. Reconocer que el gobierno -sea un accidente, sea un siniestro, sea un atentado, sea lo que sea- tiene una responsabilidad ante lo sucedido. Esa responsabilidad podrá ser mayor o menor. Podrá tener consecuencias judiciales o simplemente políticas. Pero, aún más no sea en el fracaso en evitarlo, responsabilidades tiene. Y nosotros, como simpatizantes o militantes o funcionarios, tenemos una cuota parte de responsabilidad. Y hay que hacerse cargo. Llevamos 10 años de gobierno. Diez años de un gobierno transformador. Diez años de muchísimas conquistas y mejoras. Pero llevamos 10 años. Y esto implica, al menos, reconocer que falta muchísimo y, sobre todo, que no siempre hacemos todo bien. Basta decir: en transporte público se hizo nada al principio, poco después y un poco hace poco. Hacerse cargo. Si tenés las convicciones bien puestas, te hacés cargo.

Se hace política para cambiar la realidad. Y para cambiar la realidad se tiene que ganar elecciones. Y las elecciones se ganan para acceder a puestos ejecutivos de gobierno. Y se accede a puestos ejecutivos de gobierno para tratar de cambiar lo existente. El poder por el poder en sí es la contracara exacta del, por decir algo, el arte por el arte. Es la deshumanización. Es el vacío de sentido.

El momento en que uno abandona eso para pasar a ser un "justificador" de lo existente es el exacto momento en que uno deja de ser un militante político para ser un burócrata del poder. En general, cabe admitir, a los burócratas del poder les va mejor que a los que pensamos de este modo. Es cierto. Y podés ser un burócrata del poder teniendo un cargo muy alto o no teniendo ninguno. Es una cuestión de actitud. Después estamos los otros. Los que nacimos para romper las pelotas incluso a nuestros propios compañeros. Los que los molestamos. Los que meamos el asado de la autocomplacencia. Los que les recordamos que el único jefe es el pueblo. El bienestar del pueblo. Sobre todo del pueblo humilde. El pueblo trabajador. El pueblo que se toma el Sarmiento todas las mañanas.Y que todos los demás somos, debemos ser, empleados de ellos. Que es lo mismo que decir, empleados de nosotros mismos.

La familia está ahí, en medio del claro, en la línea de tiro ¿Cuán revolucionario es matarlos? Vos. Sí, vos. Vos que estás leyendo...¿tirarías? Hay que elegir. La libertad es tirana: tenés que elegir. Siempre. Cueste lo que cueste.
La Patria es el otro.


12 junio 2013

La reseca de la resaca. Parte 2


Tener que vérmelas con la resaca
entonces navegar se hace preciso
en barcos que se estrellen en la nada
Vivir atormentado de sentido, creo que esta, sí, 
esta es la parte mas pesada.





11 junio 2013

La resaca



Cada día que pasa

Sin excepción, casi por naturaleza o desatino,
todos los días, a la mañana, temprano,
ando por este camino. Llego tarde al trabajo y con
      alegría, cuando
es necesario llegar más temprano
y con indignación o repugnancia o sed
de venganza o rabia. Todo esto
no me martiriza ni me apena, aunque parezca
lo contrario y tenga olor a traición; sé muy bien,
con toda impaciencia, que el ocio
llegará algún día con la revolución. Y que ni una cosa
ni la otra vienen de la tristeza o de la impotencia.

Voy cansado, es cierto, harto como todo el mundo que se precie,
o con desaliento; pero nunca falta
alguna cosa, un olor,
una risa que me devuelva,
para valer la pena; recién entonces empiezo a convencerme;
calles sucias y bocinas y el tráfico
alucinado y dormido todavía; viejos conocidos,
como el destino
o la bruma de la ciudad. Y
el mal semblante; la desconfianza
en los ojos, en los grandes ojos de la gente
hechos para volar. Manos enrarecidas
que rodean
la calle sitiando su respiración. Dominados
del mundo; empleadas
tersas y vulgares bajando
de coches lujosos de los dueños
de otras empleadas, y así sucesivamente. 


Paco Urondo



Resaca. La reseca tiene muchos significados. De todas ellas, a mí me gusta aquella que refiere a los residuos que la marea deposita en la orilla cuando hubo "mar de fondo". Salen allí, y respiran, dejando el aire viciado pestilencia, las algas en podredumbre, prontas a abonar otras tierras; las viejas sogas que alguna vez ataron una vela de un barco que tenía un destino; las piedras más pesadas, aún en medio de su realización entre asistir a los suicidas y transformarse en fina arena para los bañistas del verano. 

En la resaca, y por eso me gusta esta acepción, se puede ver el tránsito entre lo que se va muriendo y lo que alguna vez nacerá. La resaca es el máximo optimismo que podemos permitirnos los agnósticos. Una especie de vitalismo que solo encontramos en el devenir de la historia (¿será por ello la nostalgia?). Necesitamos del tiempo para ser. Un tiempo en que fuimos, un tiempo que no sabemos qué ser, un tiempo en que seremos. 
Los creyentes no tienen estos problemas. Y por eso sufren, sin saber, el mismo grado de envidia que de desprecio. 
Sin excepción, casi por naturaleza o desatino, todos los días, a la mañana, temprano, ando por este camino. Voy cansado, es cierto, harto como todo el mundo que aprecio, a con desaliento. Pero nunca falta alguna cosa. Está adelante. 


31 mayo 2013

Tierra, Familia y Propiedad

Anoche soñé que repartíamos espejos en la plaza. Pero no eran espejos así nomás, no. Eran espejos medio mágicos que te reflejaban lo que no querías ver cuando te ponés adelante de un espejo. Me acuerdo de uno en especial, pero no era un espejo, no, ya les dije. Ese, cuando se prendía, y se prendía adelante de muchos de nosotros, tomaba la forma de una carta. Una carta que decía:

hola soy sandra de perez tengo 36 años mi consulta es estoy pasando por un momento muy critico con mis hijos tengo cuatro menores y estoy viviendo de prestado de unos amigos pero tiene problemas y tienen ke vender la propiedad y yo no tengo donde ir yo estoy cobrando solo el plan universal por hijo y algun trabajo por hora pero tengo un chickito de cuatro años y no tengo con kien dejarlo y yo solo kiero pedirle con todo respeto ke hago con mis hijos sin casa y en la calle yo no kiero nada gratis un techo digno para mis hijos yo con el plan mucho no puedo pagar pero si lo tengo ke hacer lo hago estoy desesperada YA HABLE CON EL MUNDO y no tengo respuestas ni sikiera me escuchan señor disculpe mi atrevimiento pero no tengo mas a kien pedirle y usted esta para el pueblo no? en los planes de vivienda no me kieren anotar porke no tengo ingresos en blanco y entonces me kedo sin casa si no tengo donde vivir les digo estoy cobrando solo el plan pero con eso no se puede anotar bueno lo dejo de molestar mil gracias espero su respuesta k de verdad necesito ayuda. 

Vivienda. Empleo. Trabajo en negro. Guarderías en los barrios para las madres que trabajan.
No hacen falta grandes encuestas ni magníficos focus. No hacen falta equipos técnicos. Ni congresos de especialistas. Lo que hacen falta son más espejos rompepelotas, como los que sueño antes de despertar para escribir sobre que lindo es estar despierto y tener un espejo donde mirarse.  
 

29 mayo 2013

Confirmado: hay un "fin de ciclo K"

Es hora de asumirlo, de decirlo sin vueltas, sin temores: los opositores tienen razón y se viene el "fin de ciclo de los K".

Lo dijeron intelectuales de la talla de Sebreli, literatos como Majul y cómplices civiles de la dictadura como Massot. También dicen que lo dijo Massa. Y la oposición lo dijo en 2009. Van deer Koy y Macri también lo dijeron. Y Morales Solá, siempre tan previsor, empezó a decirlo en 2008 y lo sigue diciendo hasta ahora. Y hasta el mismísimo vicepresidente de la Nación -todos de pie, por favor-, Amado Boudou, se subió a la ola y dijo que había un "fin de ciclo", claro que esta vez se refería al del neoliberalismo.

Bueno, tengo una noticia para darles. Creo que no les va a gustar, pero es mi obligación castellana.
¿Qué carajo es un "ciclo"? Un ciclo, según la Real Academia Española, es alguna de estas cosas:

1. Período de tiempo o cierto número de años que, acabados, se vuelven a contar de nuevo.
2. Serie de fases por las que pasa un fenómeno periódico.
3. Conjunto de una serie de fenómenos u operaciones que se repiten ordenadamente.

O sea, muchachos, amigas, amigos, si lo que están deseando es que el kirchnerismo se termine, diganló bien y no sean bestias: "que se termine el kirchnerismo". Porque si siguen hablando de "fin de ciclo" lo que están diciendo es lo contrario de lo que quieren decir. 

No sea cosa de que les pase esto, propio de los que somos politeístas y creemos en Perón, Evita y el pueblo. 


13 mayo 2013

Uma década ganhou

Si son ciertos los números, ni idea.
Pero qué lindo que lo hacen. Les tengo más envidia en esto que cuando ganan los mundiales, mirá si les tendré envidia.




07 mayo 2013

Es Otoño, muchachos...


Es Otoño, muchachos. Salid a caminar.
Otoño en su momento inicial, más hermoso.
No os engañará este azul casi alegre?
¿Alegre?
¿La profundidad tiene alguna vez alegría?
¿No os engañará este verde joyante por momentos?
¿O esta invitación alada de la tarde?
No, una honda presencia deshace las azules sombras
y apaga la alegría del campo
—un luminoso, puro sueño que tiembla.
¿Cómo, y la tarde no se corona de flores
como de un fuego quieto de ángeles guardianes?
Ya está el viento, muchachos, el viento del otoño, del otoño,
violento o suave casi como un suspiro,
una enfermiza alma
de qué oscuros reinos?
que revela en las cosas
un herido pensamiento
de sorprendidas criaturas.
El viento,
niño fúnebre que juega con las últimas ilusiones del cielo
hasta darle una aguda limpieza de extraña agua final.
El viento, muchachos, el viento infinito.
Días en que hay que ir a beber agua clara.

Como pasa el tiempo.

Esto lo escribí hace ya cuatro años. Sigo extrañando a mi vieja y ya no me olvido de sus cumpleaños. Ni de las cosas que intentó enseñarme y que tratamos de seguir aprendiendo.


18 octubre 2009

Ese brillo en tus ojos

"Mi vieja cumplía años los 3 de mayo. Entonces siempre recordaba que sus cumpleaños infantiles “fracasaban” culpa del peronismo. Lo explicaba así: "Como todos los primeros de mayo se celebraba el día del Trabajador, los laburantes iban a la Plaza y empezaban a corear “mañana San Perón, mañana San Perón. Y entonces Perón daba asueto. Y ahí volvían a cantar “Pasado Santa Evita, pasado Santa Evita”, y Perón daba asueto de nuevo. Culpa de eso, cuando llegaba mi cumpleaños hacía tres días que era feriado y no había nada abierto y yo me quedaba sin torta y sin festejos”.
Eso recordaba hoy a la mañana mientras miraba el cielo perfecto de un día peronista. Y también pensaba en que nunca me dediqué a chequear la veracidad de su recuerdo infantil. Sospecho que, a lo sumo, eso puede haber pasado una vez, o dos, pero no creo que Perón fuera tan, como decirlo, festivo. Sin embargo así estaba inscripto el recuerdo en su memoria. 
A pesar de tamaña decepción, que podría haber ameritado la formación de un cuadro decididamente gorila, mi mamá –bien de clase media- siempre fue peronista.

Y lo explicaba así: "tu abuelo se había hecho peronista incluso antes del 45, pero yo no me hice peronista por eso. Me hice peronista porque tenía una compañera de la escuela, la Negrita, que era huérfana y muy muy pobre y muy muy tímida. Y por eso era muy segregada entre las chicas y a mí me angustiaba. Pero un día llegó a la escuela con un guardapolvo flamante y útiles nuevos y lápices de colores. Ese día ella entró al aula con la cabeza bien alta, erguida, orgullosa y peinada con trenzas. Sus ojos brillaban cuando me contó el beso que la había dado Evita al visitar el orfanato. Es como una mamá, me dijo. Teníamos siete años, pero me acuerdo como si fuera ayer".
Yo también mamá".

En aquel post, mi hermano me pagó este comentario:
http://www.youtube.com/watch?v=sRlGFL2z70E

Hacemos lo que podemos, madre. Feliz cumpleaños.

02 mayo 2013

La soberbia de la infinita derrota


Y después...
La noche enorme en el cristal,
y tu fatiga de vivir
y mi deseo de luchar.


Hay que empezar por uno. Es el único modo de estar a la altura de lo que sucede. Porque lo que sucede es, en parte, expresión clara del individualismo. Claro, a diferencia de otros tiempos, el individualismo no sale de las entrañas de los de abajo (voy a decir algo que sorprenderá a las buenas conciencias: no todos los "de abajo" son buenos. Hay flor de hijos de puta entre los que nosotros elegimos como bandera para sobrevivir, para pelear día a día, para remar rumbo a la magia, Magia), como decía, el individualismo no sale de abajo, sino de las oficinas más encumbradas. Esas oficinas tan cerca de Puerto Madero, tan lejos de donde a mí me gusta caminar.

Un día, no hace mucho, me encontré releyendo a Fukuyama, sí a Fukuyama, para entender por qué decía lo que decía alguno de los nuestros. Carajo, que duele. No hay, nunca lo voy a aceptar, fin de la historia. Al menos, no la hay hasta que no haya un solo pobre en nuestra Patria. Y eso, amigos, nunca va a pasar. Por eso, sólo por eso, siempre vamos a ser necesarios. Porque el futuro está adelante, no acá. El acá es, y claro que lo es, el mejor modo de pensar un futuro mejor. Pero acá apenas si empezamos a hacerlo.

Hoy me dijeron: "no entendés nada de política". Lo que querían decirme, pero no podían, era que no entiendo nada de hacer caso. De obedecer. De aceptar algo porque lo dice alguien que es "más importante que vos". Ajá. El que me lo dijo tiene razón, y eso es triste para mí, que allá cuando tenía 15 años decidí dedicar mi vida a la política. Y que todo lo que hice desde ahí fue estudiar, prepararme, formarme, para la política. Y que oscilo desde siempre entre el periodismo y la comunicación como herramientas de construcción ideológica.

Hay momentos, y claro que lo entiendo, en que uno debe aceptar sus limitaciones. Bueno: estas son las mías.  Solo me caso con los sectores populares y siempre voy a estar dispuesto a divorciarme de los que se olvidan de ellos. Sí, soy un gil. Pero miro a mi hija de frente. Sí: a veces soy un mercenario. Pero un mercenario culposo. Un mercenario que no se vende al mejor postor, si no al menos malo. No soy un revolucionario, pero mucho menos soy un chanta que se vende como tal, amparado en las comodidades de las coyunturas. Algunos tenemos un compromiso con los espejos y con los ojos que nos reflejan cuando es de noche.

Algunos, hablando de algunos, admiramos a los Jauretche desde antes de que se ponga de moda. Capaz no lo saben, pero Jauretche apenas era un director de banco provincial antes de renunciar y dedicarse a ser Jauretche. Y nadie sabe el nombre del tipo que era el capo del Banco Provincia.

Jauretche, por cierto, y Homero Manzi, pero qué maravilla, eran de Forja.
Veremos quién pierde qué cosa.






25 abril 2013

Lo de los diputados es un robo

Lo de los diputados opositores, digo. Porque lo que están denunciando no puede sostenerlo seriamente nadie que tenga un mínimo de experiencia parlamentaria.

Repasemos las "denuncias":
1. "El oficialismo dijo textualmente que iba a violar el reglamento porque quería votar todos los artículos en una sola votación y eso no se puede"

Es así?
No. Sí se puede. Tal como lo indica el Reglamento en su

Artículo 192
Toda votación se limitará a un solo y determinado artículo, salvo que la Comisión de Labor Parlamentaria o el cuerpo acordaran hacerlo capítulo por capítulo o título por título.

2) La diputada Comelli (o como corno se llame) se había abstenido y luego cambió el voto a sí.
Bueno. Repasemos esto: en las votaciones tenés que votar afirmativa o negativamente. Sólo podés bastenerte si el cuerpo te habilita antes. 
 
Artículo 193
Toda votación se reducirá a la afirmativa o negativa, precisamente en los términos en que está escrito el artículo, proposición o período que se vote.


Artículo 197
Ningún diputado podrá dejar de votar sin permiso de la Cámara, ni protestar contra una resolución de ella; pero tendrá derecho a pedir la consignación de su voto en el acta y en el Diario de Sesiones.

16 abril 2013

Nosotros somos esto

¿Es verdad? No sabemos. Pero perfectamente podría serlo. ¿Podemos esperar a que se investigue para decir algo? ¿Mientras tanto qué hacemos? No. No podemos. Porque si esperamos perdemos ¿Qué perdemos? Perdemos autoridad. Autoridad para opinar, autoridad para convencer, autoridad frente a nosotros mismos. 

Entonces juguemos a que todo es verdad. Banquemos la parada.
Y digamos:

No es lo mismo. No es lo mismo un hecho de corrupción realizado bajo el amparo de un gobierno liberal o conservador que de uno popular. Por supuesto que no nos referimos a una valoración moral de los supuestos delincuentes, si no al impacto que el mismo tiene sobre la sociedad.
Y no es lo mismo porque no se espera -no esperamos- lo mismo de un gobierno cuyo norte y máximo valor es la generación de ganancias, el lucro, la glorificación del éxito personal a costa de otros; que de otro que asienta su sentido de existencia en el crecimiento para la inclusión, la defensa de los más humildes, la búsqueda de una sociedad más justa. 

Como en términos individuales, uno no es lo que es sino esa rara mezcla entre lo que uno desea ser y lo que los demás piensan que sos. La conformación de una identidad -personal, colectiva, política- nunca es enteramente autónoma: no somos libres para ser. Somos con otros. 

Y en este sentido, poco importa si los hechos denunciados por Lanata son verdaderos o falsos. Eso importa, claro que importa, para el Poder Judicial y para una cosa que gustamos en llamar, a falta de un nombre mejor, justicia. Porque así como para evaluar las acciones políticas de un gobierno no debemos mensurar la categoría moral de sus ejecutores (si la medida "es buena", con el relativismo ideológico que tal condición tiene, "es buena" más allá de que quien la tome sea "malo"), sí resulta absolutamente cierto que un hecho delictual hecho a la sombra de los gobernantes tiene un impacto político y moral. Y lo que a mí me preocupa es el impacto político y moral que tiene sobre los seguidores de este gobierno. 

Porque acá hay que sacarse algunas caretas. Y que se indignen por un choreo los tipos que moralmente consideran que vale todo con tal de "triunfar en la vida", francamente me importa poco y nada. Acá no hay ni un atisbo de consenso con tipos que se indignan con esto al amparo de la envidia, que bien les gustaría a ellos "fugar" un par de palos de euros.

 Pero que se queden absortos y descreídos y desamparados y titubeantes las millones de personas y los miles de militantes políticos que sí acompañan a este gobierno, sí me importa. Y mucho. Porque soy uno de ellos. 

Vamos, digamosló con todas las letras: ¿qué carajo tiene que ver con nosotros un tipo como Fariña? ¿Cuál es la unión que nos une a personajes de la ostentación, del lujo vulgar, de esa estética tan noventista? Nada. Absolutamente nada. No los merecemos. Nosotros no somos eso ni lo queremos ser. Nosotros somos lo que somos con los pobres, con los desempleados, con los que sufren, con los que se rompen el culo entrando a una fábrica a las 5 de la mañana, con las madres que dejan a sus hijos solos para ir a laburar. Eso somos. 

Somos los que queremos dar la batalla para desmantelar el macabro mecanismo de que la plata ganada con sudor argentino se la lleven -muchos, muchos- a los paraísos fiscales. Porque el desafío para seguir creciendo es conseguir que la inviertan en producir. Y en la pelea especulación versus producción el rol del Estado es central. Y para eso el Estado debe tener poder. Poder que se diluye si queda en medio de actos así. 

Las paradojas. Las paradojas donde los denunciantes y los denunciados tienen mucho más en común que lo que los diferencia. Bolivia y Versacce. Ferraris y Audis. Puertomaderismo y Estragamous. 

En cambio, de este lado, acá donde bancamos a este gobierno precisamente por las cosas que esa clase de gente detesta, tenemos el derecho y la obligación de no hacernos los boludos. Y de exigir respuestas. Y pedimos respuestas políticas además de las judiciales. Y las pedimos porque no vamos a permitir que negreen nuestros sueños. Nuestros ideales. Y vamos a defender lo hecho y, sobre todo, lo que falta -lo muchísimo que falta- por hacer. 

Y no vamos a dejar que unos tilingos nos lleven puestos. Porque somos esto y estamos acá para siempre.  

15 abril 2013

Arriba del tatuaje, esta pechera


La acción política es cuantitativa
En la organización política también hay que pensar en la construcción.
Hay que construir el andamiaje orgánico y rellenarlo bien, sin mirar mucho.
¿Por qué? Porque la acción política es cuantitativa.

La acción de gobierno es cualitativa
Si pensamos en el gobierno, allí sí que hay que pensar de otra manera,
porque la acción del gobierno es cualitativa. De manera que, al compulsar
todos los elementos de la conducción, nosotros debemos tener, como punto
de partida, que la perfección se alcanza en lo orgánico.
Hay que trabajar de la periferia hacia dentro. Alcanzada la perfección orgánica se puede alcanzar la perfección humana.

Perón, Conducción Política.

Me voy a tatuar esto en la Bond Street



LA BUROCRACIA
Max Weber, Ensayos de Sociología contemporánea.

1. Características de la burocracia moderna:
I. Existe el principio de zonas jurisdiccionales fijas y oficiales, generalmente organizadas por regulaciones administrativas (normas).
1. Las actividades requeridas para los fines de la estructura burocráticamente gobernada se distribuyen como deberes oficiales.
2. La autoridad que da las órdenes está distribuida de forma estable y se halla estrictamente delimitada por normas que pueden ponerse a disposición de los funcionarios.
3. Se adoptan medidas metódicas para asegurar el cumplimiento regular y continuo de deberes y para la ejecución de los correspondientes derechos; sólo se emplean personas que posean las calificaciones generalmente reguladas para servir.
En el gobierno público y legal, estos tres elementos constituyen la "auto­ridad burocrática". En el dominio económico privado, constituyen la "admi­nistración" burocrática. La burocracia sólo se halla plenamen­te desarrollada en comunidades políticas y eclesiásticas dentro del Estado mo­derno, y, en la economía privada, sólo en las instituciones más avanzadas del capitalismo.
II. Los principios de jerarquía de cargos y de niveles de autoridad graduada suponen un sistema de sobre y subordinación firmemente organizado, en el cual existe una supervisión de los funcionarios inferiores por los superiores. Este sistema ofrece a los gobernados la posibilidad de apelar la decisión de un departamento inferior a su autoridad superior. Con el pleno desarrollo del tipo burocrático, la jerarquía de cargos se organiza monocráticamente. El principio de autoridad jerárquica de cargo se encuentra en todas las estructuras burocráticas: en las estructuras estatales y eclesiásticas, así como en grandes organizaciones de partido y en empresas privadas. Para el carácter de la burocracia es irrelevante que su autoridad sea considerada "privada" o "pública".
Cuando se pone en práctica el principio de "competencia" jurisdiccional, la subordinación jerárquica ‑al menos en los cargos públicos‑ no significa que la autoridad "superior" simplemente se halle autorizada a hacerse cargo de los asuntos de la "inferior". En realidad, lo contrario es la norma. Una vez establecido y habiendo cumplido su misión, un cargo tiende a seguir existiendo y a ser ocupado por otro titular.
III. La administración del cargo moderno se basa en documentos escritos ("los archivos"). Por tanto, existe un personal de funcionarios subalternos y escribas de todo tipo. El conjunto de funcionarios dedicados a un cargo "público", junto con los instrumentos materiales y los archivos constituyen un "negociado". En la empresa privada, "el negociado" a menudo se denomina "la oficina".
Los fondos y equipos públicos se hallan separados de la propiedad privada del funcionario. La oficina del ejecutivo está separada del hogar, la correspondencia de negocios de la privada y los fondos del negocio de las fortunas privadas.
IV. La administración de un cargo presupone una preparación profunda y experta. Esto se aplica cada vez más al ejecutivo moderno y al empleado de las empresas privadas, del mismo modo como se aplica al funcionario público.
V. Cuando el cargo se halla en pleno desarrollo, la actividad del funcionario requiere toda su capacidad de trabajo.
VI. La administración del cargo sigue normas que pueden aprenderse. El conocimiento de éstas representa un saber técnico especial que posee el funcionario.

2. La posición del funcionario.
Todo ello tiene las siguientes consecuencias para la posición interna y externa del funcionario:
I. La ocupación de un cargo es una "vocación". Ello es evidente en la exigencia de un curso de preparación firmemente prescrito, el cual exige la plena capacidad de trabajo durante un largo período de tiempo, y en los exámenes generalmente prescritos y especiales que constituyen un prerrequisito para el empleo. Además, la posición del funcionario posee naturaleza de deber. El acceso a un cargo, incluidos los de la economía privada, se considera como la aceptación de una obligación específica de administración fiel a cambio de una existencia segura. Es decisivo para la naturaleza específica de la moderna lealtad a un cargo el hecho de que éste no establece una relación con una persona, como la fe del vasallo o el discípulo en las relaciones de autoridad feudal o patrimonial. La lealtad moderna se entrega a finalidades impersonales y funcionales.
El funcionario político no es considerado el servidor personal de un gobernante.


Ay, me duele un cachito la aguja. 

09 abril 2013

La indignación general

Al principio fue la vagancia. La vagancia de hacer programas de radio amparados en la utilización exclusiva de los mensajes de los oyentes. Hubo un día en que un productor dijo: "tengo una idea!" y ahí se hizo la luz. La idea era esa: baratita, fácil, hija de la tecnología: los contestadores telefónicos. El que puteaba un poco era el editor, que cortaba las cintas de los casetes y los pegaba para "armar el segmento de los mensajes".

Ahí estaba el huevo de la serpiente: "Nadie hace nada", decían y protestaban en la radio Gustavo de Villa Madero, Nancy de Mar del Plata, Cacho de Caballito. Y como nos debemos al público, rápidamente la consigna fue adoptada por, ejem, los comunicadores sociales, que -como todos sabemos- son la cadena de mediación imprescindible entre lo que quiere "la gente" y "los malos". Así que el "nadie hace nada" empezó a escucharse ahora en boca de los Nelsones, los Luises y los Alfredosleucos.

Encima, para colmo, el "nadie hace nada" sirve para todo. Si pierde la selección contra Camboya, si choca el premetro, si cae granizo en Palermo. Para todo.

Me cansé de escuchar ese lamento justificador.
Porque la verdad es que el problema, en todo caso, es el inverso. El drama es que la gente hace cosas. Un futbolista se la come abajo del arco con el arquero tirado, un motorman se distrae y se lleva puesto un fitito en la esquina, una piedra de hielo no se rebela a la ley de la gravedad y cae. Hasta los gobernantes, incluso con lo vagos que pueden ser, hacen cosas. Dejar todo como está, por ejemplo, y paradojalmente, es hacer algo.

La solución, amigos, es exactamente la contraria ¿De verdad estamos cansados del "estado de las cosas"? ¿Es tan así? ¿Posta?
Bueno. La solución, muchachada loca, es esta:

Frente y dorso. En breve a la venta.
Para los que se bancan, de verdad, poner en discusión el sistema.
O callensé y dejen de esgunfiar.

08 abril 2013

Editorial

De cuando uno no escribe, pero la música se filtra y dice lo que hay que decir.



O sea. Queda claro, no?
Ahora sí. A seguir laburando, calladito y tirando para adelante, como un burro.

05 abril 2013

La objetividad y la subjetividad


Pasó la tormenta. Pasaron decenas de muertos. Otra vez: decenas de muertos. Otra: decenas de muertos. Decenas de familias destrozadas. Miles de familias que ahora sufren, mientras se escribe esto, las pérdidas. De abuelas, de hermanos, de hijos, de padres. O sufren, también sufren, la pérdida de cosas: de heladeras, de ropa, de muebles, de vidrios. Eso es objetivo.

Tan objetivo como que los estados, los distintos estados, el municipal, el provincial, el nacional, tienen -seguramente tienen- responsabilidades. Que serán de distinto grado, de distinto tenor. Pero que son. Y eso es objetivo.

Tan objetivo como no soy ingeniero hidráulico, ni rescatista, ni experto en emergencias, ni nada que me permitiera algún tipo de opinión mínimamente seria sobre esas responsabilidades y por ello me abstengo de señalar culpables. Es una sensación tan placentera señalar culpables, no? Y eso es objetivo.

Tan objetivo como que cientos y miles y miles y muchos más compatriotas están, desde que paró de llover, ejerciendo uno de los actos más nobles que el ser humano pueda ejercer: la solidaridad. Es decir: ayudar al otro. Como se pueda. Con lo que se pueda. Desde donde se pueda. Hay quienes lo hacen a través de sus confesiones religiosas, quienes lo hacen a través de organizaciones de la sociedad civil o políticas, quienes lo hacen desde el anonimato y quienes lo hacen desde la figuración. Pero lo hacen. Y eso es objetivo.

Tan objetivo como que desde ayer, en diversos medios y por diversos modos, se ha entablado una especie de campaña demonizadora contra los militantes de La Cámpora que, a todos nos consta, en algunos lados más unidos y organizados, en otros menos y despelotados, en otros junto a otras organizaciones, en otros solos como perros malos, salieron a hacer lo que cualquier militante (Repito. Cualquier militante: político, social, sindical, religioso, agnóstico o anarquista) tiene el deber de hacer: estar junto a los que necesitan ayuda. Y ese estar ahí como militante tiene tres sentidos: uno es íntimo, del orden de la ética ciudadana: ayudar al prójimo te hace bien. El segundo es de carácter personal: para el militante es constitutivo de su conformación como tal. Redundantemente  militar te hace un militante. Por último, hay un sentido que tiene -para cualquier militante (otra vez: repito, para cualquier tipo de militante)- carácter colectivo: uno es uno entre los suyos. Y de ahí la necesidad de identificarte como tal. De ponerte la pechera. La pechera te hace uno ante tus compañeros y te hace uno ante tus vecinos. Portar una pechera, sea de la cruz roja, de Caritas, del PO o de La Cámpora es un orgullo militante. Y esto es objetivo para cualquier militante que sea o haya sido tal.

Tan objetivo como que los medios, o muchos de ellos, no pueden abandonar su infinita necesidad de ignorar la responsabilidad social que como tal tienen. Ayer escuché a un fulano decir en un canal de tele, muy suelto de cuerpo, que si no fuera por los periodistas que vienen a suplir la ausencia de los políticos, las ciudades devastadas por el temporal hubieran caído en una especie de guerra civil. Ni más ni menos. Echan agua a la inundación, fuego al fuego. Son, y esto es subjetivo, unos irresponsables y canallas desalmados iniciando campañas contra aquellos que, mal que les pese, salen al barro de la realidad, lejos de los micrófonos y de los mullidos sillones de los estudios de tv y se embarran. A ver, muchachos: están para apuntar más alto que contra un militante de base. Agarratela con el gobernador, contra el jefe de Gobierno, contra el Intendente, contra la Presidenta. Agarrá e investigá. Y demostrá porque no hacen bien lo que tendrían que hacer bien.
Para investigar, entre otras cosas, sos periodista. Y esto es también subjetivo, claro.

Y es tan subjetivo como mi saludo y agradecimiento a los militantes, a todos los militantes, de todos lados, que hoy por hoy llevan el barro en sus ropas, pero no en sus corazones.