31 diciembre 2011

Finales y principios



Sencillito. Hay que aprender a ser sencillitos. Que no se puede inventar todos los días el hilo negro ni la bandera.
Así que, después de mucho reflexionar gran parte de la madrugada, llegamos a la plena convicción que no hay mejor deseo para todos que este:

Que el 2012 les traiga trabajo, salud y amor. En el orden de la ausencia de cada quien y cada cual. De ser posible, ya que estamos pidiendo, armoniosamente.

Bien peronista, qué tanto. 

30 diciembre 2011

Qué hacemos el año que viene?



Este 2011 no da para más. Ya fue. Basta. ¿Demasiado, no? Cerremos. Pero vieron que el tiempo sigue siguiendo (últimamente estoy monotemático con el temita del tiempo, ¿notaron?) así que un par de días, chau, ya estamos en junio de 2012.

Así que, desde aquí, desordenados, inconexos, chapuceros, algunos puntos de cómo vemos que vendrá el 2012:

- El otro día lo dije en @JunglaPolíticaV: estimo que 2012 es un año de “sintonía fina” para todos: oficialismo y oposición. No hay elecciones y eso te da margen de maniobra y un colchón para explorar con mayor tranquilidad caminos imposibles de recorrer cuando estás en tiempos electorales.
- El gobierno tiene como mayor desafío afrontar lo que necesariamente sucederá: el impacto de la crisis económica global (y su consiguiente menor tasa de crecimiento) y las tensiones que eso acarreará sobre la puja renta-salarios, consumo y producción. De cómo atraviese esa situación, con qué herramientas y con cuáles políticas, será la clave para la elección de medio término de 2013.
- Un dato interesante: si hacemos un poco de memoria, los dos gobiernos kirchneristas parecieran tener una dinámica que se repite: en los años impares (los de elecciones) tiende a la “administración” de lo existente. Y en los pares avanza con medidas transformadoras y que lo han dotado de cierta identidad propia (algunas que salieron bien, otras mal: la 125, la AUH, la estatización de las AFJP, et.). O sea: puede haber un par de sorpresas de esas que nadie prevee. Veremos. 
- La militancia oficialista tiene por delante el asumir que está en una nueva etapa: es  una minoría que, en cierto modo, ahora debe hacerse cargo de “representar” una mayoría, el famoso 54%. Mayoría, como todas, circunstancial. Adaptarse a eso, entender eso en profundidad, puede ser la clave para consolidar un armado propio potente. No se trata de alquimias ni recetas de laboratorio. No se trata de transversalidad vs. Pejotismo o ese tipo de cosas que sólo nos interesan a algunos political junkies. Se trata de organizar, de asumir el aluvión de flamantes “simpatizantes líquidos” y  a la vez contenerlos y –también- nutrirse de ellos. Ser mayoría, ser mayoría, ser mayoría. Es así. 
- La oposición también tiene sus propias y complejas tareas para afrontar. Para empezar, dejar de ser “la” oposición para pasar a ser “las” oposiciones. La estrategia de “todos juntos contra el gobierno porque está todo mal” fracasó estrepitosamente. Los que sepan leer la realidad en vez de Clarín y La Nación tendrán una oportunidad de mejorar. Los que no, bueno, manden saludos por TN.
- El periodismo también tiene lo suyo para el 2012. Quizás, y solo quizás, podamos recuperar cierta serenidad analítica tan ausente en este año que pasó. Y vale para las dos orillas del río. 

- Epílogo, preocupación y deseo: no voy a sumarme al coro que hoy le entra a Feinmann por su reportaje en La Nación. Ya hace rato que Feinmann me parece arrojado al mundo de su ego desmesurado y, solo por eso, sus posiciones han perdido el atractivo que antes tenían sobre mí. Sin embargo, quiero hacer notar un despropósito de esa entrevista. El desprecio petulante con el cual se refiere a los jóvenes militantes oficialistas de hoy: “hay un exceso de pragmatismo y una carencia de ideas. Además, muchos han tomado puestos en el Gobierno, cosa que la Juventud Peronista no había hecho y se pasaba el día hablando de ideas, ideas e ideas”. Mire, profesor: al menos idealmente, se trata de ser gobierno para cambiar la realidad. Y en un sistema democrático, acceder al gobierno es un instrumento, una herramienta –sin dudas la más importante- para trabajar para ese cambio. Sin despreciar la reflexión y el campo de las ideas, abjurar del campo de la praxis es una irresponsabilidad intelectual mayúscula. Lo que importa, en definitiva, es lo que se hace o se deja de hacer desde esos lugares de gestión. Y es por esto que deseo fervientemente que los jóvenes dirigentes y legisladores que han accedido al Congreso y a importantes cargos de responsabilidad institucional se ocupen de un temita que se las trae: la dificultad que las generaciones más jóvenes (y no tanto) tienen hoy y hace tiempo –en todos lados, en todos los segmentos sociales-  para acceder a una vivienda propia. Ya sea comprando o alquilando. Ese imprescindible y necesario paso que los pibes y las pibas deben dar hacia la independencia debe ser facilitado,impulsado, legislado. 
Vamos, que el peronismo es amor. 

Como quizás este sea el último post del año, les deseo a todos un muy feliz 2012. Y fuerza y buena vibra a la Presidenta. Hasta luego. 

28 diciembre 2011

El tiempo que se pierde

Hay que sentarse, de vez en cuando, sentarse a ver como teje la araña. Conviene ponerse contra el sol, de refilón. Y también conviene tener en la mano un vaso de algo. Hay que notar, y esto es fundamental, las diferentes velocidades de la faena: primero se frena, parece que piensa, que medita. En verdad lo que se nota es un temblar sutil, una especie de motor que está siendo acelerado mientras se pisa el embrague. Y de golpe la lanzadera, como la de los telares. Y ahí va, se despliega en plenitud un nuevo hilo.  
Hay que saber, mirando tejer la araña su telaraña, el paso del tiempo. La inestabilidad del tiempo. La relatividad del tiempo. Lo efímero, lo infinito. Hay que ver, en la telaraña, los pliegues del tiempo. Lo indecible por inexplicable.
Y ver, sobre todo mirar, con la vista fija, la armonía y la simetría que uno no puede ver si saca la vista de ahí. Afuera todo es caos, confusión, un triste amasijo de realidad y hojas verdes y tallos sin flores.
La vista fija. No olviden tener la vista fija ahí. Observar. Estudiar. Pensar. Pensar en los hechos. En lo hecho y en lo deshecho. En los desechos.
Sentir. Sentir como late la araña, como nace el hilo, como surca el aire.
Y dejar la contemplación. Que de contemplación está aburrido el mundo. Y jugarse a volar, rodeado de cosas que no vuelan. Volar como un mosquito, saltar como un renacuajo. Ahí. Donde uno sueña con ser atrapado para cerrar el círculo que te trajo hasta acá.  



El sesgo en la mirada

Todos somos parciales. Todos. La objetividad no existe. Ni la neutralidad. Este es, acaso, el único componente positivo del, a esta altura, largo debate que viene atravesando el periodismo en nuestro país (debate que, vale acotar, no se limita a nuestra geografía. El rol y el modo de ejercer el periodismo está puesto en cuestión en el mundo entero. Puesto en cuestión porque su poder se fue acrecentando con la misma velocidad que las instituciones de la modernidad caían en el descrédito y, ahora, también el "relato" del periodismo está puesto en cuestión por las sociedades).
Esta revelación -la de que el periodismo puede (y debiera?) tener pretensión de objetividad, sólo es nueva en el debate público y masivo. Porque alcanza con haber leído un par de libros teóricos sobre la cuestión, entrado aunque sea una vez a una clase de una universidad seria y comprometida con el saber, para notar que en la academia hace rato está filosófica y deontológicamente cerrado. Punto.

¿Cómo ejercer entonces, de manera honesta, el periodismo hoy? Esta es una pregunta que debemos hacernos cotidianamente los que ejercemos el oficio. Lo he dicho mil veces, lo voy a repetir: yo elijo "blanquear" mi ideología como primer paso, como primer contrato de transparencia que ofrezco a los demás. Que el que me escucha o me lee, sepa desde dónde hablo. Desde qué lugar digo lo que digo o escribo lo que escribo.
En segundo lugar, entra a tallar algo que es estrictamente individual: la autoexigencia. La autocrítica. Ponerse en cuestión a sí mismo las propias convicciones y creencias es el modo que he encontrado para ejercer mi trabajo. Es una tarea ardua, conflictuante. Es mucho más sencillo y menos agotador, simplemente, creer y no dudar. O sea: dudar. Dudar siempre. Sobre todo de uno.

Hay un tercer paso: darle la voz, dentro de lo posible, dentro de lo que tu lugar en la cadena de producción de chorizos que significa "construir" una noticia te permite, a diferentes posiciones. Contrastar. Escuchar cuando se pregunta, simplemente escuchar, tratando de quitarse los preconceptos que uno, como asumo al principio de esta nota, tiene.

Y hay, sobre todo hay, algo que en verdad está detrás de todo lo demás. Es la base, el cimiento: no mentir. No mentir nunca en el ejercicio de la profesión. Es eso, quizás, lo que traza la frontera entre la militancia y el periodismo. Cuando uno es un militante tiene, como parte de sus obligaciones y deseos, la voluntad de convencer al otro. Y a veces, para convencer, se puede llegar a mentir o, al menos, no decir toda la verdad. Que no es exactamente lo mismo, pero se parece. Es, este de no mentir, como todo "mandamiento", un anhelo, una búsqueda. De ahí la autocrítica. De ahí la responsabilidad social que todo periodista también tiene.

Hoy, una vez más, Joaquín Morales Solá desprecia a la profesión que tanto dice defender. Mintiendo. Porque toda su columna - como toda columna de opinión- puede ser puesta en cuestión en tanto contiene, precisamente, opiniones. Es el rol del editorialista, del columnista. Pero Morales Solá hoy miente. Miente cuando dice esto:


"La madre de Marcela y Felipe, Ernestina Herrera de Noble, fue encarcelada por el juez Marquevich por haber cometido un presunto delito que, según se sabe ahora, nunca existió"

Y esto es falso. El arresto de Ernestina Herrera de Noble se produce por la constatación de la Justicia del falseamiento absoluto de los trámites de adopción realizados por la señora. Partidas truchas, datos falsos, documentos adulterados, testigos inexistentes. Todo eso, Morales Solá, existió y está probado. Tan probado como hasta ahora, tantos años después, probado está que Marcela y Felipe no son hijos de desaparecidos cuyos perfiles genéticos estén almacenados en el Banco Nacional de Datos Genéticos.

Usted no es periodista Morales Solá. Ni independiente ni militante ni ninguno. Usted es un mentiroso. Y como tal desprecia lo que debiera unirnos a los que trabajamos de esto: la batalla -que siempre perderemos, claro, pero que siempre daremos- por acercarnos a algo que decidimos llamar verdad a falta de otra cosa que lo explique mejor.

Da vergüenza.

27 diciembre 2011

Con alegría, siempre con alegría

Un acierto de @NegroViejo, que tuiteó esto:



Fuerza Cristina.
Fuerza chicos. Hay mucho para hacer. Mucho.
Vamos a hacerlo.

Diez años



Este post está puesto solo para mostrarle a #hija, que en 2001 tenía nada más que un año y no recuerda. Pero que ahora es tan hincha de Racing como lo era hace 10 años.

26 diciembre 2011

El periodismo a veces es un arte

Acá hay mucho arte.

Pero no solamente ahí. Así que desde esta humilde bitácora queremos hoy homenajear a los periodistas que hacen de su oficio un arte también mayor.

El premio "Mendieta te Banca para Siempre" de hoy es para Horacio Cecchi, editor de Sociedad del diario Página/12, quien nos regala esta maravilla de título: "Borracho hasta las tetas".

El premio, un asado en la Unidad Básica Mendietista, podrás pasarlo a buscar cuando quieras.

Gracias por la magia.

23 diciembre 2011

Cioran

¿Cuál es para usted la diferencia entre melancolía y nostalgia?
El fondo metafísico de la nostalgia es comparable a algo interior de la caída, de la pérdida del paraíso. Un español siempre da la impresión que echa de menos algo. Por supuesto, lo significativo es la intensidad con que eso se siente. La melancolía esuna especie de tedio refinado, el sentimiento de que no se pertenece a este mundo. Para un melancólico, la expresión "nuestros semejantes" no tiene ningún sentido. Es una sensación de exilio irremediable, que carece de causas inmediatas. La melancolía es un sentimiento profundamente autónomo, tan independiente del fracaso como de los mayores éxitos personales. La nostalgia, por el contrario siempre se aferra a algo, aunque sólo sea al pasado.

Conversaciones con E.M Cioran.

20 diciembre 2011

La amistad militante



Algunos tipos, limitados, sólo conocemos dos maneras de transitar el dolor y la tristeza: con el enojo y la rabia o compartiéndolo con los amigos. Abrazándonos.

Ahora estoy sentado acá, solo, y acabo de llegar a mi casa y estoy enojado.

Y no tengo muchas palabras para decir. Porque hay cosas que nunca aprenderé a decir, parece.
Y tengo ganas de abrazar a los amigos-compañeros. Alguna vez vamos a escribir que las amistades construidas en torno a la militancia son raras, distintas, diferentes de las otras. No es necesario verse demasiado, ni compartir secretos o confesiones de madrugadas. Uno, cuando se hace amigo de otro militante se saltea estos pasos, tan tradicionales. Porque cuando uno es militante forma parte de un colectivo, y cada uno de los compañeros es, en parte, una parte de uno mismo. Porque uno se reconoce en el otro, se identifica, se constituye. Porque uno ya sabe eso y entonces te hacés amigo. Y después, sólo después, vienen los asados, las noches, las reuniones, las borracheras, las pasiones.
Entonces hoy, que somos muchos y uno, nos morimos un cachito con Iván. Y entonces hoy Iván vive un cachito en cada uno de ustedes. 

Como decía. Me enoja la tristeza y el dolor. Pero también quiero abrazar a los que -aunque esté viejo- son mis compañeros. Sobre todo a los más chicos. A los que recién empiezan, a los desconocidos, a los que en los barrios ahora se preguntan por qué.
Al resto, a los que conozco, amigos-compañeros, no veo la hora de verlos y compartir.

19 diciembre 2011

Oda al aburrimiento


En memoria de todos los asesinados en y por la democracia, desde 1983 hasta ahora..

No está mal. Nada mal.
Los que recordamos los 80.
Los que salimos a la calle en los 90.
Los que nos parece que fue hace un rato nomás 2001.

Estamos acostumbrados, genéticamente acostumbrados, al bardo.
Estamos habituados a las crisis.
A no poder hablar de política en la escuela. A escuchar la radio con la oreja pegada los levantamientos carapintadas. A mirar por la tele los discursos que anunciaban grandes paquetes de grandes medidas económicas que traían hambre y desolación. A salir a la calle. A tocar el bombo. A estar sin laburo. A llamarse por teléfono a la madrugada con los compañeros porque "parece que". A pintar paredes. A escribir consignas. A respirar gas lacrimógeno. A correr. A llorar a los muertos.
Estamos acostumbrados a esperar los diarios a la madrugada. A mirar todos los noticieros. A leer entre líneas. A intentar adivinar lo que iba a pasar, cómo se iba a resolver, cuándo se pudría todo.

Nacimos en la dictadura. Crecimos creyendo en algo. Nos hicimos adultos descreyendo de todo.

Ahora, la verdad, aceptomosló, medio que nos aburrimos bastante.

No es el paraíso. Claro que no. Pero es un gran avance para la Patria embolarse así.
Y que a nuestros hijos tengamos que explicarles tantas cosas horribles que les resultan difíciles de entender.

18 diciembre 2011

Yo tengo mi artículo también

La novedad editorial de hoy es que Clarín decidió llevar a tapa el horóscopo. Entonces editorializa con potenciales profecías para el caso de que se aprobara el marco regulatorio para la producción de papel de diarios. Porque no otra cosa que esto es plantear una hipotética intención del gobierno de "restringir la libertad de imprenta" en caso de aprobarse la ley. O sea, para decirlo sencillo: en el mejor de los casos (para los argumentos de Clarín, claro; en el peor de los casos para la República, claro) se adelantan a algo que "podría llegar a ser".

En cambio yo llevo a tapa, en vez del horóscopo del futuro, un pequeño apunte sobre Historia Nacional y publico el Art. 42 de la Constitución Nacional. El mismo dice:
"Art. 42.- Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a condiciones de trato equitativo y digno.
Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la calidad y eficiencia de los servicios públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios.La legislación establecerá procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos, y los marcos regulatorios de los servicios públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de control".

La crucial diferencia es que algunos de las cuestiones citadas aquí-distorsión de los mercados, posición monopólica, por citar un par- existe desde hace años en el mercado de papel de diarios de nuestro país. Y esto no "podría llegar a ser". Es.

Así que discutamos de Constitución si quieren. Digo.

17 diciembre 2011

Memoria fotográfica

Idas y vueltas



Imágenes extraídas del libro "La Nación Argentina, Justa, Libre y Soberana", Tercera Edición, 1950.

1944 fue hace 67 años, 804 meses, 24455 días. Todo ese tiempo pasó desde la sanción del Estatuto del Peón Rural, uno de los vértices de la labor de Perón en la Secretaría de Trabajo. Antes, incluso, de la existencia de eso que llamamos "peronismo".

1980 fue hace 31 años,  372 meses, 11315 días. Todo ese tiempo pasó desde que la dictadura encabezada por Videla anulara el estatuto del Peón Rural y "legislara" el régimen todavía vigente.

Menos de una semana, menos de 7 días, faltan para que el Senado de la Nación sancione como ley lo aprobado ayer en la Cámara de Diputados de la Nación: el Nuevo Estatuto del Peón Rural. Entre otros derechos laborales, el mismo apunta a: "terminar con la precarización del empleo en el sector, elimina las restricciones del derecho de huelga, establece que el máximo de la jornada laboral será de ocho horas diarias y 44 horas semanales, prohíbe el trabajo infantil, regula el trabajo adolescente, y baja la edad jubilatoria de los peones a los 57 años". 

Un clarísimo ejemplo de las idas y vueltas que tienen los derechos populares y, por qué no, de la inexistencia "natural" del "progreso".
Todo lo humano es transitorio,  precario, impredecible. Y es la política, el ejercicio práctico de la política -tan exclusivamente humana como el lenguaje- el modo de pelear una lucha que es infinita, interminable.
Cada paso dado en el camino de la Justicia Social es un avance, sí. Pero también una obligación de defender lo conquistado con responsabilidad hacia el futuro.

El que se quiera poner el sayo que se lo ponga. Abrazos.

15 diciembre 2011

El discurso de Moyano

Mientras por línea privada los editores de Artepolítica venimos intercambiando una seguidilla interminable de mails comentando el discurso de Moyano y sus implicancias en la situación política nacional, y mientras tanto le vamos dando forma a un post de esos colectivos que cada tanto mandamos, a pedido del público (?) -que me lo pide por DM- repito una serie de tuits que fui largando durante el mediodía de hoy que hablan de la cuestión.

Salen en el mismo orden que salieron. Y textuales.

- Feliz Día al camionero que quería ser cuando era chico. Buen día.
Se solicita a todos los intervinientes en el "posicionamiento" sindicalismo-gobierno, se abstengan de tuitear hoy lo que borrarán mañana.
Ah, la del  es gloriosa.


Bue. Tenembaum está impresionado.
Es sencillo: Hugo quiere negociar. Entonces apretó. No pasa nada.
Espero que los nuevos militantes (incluyendo los de acá) hayan estudiado en estos años. Y no se coman amagues.
El peronismo es así. Sobre todo cuando afuera no hay nada. NADA. Entonces se tensa, se pelea, se discute. Crezcan.
O sea: está bien que que Moyano fue duro. Pero el kirchnerismo no debe ser un frepasismo. Y lo digo yo.
Eso sí. Todos los periodistas, blogueros, opinadores y todólogos, agradecemos el discurso de Hugo porque tiramos 2 semanas de humo ahora.
La hermenéutica de Moyano. La constitución ontológica del sindicalismo en el 2011. Viva Perón y su implicancia lacaniana.
Me hizo RT . Bueno Julio para uds. también: no se crean que el 50% del 54 fue de ustedes. Ni tanto ni tan poco. Calma radicales
Dice Tenembaum que le gustó mucho el discurso de Moyano. Y sobre todo lo alto y rubio que estaba.
Los chicos? Bien. Militando. Igual que ustedes. No jodamos.
Me la banco contra toda la UATRE por una siesta en una cama al ras del piso.
Eso fue todo. Al calor de los acontecimientos. Ahora hay que analizar. Mente fría. Corazón contento. 

Rock&Biribiri


Sábado 10 de Diciembre de 2011.
Fiesta Patria Popular.

Se la voy a mostrar a mis nietos. Con orgullo de trabajador.

14 diciembre 2011

Deconstruyendo a Joaco

"Tal relato choca de manera concluyente con la constatación: sólo el periodismo independiente (aun con sus errores y sus aciertos) ha hecho mejores y más dinámicas a las democracias más avanzadas del mundo.

Ajá. Es cierto. Yo también me quiero mucho mucho mucho y mis amigos siempre me dicen: "con tus aciertos y tus errores, has hecho mejor y más dinámica las democracias más avanzadas del mundo". Eso me dicen mientras lloran de risa y no entiendo por qué. Se los juro por #esta.


"Los prejuicios, reales o artificiales, sobre Papel Prensa y sus dueños privados han sido escritos en un formal documento enviado por el Gobierno al Congreso

Ajá. Los "prejuicios reales" es un hallazgo. Sería algo así como las "falsedades reales" o la "verdad mentirosa". O algo así.
Este tipo es divino. Le amo. Me da muchas alegrías su bilis.



13 diciembre 2011

Las nubes

Si mirás hacia abajo, ahora, hay un aljibe flamante en un patio recién restaurado.
Pero mirando al frente, atrás de la ventana y de las celosías entornadas se escucha el viento y la tormenta, que hacen bailar lento a un árbol, solitario en una plaza sin juegos.
También podés ver, algo más atrás, el mástil de una vieja fragata. Muerta de tan amarrada. Ni siquiera así se sacude.
Más atrás, atrás de todo, están las nubes. Son negras. Y descargan una lluvia pesada sobre una ciudad ausente.
En el medio, entre la fragata y las nubes negras que invaden todo el este hay un par de edificios que tapan el río y que nunca debieron haber sido.
Como tantas cosas que no. Y al revés. Así que mejor cerrá los ojos.

En Artepolítica: Cuando la calle gana


"Cuando escribo estoy vomitando el alma"
Delmo B. de Souza


Ahora que está de moda hablar de #derrotasculturales quizás resulte interesante hacer un repaso por aquella que es para mí la crucial modificación que parió el proceso político encabezado por el kirchnerismo en términos de transformación cultural: la apropiación de la calle ya no como exclusivo espacio de protesta, lucha o épica resistencial.
La inflexión, claramente, se produce con la derrota de la 125. Esos días de afiebrada movilización militante fue el último acto de un espacio político que, puesto contra las cuerdas, debía reafirmar o incluso – tal cual es mi hipótesis- constituir su propia identidad. Entonces, así como la 125 parió el kirchnerismo realmente existente, un kirchnerismo que se asumía como una minoría intensa pero batalladora, podemos decir que a partir de ese momento se genera un movimiento dialéctico novedoso entre la conducción política, la militancia y –aquí la riqueza- importantes sectores de la propia sociedad. Por un lado, el asumir que había que generar espacios discursivos propios, al margen de los dispositivos tradicionales de constitución de opinión pública. El fenómeno 678, hoy quizás puesto en discusión, es hijo dilecto de esa etapa.

09 diciembre 2011

Mañana todos a la Plaza




Sun, in the sun, in the sun. 
Aunque los días se nublen 
y el sol se caiga 
sé como hacerte salir 
sin dejar el sur. 
Y aunque los techos se mojen 
y la humedad se deje venir 
podré flotar. 
Sun, in the sun, in the sun. 
Todos los días son nuevos 
si solo brillas mi amor, 
en tus ojos yo podré mirar 
todo mi sur. 
Algo nos viene a buscar, 
algo se quedará, 
entre los balcones 
debemos mirar 
o vamos a caminar 
y de este cielo vendrá 
música que se esconde en algún lugar .


14:30 horas. Plaza de Mayo.

05 diciembre 2011

04 diciembre 2011

Las vueltas de la vida

“Lo único permanente es el cambio”
Heráclito

Muchachos, presten mucha atención que tengo algo que decirles. Hoy descubrí algo realmente maravilloso: la pava eléctrica. Sí, eso, la pava eléctrica. Esperen, les pido por favor que no me juzguen así, apresuradamente. Yo entiendo que nosotros tenemos una serie de cuestiones, cómo decir, realmente definidas. Meditadas en profundidad. Puestas a prueba ante los avatares del destino e, incluso allí, sostenidas con convicción y elegancia. Ya lo sé, cómo no voy a saber esas cosas. Me dedico a esas cosas. A recordar esas cosas, a valorar esas cosas y a escribir de esas cosas.
Pero bueno, ¿a veces podemos cambiar, no? Fue así: estaba hoy a la tarde en la casa de Carla tomando mate, hablando de la vida. Bah, yo hablaba de la vida. Ella y su marido navegaban por internet viendo dónde se iban a ir de vacaciones. Qué tema el de las vacaciones este año, pero es otro tema y no me quiero ir por las ramas. La cosa es que estábamos tomando unos mates y Carla me dice “estás hecho un pelotudo, se te nota en los ojos, mejor andá a la cocina, cambiá la yerba y calentá el agua”. Para qué. Llegué a la cocina y la vi ahí, sobre la mesada, espléndida, brillante, enchufada.  Con cuidado, explorándola, conociéndola, la cargué de agua, le toqué una manijita para prenderla y me quedé parado enfrente, mirando fijo la agujita del termostato, extasiado. Cuando llegó a 80 grados, capaz un poco menos, se apagó sola. No podía creerlo. Les juro.
Toda una vida delante de la hornalla, esperando que las pavas de siempre hicieran ruido, un ruido que con cada una es diferente, que en cada cocina y con cada mudanza es distinto, que hay que aprender a escuchar, prueba y error, prueba y error y las miles de pavas que se hirvieron, que estallaron, que se fundieron. Y en cambio ella ahí, independiente, perfecta.
No se rían. Entiendanmé ¿Ustedes se imaginan, con la cantidad de litros de mate que tomo por vida, el grado de autonomía y libertad que te puede dar una pava eléctrica automática? La verdad, en serio, tenía ganas de llevármela a casa ahí nomás. Fue amor a primera vista. Posta.
No sean insensibles. Ni conservadores. Se supone que nosotros tenemos la mente abierta a los cambios. Nosotros somos el cambio. Y todos tenemos derecho a cambiar cuando lo necesitamos. O cuando, simplemente, queremos cambiar.
Bueno: yo, ahora, quiero una pava eléctrica. Y tirarme todo un fin de semana en la cama a ver películas y escuchar que ella me dice desde la penumbra: “negri, ¿te hacés unos mates?”.  


01 diciembre 2011

Ayer podíamos hablar

Aquí la charla que tuvimos ayer en el programa de Mario Wainfeld, por Radio Nacional, junto a Nico Tereschuk y María Esperanza.
Creo que hay un par de parábolas interesantes.

30 noviembre 2011

Anticipo: hoy vamos a la radio

Mientras el administrador de este blog sigue discutiendo cuestiones procedimentales con funcionarios municipales, ante el inminente peligro de derrumbe por severas fallas en la estructura de ideas que son sus cimientos, no perdemos la oportunidad de hacernos propaganda.

Hoy, a eso de las 14:30, estaremos junto a María Esperanza Casullo y Nicolás Tereschuk (la vieja guardia de Artepolitica) invitados al programa de Mario Wainfeld por Radio Nacional.

Parece que la cosa viene por el lado del futuro del kirchnerismo y tratar de dilucidar qué carajo es "profundizar el modelo".

Yo sólo prometo parábolas menores y piropos a Nora Veiras. Pero capaz me ilumino y digo alguna pelotudez que trascienda, que la radio me hace cosquillas en la panza como cuando te enamorás. Sí, así.

Pueden escucharlo por aquí llegado el momento.

PD: a la noche, de 23 a 24, pasan por Canal 26 y relojean Jungla Política en Vivo. O se creen que uno labura para que ustedes miren Gran Hermano, eh? No sean chotos. Ta luego.

25 noviembre 2011

Vivir y morir

¿Podré ahora escribir esto, invadir el jardín a machetazos, 
subir por el monte que no es mío, usurpar tu lugar?

Alguien se preguntará alguna mañana, mirando por la ventana de un bar que da al amanecer ¿cómo moriré?

Cómo moriré cuando muera, me pregunto hoy, mientras un rayo de sol de anoche aún me pega en la cara.

Seguro que así no, abandonado hasta por sus propios hijos en un rincón marcial del pasado, solo con los fantasmas buenos y que por eso lo asustaban hasta hacerlo mear encima, fracasado porque el tiempo no sabe de órdenes para pararse firme y sigue, sonriendo, llorando, ignorando las circunstancias, aún las más atroces, el tiempo sigue.

En la vida y en la muerte -como si hubiera algún tipo de diferencia- se es lo que es lo que siempre se ha sido.

Por eso hemos luchado perpetuamente por Justicia acá y no por revancha allá.

Seguro que así no voy a morirme.
Así, nosotros, no vamos a morir. 

23 noviembre 2011

El kirchnerismo vive

Dijo Escriba:


Ahí leí completo el discurso de CFK. Me pareció bien tu post, porque siempre tenemos que tener esa gimnasia pero analizando un poco me parece que:

Al compañero Moyano, Cristina le dio bastante duro. Se ve que le rompe soberanamente algo ahí y parece ser un tema de poder. Me da la impresión de que en esta etapa no le interesa que nadie le dispute poder. No es contra los dirigentes sindicales. No quiere que nadie le dispute poder.
Ella realiza la crítica a Moyano, pero dice a la UIA:

a) Ni se les ocurra volverme a hacer una corrida porque los hago mierda. Los voy a hacer mierda todas las veces que sea necesario ahí.

b) El único liderazgo es el mío. Charlamos todo, pero van a tener que charlar acá, ni se les ocurra ir "por afuera" porque afuera no hay nada. "Por afuera" también es tratar de imponer metas de política económica. Por ejemplo, lo de "metas de inflación" para el BCRA. Yo no hago metas de inflación muchachos, no me jodan. Acá no hacemos metas de inflación. Eso es en otro lado, "por afuera" y como verán, "por afuera" no hay.

c) Yo acá les traigo la famosa ley de reparto de ganancias, si tanto les jodìa, pero no me jodan a mí. Y van a tener que reinvertir muchachos, porque los estoy mirando.

d) El capitalismo "negociación por negociación", digamos, sigue, y acá la única en condiciones de negociar soy yo. Reinviertan porque estoy mirando todo, no me jodan, no me pidan guita para fugar porque les puedo hacer daño.

e) No voy a entregar el apoyo social. Ni a los jubilados que cobran la mínima ni a todos los que están consumiendo y más o menos son mi base. Discutamos todo, la inflación, lo que quieran pero no me toquen mi base.

Bueno, eso.


Dijo Opinador: 


Mendieta, estuve leyendo el discurso completo y la verdad que el contexto y la explicación táctica de los 3 o 4 largos párrafos que dedica al tema, encabezando con nombre y apellido cuando pregunta si esta el compañero secretario general, son muy buenos y explicarían de manera acabada esta idea de prioridades y momentos que defiende varios de los comentaristas del Blog.
Y no caben duda que son de los que me hacen ser K, en buenas, en malas, estando de acuerdo o teniendo dudas.
Lo que me sigue haciendo ruido son dos frases especificas: "...Si la economía pudiera regirse por leyes sancionadas por el Parlamento, no tendríamos necesidad de tener una UIA ni una CGT ni montón de cosas, la economía realmente se rige por otras leyes..." y "...es una cosa que tienen que decidir entre los empresarios y los trabajadores, no la puede imponer el Estado por la fuerza a través del Parlamento..."
Y me hacen ruido por dos cosas: una, porque no son operativas sino conceptuales, es decir no dicen, "ahora no", "mejor de esta manera", "charlémoslo en la mesa del salario", o cualquier otra formulación que se les pueda ocurrir sobre que no es el momento o la forma (lo que deja muy en claro cuando habla de los mensajes por los diarios) sino que lo establece como "Ley de la economía" y como "Ley extrapolitica", es decir que esta diciendo "ni ahora, ni nunca se puede participar ganancias por decisión estatal, eso es una LEY DE LA ECONOMIA, las ganancias van por acuerdo de partes", en ese sentido es como vos decís una contradicción ideológica o un error.
Pero lo otro que me hace ruido es que eran innecesarias, porque efectivamente por un lado estamos en un momento económico internacional y por otro Cristina (y con ella todo el kirchnerismo) goza de una legitimidad política, que le/nos permitía plantarse y decir: "ahora NO, los gremios que puedan discútanlo en paritarias y dejemos para otro momento la discusión de si esto puede o debe generalizarse", eso alcanzaba para ponerle el tentempié al compañero Hugo y para tranquilizar a los muchachos UIA sobre que no les estamos reclamando que dejen la guita acá para sacársela sino para que inviertan en producción.
Sin embargo ella optó por la declaración de principios ideológica, y perdónenme los que lo crean posible, pero yo no creo que en un punto tan sensible Cristina sea capaz de tergiversar su pensamiento profundo por conveniencias tácticas, ella (igual que él) no vino a dejar los principios en la puerta, y cuando hace una definición de este tenor, que no es reclamada por el contexto, es porque quiere hacerla y fijar posición profunda en cuanto a su convicción.
Entonces lo que me pasa es que en este punto debo admitir que opino distinto a mi conducción, táctica, estratégica, ideológica y emotiva (en todos esos planos me conduce Cristina) ¿y eso qué significa? en realidad nada, muchas veces he tenido diferencias con mi conducción, y esta en cada uno asumir su rol, saber que en el momento de debate uno expresa sus opiniones y, cuando la conducción resuelve el curso de acción, uno acata (o abandona el barco, cosa que tratándose de este barco, construido por Néstor y capitaneado por Cristina no estoy dispuesto a hacer ni con los pies por delante, el día que me muera a mi me entierran en territorio K) 
Abrazo




Cuando estas cosas pasan -estos debates, estos disensos, estas reflexiones, esta vitalidad- pienso que hay kirchnerismo para muchos años más. Pero muchos. 
Que lindo. 

22 noviembre 2011

Reconquistas

Una de las políticas más elogiables del actual ciclo político iniciado en el 2003 es la recuperación del Derecho Laboral. Sin entrar en tecnicismos leguleyos, la década del 90 había hecho casi desaparecer en la práctica -producto de desregulaciones y flexibilizaciones varias- la posibilidad de que los trabajadores pudieran contar con el acceso a la justicia para defender sus derechos. Porque, y aquí vale ponerse lanatista, el Derecho Laboral viene a ser una herramienta para intentar equilibrar el natural desbalanceo de poder existente entre el capital y el trabajo.

Similar éxito, ya no en el plano de la Justicia si no en el del "mercado" laboral, puede contabilizarse a favor del kirchnerismo con la recuperación de las discusiones paritarias entre los sindicatos y las patronales. Si quieren datos duros, pueden entrar al sitio del Ministerio de Trabajo que los hay.

Ambos ejemplos aquí descritos marcan, en principio, una tendencia que es constitutiva del proyecto kirchnerista: la recuperación de las herramientas gubernamentales de gestión y administración. Pero también algo más profundo: la recuperación del rol del Estado como actor central en el quehacer económico y social de la Nación.

Como bien dijo hoy la Presidenta no se puede ser neutro. Y esa imposibilidad de neutralidad alcanza a cuando se disputa la renta entre los trabajadores y el capital.
Tácticamente puede entenderse el rechazo de Cristina al proyecto de la CGT de la distribución de utilidades empresariales en momentos en que algunos sectores del sindicalismo "pulsean" con el gobierno en diversos campos y ámbitos.
Estratégicamente es discutible, debatible: la CGT ha jugado un rol importante en defensa de este modelo en momentos en que las papas quemaban.
Pero ideológicamente, en mi opinión, resignar el rol del Estado y del Gobierno en esta tradicional, natural e inevitable disputa entre el capital y el trabajo, es -por lo menos- una contradicción y un error.

19 noviembre 2011

Naufragar



El tipo, cada vez que naufraga, se va para allá.
Es ahí, en las olas, que sigue encontrando la esencia de las cosas. Lo inconstante. Lo impredecible. El vaivén. Las mareas. El sinsentido.
¿Vendrá alta esta? Brazear! Brazear fuerte! Que no se pase. Patear! Patear fuerte con las patas de rana! Arriba! Pararse, surfearla!
Yo pensé que quería otra vida. Pero tengo -¿elijo?- ésta.
También tengo un pez en las venas del brazo que nada por el Río de la Plata para los dedos de mi mano izquierda. Aunque no quiera, todo va para allá. A escribirse.
Esos dedos, esos callos, escriben lo único que sé: el mar y la nada.

Ojalá me perdones por tan poco. Es todo lo que tengo. 

18 noviembre 2011

Repudio

Ni siquiera tuve tiempo, hoy, de leer los diarios. Ni a la mañana ni las noticias de último momento.
Paso sólo para decir que repudio el asesinato del campesino del MOCASE Cristian Ferreyra.
Y que espero que el gobierno nacional no se haga el gil con esto.
Y que la justicia del lugar haga Justicia.
Perdón la brevedad. Pero no me gusta opinar demasiado cuando no hay mucho para decir.

15 noviembre 2011

La cuestión del Poder y de "los poderes". El caso Aerolíneas.



Cuando hace un tiempo el kirchnerismo comenzó a recuperar lenta pero persistentemente cierta consideración social, también empezó –en paralelo- a escucharse en boca de ciertos analistas, editorialistas y dirigentes políticos de la oposición un argumento que postulaba, sintéticamente, lo siguiente: el oficialismo es hegemónico, concentrador de todo el poder y, por ende, autoritario.
Si para sostener esta hipótesis había que pasar a degüello el concepto gramsciano de hegemonía poco importaba, puesto que, vamos, nadie sabe muy bien, salvo Mariano Grondona y los habitués de las facultades de Ciencias Sociales, quién es Gramsci. Si para defender esta posición había que llegar al extremo, en pleno Siglo XXI de negar conceptos básicos en la esfera pública moderna (y ni hablar de postmoderna, pero evitemos entrar en categorías “líquidas”) como es la multidimensionalidad de los poderes en sociedades democráticas, vamos, lo hacemos desde los sets de TV, desde los micrófonos de las radios, desde los blogs del españolísimo diario El País.
Resulta francamente difícil de comprender que, en un país que tiene una larga tradición de poderes fácticos colonizando estamentos estatales –a veces a través del brazo de las Fuerzas Armadas anulando la propia práctica política, otras veces a través de la cooptación de los mismísimos dirigentes políticos por los factores económicos concentrados- se diga con tal liviandad que la Argentina del 2011 es un país cuyo único poder reside en el oficialismo a cargo del Poder Ejecutivo. Sinceramente, o bien indica una inocencia propia de alumnos de jardín de infantes o bien una hipocresía a prueba de espejos en dónde mirarse. Y, como diría Dolina, hay una edad en que uno es responsable de la cara que lleva puesta.
Por supuesto que el reciente resultado electoral, que consagró con una histórica mayoría la reelección de Cristina Fernández de Kirchner, no hizo otra cosa que acentuar aún más esta superflua hipótesis del “poder total”. No solamente se ignora así la división de poderes propia de un régimen liberal democrático como el que vivimos, si no –y aquí quiero detenerme- se esconde bajo la alfombra rococó que cubre el piso de los que se hacen los giles, a los poderes económicos, sectoriales, sindicales, mediáticos, etc. En fin: la riqueza propia de una sociedad, por suerte, vitalmente democrática y moderna.
Un párrafo para ejemplificar lo anterior: el conflicto desatado en Aerolíneas Argentinas. Los actores con poder en el mismo son múltiples y variados: la propia administración, algunos de sus sindicatos, otras empresas del sector que se benefician con el conflicto, ciertos estamentos que alientan la problemática para “desgastar” y esmerilar bien el propio gobierno o bien a los jóvenes que tomaron la administración de nuestra línea de bandera hace un par de años. Algunos de estos actores actúan a la luz del día y otros soplan el fueguito desde las sombras. Y es legítimo y hasta natural que así sea, insisto, en una sociedad de carácter democrático.
Ahora bien: la sociedad argentina ha aprendido a fuerza de crisis, de sufrimiento y de años de decadencia institucional, económica, social y política, a tener memoria. Y no está para nada de más recordar hoy, aquí y ahora, que los años de bonanza y de recuperación de la calidad de vida (aún incompleta, por cierto, que siempre lo será para quienes aspiramos a la justicia social) han sido por la recuperación de la autonomía del poder político y el consiguiente fortalecimiento de los poderes estatales de administración y gestión.
No resulta inocente, en estos días, decirle piedra libre a los otros poderosos que -agazapados atrás de quizás legítimos reclamos- propugnan un retroceso en el sector aerocomercial argentino.

Y los aviones, como los países, cuando van para atrás no andan.   

13 noviembre 2011

No es una operación. Repito, esto NO es una operación

Lector: Encuentre las 7 diferencias entre ésta nota de Clarín y ésta otra de La Nación.
¿No puede?
Bueno: de castigo se me lee ésta otra que nos explica las grandes ventajas que tiene el "periodismo independiente" sobre el "militante" y lo malos que son los malos y lo bueno que son los buenos. Donde los buenos nunca, pero nunca, son propicios a operaciones y los malos es lo único que saben hacer.

Y no me joda más. Porque si me jode, le linqueo el editorial de Grondona con grandes novedades, como por ejemplo hablar de los Montoneros. ¿Estamos?

PD: un día vamos a empezar a debatir con Tenenbaum su particular concepción del "poder". Pero estoy esperando un par de años a ver si logra complejizarla aunque sea un poquito, porque así sería un tremendo embole de chatura.
PD2: Hoy La Nación no se me vuela. Y eso es otro embole mayúsculo.

10 noviembre 2011

Mi corazón es verde y rosa

Hace más de 10 años andábamos por Río paseando. Y a la noche, sin saber muy bien cómo, terminamos en el morro, ensayando con Mangueira para el carnaval. Al rato de llegar brindamos con Chico Buarque, que estaba, ahí, en pleno galpón, bailando. Nada más que bailando. Como nosotros. Es, ese, y esa noche, uno de los grandes recuerdos de toda mi vida.
Estaba con Willy.
Pasó mucho tiempo, muchos años, muchas cosas. Buenas, malas, masomenos buenas y masomenos malas. Pasa la vida. Pero sigo amigo de Willy.
Feliz cumpleaños hermano. Bailemos.

09 noviembre 2011

Apostar

En Artepolítica estamos haciendo un gran torneo de "EligeTu Propio Gabinete". Es sencillo: vas, entrás y ponés tu pálpito para el nuevo gabinete nacional modelo Diciembre 2011.
Allí se explican toda una serie de reglas -producto ellas de una Convención Constituyente Ad-Hoc Para Esto- para sumar puntos con cada acierto y restarlos con cada error.

Si a la tarde tengo un rato allí dejaré estampada para la inmortalidad mis elecciones.

Ah, parece que hay algún premio al ganador. Pero parece.

05 noviembre 2011

Libros, libros, libros recibirás.


Y recién llegó nomás el libro de Manuel Barrientos y Walter Isaía a casa. En un sobre blanco, escrita la dirección y el remitente a mano. Bien 1.0, como debe ser. Gracias por la atención muchachos, y desde ya les pido un poco de paciencia para la devolución, que ando de racha recibiendo libros (acepto más, eh) y retrasado en la lecturas. Culpa de tuiter, claro.

Mientras tanto, el resto de los 25 lectores que le queda a este blog pueden ir a la presentación de "2001. Relatos de la crisis que cambió la Argentina" como dice la invitación que pego aquí debajo.


Con la participación de Christian Castillo (sociólogo y ex candidato a vicepresidente del FIT), Néstor Leone (sociólogo y prosecretario de redacción de la Revista Debate), Ezequiel Adamovsky (historiador), Ximena Tordini y Gastón Montells (comunicadores sociales y ex integrantes de FM La Tribu), se presentará el libro2001. Relatos de la crisis que cambió la Argentina, de Manuel Barrientos y Walter Isaía, este viernes 11 de noviembre, a las 19.00, en el Hall de la Planta Baja de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Santiago del Estero 1029).

Publicado por la Editora Patria Grande, el libro reúne interpretaciones, debates y vivencias sobre el acontecimiento-paradigma de los días 19 y 20 de diciembre de de 2001, un período fundante en la vida política argentina del s. XXI. A través de cuatro cuerpos de entrevistas, se tejen las historias personales y colectivas de los actores sociales y políticos que tuvieron un papel central en aquellas jornadas. Son voces que recuerdan los momentos previos a la emergencia de la crisis, analizan la intensidad de aquellos días y reflexionan sobre las marcas que dejaron en la vida política, económica y social de la Argentina.

Cuenta con testimonios y reflexiones de Eduardo “Wado” de Pedro (referente de La Cámpora y candidato a diputado nacional por el FPV); el historiador Ezequiel Adamovsky; Luciano Schilaci (secretario gremial de SIMECA); la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; el sociólogo y ensayista Horacio González (director de la Biblioteca Nacional); el ex diputado nacional Mario Cafiero; la doctora en Ciencia Política María Esperanza Casullo; el economista Daniel Azpiazu (recientemente fallecido); el dirigente sindical Víctor De Gennaro (candidato a diputado nacional del FAP); el sociólogo Christian Castillo (candidato a vicepresidente del Frente de Izquierda); Alberto Spagnolo y Neka Jara (ex integrantes del MTD Solano); el ex diputado nacional Luis Zamora; la abogada María del Carmen Verdú (CORREPI); el dirigente de la FTV, Luis D’Elía; los comunicadores Ximena Tordini y Gastón Montells (ex miembros de FM La Tribu); Cristian Mellado (FASINPAT -Zanón); la periodista Claudia Acuña (La Vaca); el investigador y ensayista uruguayo Raúl Zibechi; y el Colectivo Situaciones.

Para saber más sobre el libro: http://www.relatosde2001.blogspot.com/

04 noviembre 2011

Soberanía



Ahí está el río. Ahí, a metros. Y lo miro.

El ruido del helicóptero que rompe todo cuando aparece y da una vuelta antes de aterrizar. Y hay periodistas, y hay gente, y hay uniformes y ahí estamos también, bajo un sol criminal, sin entender muy bien para qué.
Ahí está el río que justo pega una vuelta. Yo dejo de mirarlo en el instante en que el único camalote que alcanzo a ver encalla contra el barranco.

Acá hay un monumento nuevo y un perro orillero que tiene piel de tigre y al cual miro con ganas de llevarlo. Él muestra los dientes y su libertad y lo olvido. Y se junta la gente, y se ponen a trabajar y toman agua debajo de un árbol y cruzan carpetas y papeles y planitos que se tachan y se vuelven a tachar.

Ahí está la barranca y yo, hoy, ya estoy partido después de la creciente: escucho, hablo, contesto, pienso, me mato mosquitos  con la derecha, sonrío, doy la mano. Pero estoy en el río que se va.

Ahí se va el helicóptero, se va la gente, se van los periodistas y nos vamos a ir nosotros en un rato. Pero antes cada uno camina un rato solo. Se supone que pensamos. Que estamos para pensar. Yo elijo bajar la barranca, llenarme las zapatillas de barro y tocar con la mano lo que era un monolito y ahora es escombro. 
Antes un colega me había contado que marcaba el punto exacto en donde habían anudado las cadenas de esta ribera. “Hasta allá iban”, me dijo, señalando enfrente. “Y acá estaba una batería, y allá la otra, y allá otra más”. Entonces trato de imaginarme ahí, en ese momento. Soberano. Me cuesta. La libertad cuesta.  

Acá está el río. Justo acá, donde estoy parado ahora. Y pienso: toda ella va a ir al mar. Y también: el mar es espacio, infinito, horizonte. El río es tiempo, que pasa con el agua y se va. Capaz por eso ahora siento, mirando el agua, lo que siento. Qué no sé, como siempre, muy bien qué es: ¿espacio o tiempo?

Entonces nos vamos, con la corriente.

03 noviembre 2011

Invitación +Bonus Track Anecdótico



Trataremos de estar ahí esta tarde Chino. Gracias por la invitación.

(Qué loco. Nunca tuve nada para mandar al documental del Topo y el Chino. Nunca tuve una foto con NK, ni aparecí aunque sea en el fondo de una imagen, ni nada.
Lo más cerca que estuve de él fue la vez en que, a poco de asumir, ponele un par de meses -y cuando yo todavía formaba parte del ARI, corcoveando fuerte, pero todavía parte del ARI-, soñé que me llamaba a la Casa Rosada, subía al primer piso y entraba a una salita al lado del despacho presidencial, cerca de la esquina norte. Entraba y Néstor, sin saludarme siquiera, me ofrecía el Ministerio de Defensa. Primero suavemente - Abe, a Defensa, sí?. Luego, y ante mi racional argumento de que no sabía un carajo de Defensa, de manera enfática: "Si yo digo que te necesito de ministro de Defensa, vos sos Ministro de Defensa. Estamos?", medio que gritaba.
En el sueño yo estaba sentado delante de su escritorio, y atrás de él la ventana que daba al río. Cuando me pegó ese grito yo me levantaba, me paraba lo más derechito que podía y decía, con toda la pompa que me permitía estar con el cuello de la corbata torcida y zapatillas topper blancas (sí, me acuerdo que en el sueño tenía unas topper blancas llenas de polvo de ladrillo y dejaba marcas en la alfombra de la escalera). Como venía contando, cuando me gritó, me paré y le decía: "Señor Presidente, tenía en mí hasta hoy a un simpatizante. Tiene, a partir de ahora, a un soldado"

Creo que esa mañana me levanté kirchnerista del todo. Vieron como somos los peronistas con los cargos).

02 noviembre 2011

Gobernar

Muy
Lindo
Todo.

Ahora que la Comisión labure rápido y así segmentamos un poquito la tarifa de los servicios públicos, dale? Que hay mucha injusticia ahí.

01 noviembre 2011

Jugar con fuego

La sospecha indica que el revoleo armado alrededor del temita "dólar" superpone dos densidades, que no por superpuestas son imposibles de diseccionar:
 a)Aquella que podemos condensar en una pregunta sencillita: ¿el valor del dólar está, efectivamente, retrasado? Aquí, convengamos, que de ser así, podemos enhebrar una serie de actores sociales que pueden  articular sus demandas múltiples y particulares detrás de la movida devaluatoria (¿les dije que hoy en Encuentro vi el programita de Lacló?): exportadores, bancos, grandes tenedores de tarasca en verdes en el exterior, etc. Digamos que se puede discutir el valor del dólar, si el peso está sobrevaluado y esas cosas que les gusta debatir a los economistas. Pero no deja de ser, la discusión, algo que tiene raíces concretas. Así que, bueno, aceptamos el bolonqui y nos disponemos a tratar de entender.
b) La otra, a la cual podemos nominar, elegantemente, "los recontra calientes con el resultado del domingo de elecciones" y que, aunque a veces son los mismos y a veces no con los factores económicos descritos superficialmente en el apartado anterior, tiene como único fin y objetivo que todo se vaya al carajo. Estos tienen como voceros a los mismos que hasta antes de ayer (o mejor dicho, hasta antes de las elecciones) estaban muy preocupados por el futuro institucional de la República. Los mismos, claro, que ayer (es decir, el día después de los comicios) dijeron que el triunfo de Cristina era producto de la "bonanza económica". No sé, ponele un Joaquín, un Bonelliz.
A estos les decimos: se equivocan. El kirchnerismo es impredecible. Y así como ayer te clavaron una reso que limita la compra de moneda extranjera a cualquiera que no deba un puto monotributo, mañana, puesto contra las cuerdas, te saca una especie de IAPI por decreto y andá a llorar a la Iglesia.
Son jodidos estos pibes cuando los quieren apretar. Así que no jodan y no digan que no les avisé.

31 octubre 2011

Las mareas



Tenía por costumbre leer primero el último renglón de cada libro y solo después comenzaba con la contratapa y luego por el primer capítulo. Y por eso mismo no miraba, casi nunca, películas en la televisión y sí  gastaba fortunas en el videoclub. Porque así llegaba con el dividí, lo metía en el aparato y con el ff llegaba hasta la última escena antes, incluso, de elegir el idioma y sentarse en el sillón del living.

 Nunca pudo entender del todo esa manía de sí mismo, que le gustaba llamar costumbre. Aunque había, claro, con los años, los libros y las películas, elaborado algunas teorías, algunos supuestos, algunas hipótesis. Más que nada para excusarse.

Se decía, y también decía a los otros, cuando trataba de explicarse, que la ficción era segura, tangible, estable. Y en eso, vale decir, hay que admitir que era irrefutable. Que un libro puede ir para un lado y para el otro, seguir un desarrollo clásico o rayuelesco, una novela decimonónica o postmoderna, o lo que sea que esté de moda. Pero que sin dudas había un punto final y siempre lo había. Y antes de eso un último párrafo. Y después de eso un fin, a veces puesto, como en los viejos libros de la Colección Robin Hood, con mayúsculas. Así: FIN. Y a veces no, pero después del punto terminaban y chau. A otro libro. A otra historia.

También decía, por las noches, sentado en los bares a los que había dejado de ir, que extrañaba esas películas de sábados de super acción que al final ponían “the end” sin más vueltas cuando, sencillamente, terminaban. Y abominaba militantemente, y se ponía enfático, de esos recursos tan noventistas de colar una última escena entre los títulos, sobre todo cuando eran supuestos gags con equivocaciones del rodaje.

Por supuesto que admiraba con devoción, y también lo contaba en los bares, a las personas que lograban establecer finales claros e indubitables. Decía que todos esos elegidos eran protagonistas de historias que él tenía la obligación moral de escribir para hacer docencia entre los indecisos y las almas sensibles y cagonas. Y ponía como ejemplo, siempre el mismo ejemplo, a la mujer esa que una noche había entrado a una clase de canto allá por un barrio del oeste y, pidiendo permiso, había sacado del enorme estuche con ruedas un arpa y ahí nomás se había puesto a tocar una canción de navidad. Y que cuando terminó de tocar levantó la cabeza de entre las cuerdas y dijo, ante el silencio de los aspirantes a cantores: terminé. Así, fácil, dijo: terminé. Y luego se paró y se fue sin saludar.

Que no, decía. Que buscaba, en la ficción y en las noches de luna llena, preguntas en los desarrollos y certezas en los finales.
Que para dudas ya tenía el ir y venir de las mareas, las mujeres, los sinónimos y los espejos. 

29 octubre 2011

PNT

Buenos Aires, Miércoles 26 de octubre de 2011.


- Bip, bip, bip.
-Hola petiso, cómo andás?, soy yo.
- Ah, hola, que decís, acá estoy, escribiendo.
- No me tomés por pelotudo, por favor, qué carajo vas a estar escribiendo, si escucho el ruido de las pelotitas de tenis.
- Eh, jeje, bueno, sí, estoy pegando unos tiritos, pero las dejo todas en la red, no sé qué me pasa.
- Es la altura, te caga la altura. Bajá las rodillas, flexioná, agarrá la pelota de abajo, dale con top. Mucha rosca.
- Jeje, rosca, eso me gusta.
- Bueno, petiso, dame bola a mí un minuto. Te necesito. 
- PNT o blanco? Si es blanco tenés que hablar con mi productor comercial, eh.
- PNT, la puta madre. De qué carajo me sirve hacer publicidad con vos. Lo que necesitamos es que hables un cacho mal de nosotros. Cada vez nos lee menos gente. Hay que hacer algo.
- Eso les pasa por no investigar. En cambio yo escribí 500 páginas. 500 páginas escribí! Y vendí a lo loco.
- A los locos, querrás decir. Bueno, vamos a lo concreto. Me ponés algo así: 
"Kirchner era un hombre que evitaba aportar a su interlocutor información sensible sobre él mismo y sobre sus asuntos más personales. Pero, al mismo tiempo, usaba sus relaciones esporádicas para obtener datos que pudieran servir a sus fines. 
- Esperá, despacito que estoy tomando nota...
- Metele petiso, no tengo todo el día. Sigo:
"Un día, durante su primero o segundo año de gobierno, me empezó a hablar de los comentarios anónimos en Internet. Estaba obsesionado con las descalificaciones que recibía en los portales de noticias. Preguntó, como al pasar, qué se podía hacer para neutralizarlos. Le sugerí que lo mejor era ignorarlos: si no eran críticas lógicas y bien argumentadas, en el fondo no tenían ningún valor. Pero El no opinaba lo mismo. Consideraba que eran un arma política muy agresiva y efectiva. Y se preguntó qué pasaría si cada una de esas agresiones pudiera ser respondida con un insulto más fuerte. 
- Jeje. Ya entendí para dónde vas. Qué hijo de puta que sos.
- Shhh, callate que ahora viene lo mejor. Copiá.
" Sin saber bien de qué estaba hablando, casi por intuición, Kirchner había empezado a crear, a partir de su necesidad y desde la pura voluntad, el primer ejército de blogueros k que un día se metió en las redes sociales y que ahora es "hegemónico", igual que muchas usinas de poder oficial".
- Brillante. Además quién carajo me va a desmentir, no? Dalo por hecho, mandame la tarasca esta noche. Mañana sale