30 noviembre 2009

Che, me dan una mano?

Si ya venía posteando poco y barato, preparensé ahora porque va a ser peor.
Después de 15 días de bancarme un dolor fuerte en un dedo, luego en la mano, luego en el dedo, los dedos, la mano y el codo, y automedicarme en consecuencia, dije: tendría que ir al médico.
Bueno. Fui. Y volví con un yeso que me llega, precisamente, hasta el codo. Nada grave: una tendonosecuantonitis vaya a saber originada por qué. Seguro que de hacer deporte no.
Pero igual quiero dejar planteadas algunas cosas importantes, que digo cosas, convicciones!!, a pesar de estar tipeando trabajosamente con una sola mano. Porque cuando la República y las Instituciones, así con Mayúsculas, se ven amenazadas, no debemos trepidar en los esfuerzos que haya que hacer. Porque si ahora no escribo, amparándome en mi dolencia, seré cómplice por omisión cuando mañana amanezcamos presos, todos, presos de una dictadura atroz que se esconde tras formalismos pseudo-democráticos.
Porque ojo, hay que hacerse cargo: tras esa fachada electoralista -me refiero a la elección de 2007, que dio una legitimidad claramente segmentada, se esconde la semilla de todo mal, de toda abyección y de todo todo lo malo. Ay, Patria mía, como dice ese excelente libro que estoy leyendo del gran ensayista Aguinis.
Y lo voy a decir. Me voy a dar el gusto, aprovechar los últimos vestigios de libertad que van quedando y lo voy a decir: Los KKs deben irse. Y si no se van hay que echarlos. Por el bien de la Patria, que somos sus ciudadanos y no esos negros de mierda acostumbrados a vivir de nuestros impuestos y procrearse como conejitos para ir a gastarse MI plata en vino. Para colmo en tetrabrik, si serán brutos. Y ellos, los KKs y toda la porquería que los rodean, como Moyano, Delía y...y...ese...KunKel, ese!, nos están matando a todos.
Ahora, más tranquilo, con el deber cívico cumplido, les pido que reenvíen esto a todos sus contactos y eleven una oración al cielo por el pronto reestablecimiento de mi mano izquierda, con la que escribía hasta este infausto hecho. 

29 noviembre 2009

Teorías incomprobables sobre:

Los modos de lectura y otros consumos culturales (?):

Empecemos por el principio. A mí me gusta más leer que escuchar la radio, música, ver televisión o ir al cine. Y esto sí lo tengo científicamente comprobado. Por empezar, si voy por la calle caminando, o en el bondi, no puedo dejar de leer. Y que se entienda. No digo que voy leyendo un libro o el diario, no.

No puedo parar de leer todo lo que sean letras y pasan delante de mis ojos. Algo así: Subte, Haciendo Buenos Aires, camas, licencia número 2134 GCBA, papas dos kilos tres pesos, sinteplast, andamios BA, salas de ensayos, clarín miente, su ruta. Pero esto no es todo. Las ganas de leer le pueden llegar a ganar a todo. Otro ejemplo: estoy viendo Racing contra Boca, es domingo a la tarde y tirado en el piso está Enfoques de La Nación. Posta que lo termino ojeando mientras mantengo atención flotante sobre el relato que llega desde la tele.

Ahora bien. Soy un pésimo lector. Por empezar no puedo leer un solo libro a la vez y muchísimo menos clavarme las obras completas de nadie de un saque. Yo necesito ir mechando el siguiente combo: una novela (si es policial negro mejor), algún clásico de la literatura, un ensayo sobre política o filosofía y uno de historia. Así, un rato cada uno, asegún el humor. Pero, para colmo, no puedo parar de –mientras voy leyendo- pensar cómo hubiera editado yo ese párrafo. Y ojo: salvo contadísimas excepciones, me le animo a cualquiera con la reedición. Al menos dentro de mi cabeza.

Con la radio tengo menos entreveros y un abordaje más utilitarista. La pongo, ahí, de fondo, mientras hago alguna otra cosa, pero nunca me van a ver sentado escuchando la radio. Es más, si hasta cuando hago radio me dan ganas de pararme y ponerme a caminar y hasta estoy tentado de llevarme la plancha, el apresto y las camisas al estudio para ir aprovechando el tiempo.

En cambio, así como soy un muy mal lector, soy el perfecto espectador de cine y el sueño de todo director: un chabón que abandona todo tipo de incredulidad al entrar a la sala. Para que se entienda: si la película es de terror yo no las puedo ver porque me dan miedo. Si es de guerra pienso que en cualquier cambio de escena me clavan un tiro a mí que estoy ahí sentado. Si es comedia me cago de risa aunque sea mala. Si es de esas cultas que pasan en el Malba dirigidas por algún chico rico que tiene veleidades metafísicas y rebeldía adolescente a los 40, me duermo. Es por estas razones que hace mucho tiempo que no puedo ver ningún film que sea un drama, porque lloro a moco tendido y no puedo evitar identificarme con el que la pasa mal.

Ya bastante tengo con mi propia mirada cuando salgo a la calle para andar pagando para sufrir. 

27 noviembre 2009

Seguridad y confesiones

Varios de los comentarios del post anterior hacen centro en criticar esta frase que allí había puesto: “ El dolor, el dolor de un padre, da impunidad para decir cualquier cosa. Y está bien que así sea.”
Oscar dice: “creo que el dolor es como el alcohol o las drogas: voltea barreras e inhibiciones. Pero no inventa nada que ya no esté adentro”. “El dolor genuino crea una tristeza infinita. El dolor jamás crea fachos. Sólo los pone en cámara”.
Ariel dice: “no me parece que el dolor extremo de un padre no da impunidad. Incluso en esas situaciones hay gente que tiene límites y gente que no. Las Madres de Plaza de Mayo, las Abuelas, me vienen a la cabeza…”
Baleno dice: “Para mi el tipo no dijo nada que no pensara de antes. Ademas debe haber 10 o 12 millones de argentinos que piensan asi. Mas tarde o mas temprano habra que volver al 8 de julio de 1816 y discutir que es tener un país”.
Martin Latino dice: “coincido con los que dicen que no hizo mas que desinhibir, no jodamos, ninguno de nosotros gritaría algo así, podés putear a Scioli, puteá a Cristina si querés, pero no digas que le dan plata a los pobres para que salgan a matar, algo está podrido adentro tuyo desde antes”.
Garser dice: “coincido. El dolor no justifica en lo más mínimo. Quien habla así ante la muerte de un ser querido, es porque realmente piensa de esa manera y no porque lo impulsa la tragedia. Sirvan como ejemplo las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Bueno. Admito que me gustaría tener esa rotunda certeza. De hecho, si me preguntan ahora diría: aunque me pasara, nunca diría esas barbaridades racistas e ignorantes.  Pero debo, me gusta, ser honesto intelectualmente y, la verdad es que –por suerte- no sé lo que me saldría de las entrañas si alguien asesinara a mi hija. Algunos ponen el ejemplo de las Abuelas y de las Madres y es válido. Claro que es válido. Pero por eso las Abuelas, las Madres, los Hijos tienen en mí y en todos nosotros no solo respeto sino admiración. Una profunda admiración humanista: nunca venganza, siempre justicia.
Y otra punta más que me sale al leer los comentarios: es cierto que los medios a veces funcionan como las drogas o el alcohol, rompiendo las inhibiciones y sacando fuera lo que ya estaba adentro. Y es por eso que planteo su inmensa responsabilidad: al transmitir expresiones de personas conmovidas por la muerte de un ser querido, legitiman esos pensamientos en aquellos que ni siquiera tienen  ¿el derecho? de decirlas por estar presas de ese dolor.
Los medios, como el poder o la muerte, en algo se parecen. Comparten algo: sacar a la luz lo que se esconde en nuestras tinieblas. El que llega a posiciones de poder y empieza a ser garca ya era garca de antes. Y la cercana muerte, al menos en mi experiencia, opera parecido. Antes yo pensaba que si a alguien le anunciaban que le quedaban pocos meses de vida estaba a tiempo de obturar sus costados más oscuros, más siniestros y retorcidos y “aprovechar” ese tiempo en un estado de bondad consigo mismo y con los demás. Bueno, les tengo una mala noticia. Casi nunca es así. Lo que sucede, sencillamente, es que se profundizan todas las características que tu personalidad ya traía dentro. Las buenas y también, sobre todo, las malas.

Debiera poner algún tipo de conclusión, pero solo pienso en que hablar de la muerte es conjurarla.

Mi vida con Carrió

A cuentagostas, muy a cuentagotas, cada tanto cuento algo de mi paso por el ARI de Elisa Carrió. Y lo hago poquito por dos razones de peso: principalmente, porque me da un poco de vergüenza. Pero también porque no soy de esos que hablan mal de sus ex con sus nuevas novias. Tener códigos (?) sigue siendo para mí un acto de resistencia ante la tilinguería reinante.

Pero hoy leí el diario y me dieron ganas. Así que ahí va.
Creo que mi primer viaje a Resistencia fue allá por el 96, cuando militaba en la Coordinación Nacional del Frente Grande y una de mis responsabilides era el NEA. Pero el que debe recordar mejor es mi amigo Daniel, el diputado bloguero.
Después fui un par de veces más como funcionario de Desarrollo Social, lugar en que pude apreciar de primera mano la titánica labor realizada por Gerardo Morales por los pobres (por los pobres intendentes radicales que se curraban la guita de los SUM, digo).
El tiempo fue pasando, yo extrañaba las rutas y los viajes y me surgió la posibilidad de acompañar a un diputado a unas jornadas políticas del ARI Chaqueño. Ni lerdo ni perezoso, hice el bolsito y partí. La incomodidad me surgió a poco de llegar: como parte del encuentro político de la naciente fuerza de centroizquierda, el programa anunciaba un cierre de actividades con la realización de un "té canasta", creo que en la sede del JOckey Club, pero capaz estoy exagerando.
Por supuesto que fui, como corresponde a un militante integral, me tomé un par de vinos y me afané un As de picas y una Jota de tréboles de un mazo.
Menos mal que el día terminó bien, comiendo un surubí con Manolito en la costa del Paraná.

Ah. Lo que leí hoy fue esto: “Cómo no me voy a sentir bien en el conurbano si estar en el conurbano es como estar en el norte, en Chaco, en Jujuy, en Paraguay”.
¿Lapsus gorilae?

26 noviembre 2009

Seguridad

Lo estoy viendo en este instante. Ahora, por América 24. Es el desconsuelo interminable del padre de una maestra que asesinaron en Derqui.
Y es tremendamente doloroso escucharlo. El dolor de un padre en carne viva. Desesperado.
Y en esa desesperación dice cosas. Cosas como que "los largan porque están drogados", "era una chioca de bien, no como la basura que tenemos en el país", "la atorranta y inservible" no hace nada y encima "ahora nos saca plata a nosotros para darles subsidios a estos vagos" para que sigan matando. Cosas así.
Me resulta imposible catalogar esas declaraciones. El dolor, el dolor de un padre, da impunidad para decir cualquier cosa. Y está bien que así sea.

Lo que no está bien es que le pongan un micrófono y una cámara adelante.
No está bien. Es obsceno.
Son obscenos, canales de TV..

ACLARACION PARA NABOS: Ojo. No digo que no hay que informar sobre los hechos de "inseguridad", más allá de la lamentable e inevitable distorsión que la reiteración continua de un hecho sangriento genera en la audiencia. No. Digo otra cosa más sencilla: no podés entervistar a un familiar en un momento de desborde emocional. No es ético. Es aprovecharse de su dolor para generar rating. Y eso debiera ser autocensurado por los propios canales y periodistas en base a una discusión ética sobre autoregulación. Ahora se entendió, gil?

La tarde de ayer

Acá no pude ir, porque no me andaba el helicóptero cosa de llegar a tiempo acá. Dos medidas en línea con mi ruego decembrista: "Paz, amor y gestión".

La cosa es que antes del Salón de la Mujer (que lindo el techo y los cuadros que hay en la antesala, les dije?), me dí una vuelta (parezco Tato) por acá.

Y ahora permitanmé resaltar un párrafo de la crónica: "En el comienzo de su discurso, quizá por el estado febril, Kirchner se dejó ver con un tono más reflexivo, menos crispado (palabra con la que intentó poner en ridículos a periodistas y a opositores políticos, que suelen usarla para definir el estilo K), pero sus ojos parecían encenderse de golpe cuando se refería "al monopolio".".

Juro que traté de prestar atención, pero lo de los ojos encendidos me lo perdí. Casi que, si hubiera tenido que escribir una crónica yo, habría resaltado otra cosa. El enorme esfuerzo que está haciendo Néstor por entrar en la onda que venimos sosteniendo para la etapa: Bajar un cambio. Lo intenta. Se esfuerza. Pero no le sale. Al menos, por ahora, no le sale.

Ah. Y que alguien coordine agendas che. Me parece que no está bueno competir por los titulares de mañana intra-oficialismo.

Creo.

Túmbame




Que todo el tiempo para perder que queda se vaya.
Que hoy sea mañana. Rápido.
Rápido.
Por favor, lo necesito.

24 noviembre 2009

Yo creo de que

Yo creo de que a Macri el escándalo de las escuchas de la nonata policía porteña le afecta en su imagen mucho menos de lo que queremos creer en el microclima. Que insistir por el lado de la “ilegalidad” de esas escuchas tomando el tren de los derechos personalísimos y los derechos humanos como última estación es en vano si de acumulación política para la oposición porteña se trata. Si me preguntaran, haría la Gran Durán Barbas al revés: lo que para el asesor es una excusa, para mí es una persistente estrategia de desgaste sobre su supuesta “fortaleza”: machacar con su manifiesta inutilidad para todo lo que sea “gestión”. Nada de ideología, amigos. Acá somos prag-má-ti-cos!, je.

Yo creo de que lo del suplemento de Clarín haciendo periodismo de anticipación con la muerte de Sandro es una boludez. Una boludez que a Clarín se le filtre. Y una boludez rasgarse las vestiduras por eso. Por las dudas, aclaro que tengo lista en parrilla las necrológicas de Catalina Dlugi y de Mendieta.

Yo creo de que mejor que el 1 de diciembre los pibes empiecen a cobrar sus 180 manguitos sin demasiados inconvenientes y que algún cráneo haya encargado a un buen publicista una campaña para reflejar cómo les cambia la vida a esas familias el ingreso a la categoría ciudadana de “bancarizados”. Unos spots sencillitos eh, nada de animaciones computadas ni chiches de fundidos. Cámara fija a la cara de la mamá de la familia López contando de que barrio es, cuantos pibes tiene y en que va a gastar la guita. 180 entrevistas a 180 familias de 180 lugares distintos de nuestro país.

Yo creo de que 6,7,8 los domingos es gastar una buena idea de un buen programa. Y termina siendo la hiper-meta-repetición de la tele. ¿Y si se arma un buen programa de entrevistas y debate político para ese segmento? Baratito, sin helechos.

Yo creo de que todo el tironeo de las presidencias de las Cámaras de Diputados y Senadores, los anuncios de Rossi de vetar cualquier cosa, los amagues de la UCR de pelear la Presidencia Provisional del Senado y todo eso, son fuegos de artificio para posicionarse para la verdadera negociación. La que ahorita mismo se está dando en el Congreso. Y que debiera terminar masomenos así: El oficialismo en diputados mantiene mayoría y la presidencia de las comisiones de Presupuesto, Legislación General y Asuntos Constitucionales (por donde pasan el 99,99% de los proyectos de cualquier cosa) y la Presidenta no va a tener la necesidad de utilizar la herramienta constitucional del veto para nada. El FpV mantiene la presidencia de la Cámara, la UCR se lleva la Vice 1 -cosa de cerrar su frente interno- y el PJ disidente la Vice 2. El resto de las comisiones pasan a tener mayoría de diputados opositores (de todas las variantes de las oposiciones, eh). En el Senado es más fácil aún: El FpV mantiene a pampero, pero pierde la Secretaría Parlamentaria.

Yo creo de que diciembre va a ser un mes caluroso. Así que mejor que lluevan cubitos discursivos. Paz, amor y gestión. Paz, amor y gestión.

22 noviembre 2009

La TV mata

Muy buenas noches, que tal, como están ustedes. Hoy vamos a empezar esta emisión comentando el flamante ciclo televisivo Presidentes de Latinoamérica que está emitiendo Canal 7 y Canal Encuentro y que conduce el ex ministro de Educación de la Nación y actual Senador, Daniel Filmus.
Ví la entrevista a Lula y, además de congratularme una vez más con la figura del presidente brasileño, me sorprendió muy gratamente la calidad del ciclo. Digamos que, como con toda entrevista, dependés mucho del entrevistado (y empezar por Lula no debe ser algo casual en este sentido) pero también está la habilidad del entrevistador (y de su equipo de pre-producción) para sacarle jugo a la cosa. La diferencia entre un Jesús Quintero y un Charly Fernández, ponele. Así que bien por Filmus.

Leí por ahí que en algo parecido anda Alberto Fernández, solo que su futuro programa la idea es entrevistar a "presidentes del mundo".

Dicho todo esto. ¿Por qué hay algo que me hace ruido? ¿Qué me jode? Entonces leo este editorial de mi pollo editorialista, José Natanson (interruptus: en diez años la pelea de fondo de los editorialistas va a ser Pagni vs. Natanson. Cuando eso llegue recuerden que invertí acciones de José a dos mangos) y creo que me doy cuenta el por qué de mi malestar.

Nadie duda, y menos que menos Mendieta, la necesidad de dar batalla política y cultural en los medios masivos de comunicación. En especial, la tele.
Pero,  ¿es necesario que un Senador de la Nación, que -además- no viene de los "medios" y que, para colmo, pretende ser "el conductor" de la oposición "progresista" a Macri en la Ciudad de Buenos Aires, dedique gran parte de sus esfuerzos y tiempos a hacer un programa de tele? ¿No podía esperar a terminar su mandato para dedicarse a la tele?
Seguramente, muy atareado en la preproducción del elogiado ciclo de entrevistas, Filmus ha tenido poco tiempo para dejar bien sentada su posición de apoyo a la Ley de Medios de Servicios de Comunicación Audiovisual. Sospecho, digo, porque lo único que encontré fue esto.

Ahora sí, vamos a un corte y volvemos.

20 noviembre 2009

Fragmentos

Llegué a la nota vía Derek, que la levanta de los amigos de Zoom. (ya sé, te debo un par largo de notas, pero soy vago, perdón).

Yo me acuerdo cuando la leí en su publicación original: La Gandhi Argentina. En esa época me gustaba ir a las librerías casi tanto como a los bares. Es más, digo ahora, es el programa perfecto. Vas a la librería, relojeás los libros; vas al bar, relojeás el vaso; volvés a la librería y después volvés al bar. Y así por los siglos de los siglos dejás que en el medio de esos dos pilares de tu humanidad vayan pasando los amores, las banderas, los amigos, los enemigos y la sangre. Hasta te podés armar la secuencia: llegada a la librería y repaso de las novedades. De ahí al bar por una cerveza a hablar de fútbol. Vuelta a la libreria y estante de historia. Ahí en el bar te toca vino y discutir de política. Otra vez a la librería: filosofía. En el bar se está haciendo tarde y es la hora del ron y los amores encontrados.

Me fui al carajo. Yo quería que la lean toda pero resaltar este párrafo de Lamborghini, que parece que era bastante peronista:
"La Argentina —según Alberdi— es un país que no aguanta la verdad. Dice: No hay verdad que valga para los argentinos. No queremos la verdad. Es lo que decía Dantón: la verdad, la amarga verdad, no la queremos, la reprimimos, porque hay una gran mentira que crece como una bola de nieve desde 1810. A mí me la vendieron cuando era chico, en el colegio, estaban los buenos, los malos y así estamos. La verdad tiene claroscuros, no es buena o mala, no es folletinesca, es una mezcla; esa mezcla, los argentinos, no la queremos, no, preferimos civilización o barbarie".

 

18 noviembre 2009

Sincericidio

Quisiera saber escribir bien para escribir lo que voy a escribir. Quisiera tener la misma facilidad que a veces, muy de vez en cuando, tengo para hablar. No para hablar delante de muchos. No. Mano a mano, charlando.

Cada día que pasa tengo menos y menos ganas de escribir de política en el blog. Y no porque haya perdido el interés ni mucho menos. Pero veo como se va acentuando, cada día un poco más, un cachito más, las posiciones maniqueas y absolutistas en el abordaje de cualquier tópico. Y vale para la izquierda, para la derecha, para arriba y para abajo. Vale, sobre todo, para nosotros. Y que se meta dentro del nosotros el que tenga ganas de meterse en el nosotros conmigo.

La futbolización de la política es una berretada. Porque hasta en la cancha, cuando vamos perdiendo como casi siempre –y ahí gritamos más fuerte para alentar, claro, “en las buenas y en las malas”, sobre todo en las malas- siempre hay un entretiempo donde respiramos profundo y nos decimos: “qué manera de jugar para el orto, eh. Habría que meter un par de cambios, dar dos pases seguidos, algo”.

Y lo que está pasando es algo así. Si lo hace tal está bien porque yo lo banco, si lo hace X está mal porque es tal y tal cosa. No aguanto más leer que vivimos en una dictadura, que el país está al borde la anarquía ni que el pase de Colombi está bien. No está bien. No.

Así no me gusta. Me gusta discutir las cosas con razones, con argumentos, con motivos. Con pasión, claro. Pero con ciertos códigos de, riansé, la política.

La inmensa mayoría de los medios, de los editorialistas, de los opinadores y de los políticos, están sacados. También muchos de nosotros. Entonces bancamos cualquier cosa con tal de “defendernos” de cualquier cosa. Y ojo: no estoy pidiendo fair play ni esos “consensos” pelotudos sobre tres o cuatro cosas en las que ponernos de acuerdo fácil. No. La democracia es conflicto. Pero la política es la administración de ese conflicto. Cuando la política sale de juego, entran los fanáticos. Los extremistas. Y lo voy a decir: te puedo llegar a entender a un revolucionario que sea extremista, claro que sí. Pero a un radical? A un liberal? A un peronista? A un Nac&Pop? A cualquier tipo que se titule demócrata? Eso es un oxímoron, muchachos.

Sé que esto puedo ser atacado desde muchos lados, sobre todo desde este: “eh, puto, no bancás los trapos!” Bueno: yo banco los trapos de este modo. Quizás sigo siendo el mismo pelotudo de siempre, pero creo que hacer política es convencer a los demás. A la mayoría de los demás. Tratar de demostrar que nuestras ideas, nuestros sueños y nuestras maneras de conseguirlos, son mejores que las otras.

Se está perdiendo, a lo largo y a lo ancho de todos lados, la elegancia y la estética. No me gusta polemizar con idiotas ni de un lado ni del otro. Soy medio soberbio. Y no puedo evitar sentirme mal por eso. Y no puedo evitar ir perdiendo las ganas de escribir.

17 noviembre 2009

Apuntes sobre Psicogeografía Argenta

“Más viajo a la Costa, más entiendo a Mendieta”.

Alguna vez leí por ahí que todo el saber de Leonardo Da Vinci cabría hoy en un pendrive. ¿Qué tremenda pelotudez, no? Pensar que el saber se puede acumular, digo.
Sin embargo, lo que es innegable de los tiempos que corren, y cómo corren, es la ultraespecialización de cada saber, de cada rama de la ciencia, de cada periodista deportivo.
Es así que hace rato que vengo postulando, entre bar y bar, la necesidad de fundar una nueva especialidad: la psicogeografía.
No se rían. Lo digo en serio. Sospecho que la estructura mental (con perdón de la palabra estructura, claro, que está más demodé que la palabra “organización” en una fuerza política) de un ser humano tendría fuertes ligazones con el ambiente geográfico en donde transcurra su infancia y su temprana adolescencia. Momento en el que, y eso sí lo sabemos todos, se constituyen algunas de las características psíquicas de cada uno de nosotros. Y ojo: digo “sospecho” y “tendrían” nada más para hacerme el modesto y concursar alguna beca del Conicet cosa de hacer la investigación, pero, entre nosotros, no digan nada, estoy seguro.
Ponele: Un tipo de la pampa tiene una relación con el espacio, y por ende con lo finito y lo infinito y, por consiguiente, con la trascendencia, radicalmente distinta de un chabón de la cordillera. Hipoteticemos: te levantás en Quemú Quemú y mirás para todos lados y sólo ves horizonte. Pasto y horizonte. A lo sumo un alambrado en el medio, pero poco más. Necesariamente, esa aparente monotonía –insisto: aparente, que para algo están los baqueanos cimarrones- generará un espíritu afecto a la imaginación surrealista, un ahorro patológico de palabras, cierta inclinación a la soberbia (si todo es infinito, ¿por qué no yo mismo?) y una tendencia irrefrenable y comprensible a enfrentarse con Dios: si hiciste así de chato todo,  te discuto mano a mano, que a mí me da el cuero.
En cambio, un tipo nacido y criado al pie de un cerro será diferente. Consciente de su inmensa pequeñez, que no es necesario mirar al cosmos con el Aconcagua ahí. Hay, en su alma, matices de colores y sombras que reflejan las escarpadas y los valles. Será la constancia y el empeño y la relación con el tiempo una de sus cualidades. Que subir la cuesta no se hace rápido ni de golpe, que estamos yendo pero para llegar, despacio, pero sin parar. Y Dios, aún para los ateos, los agnósticos e incluso, y sobre todo, para los apóstatas montañeros, es un tipo de temer y respetar.
Se preguntarán, espero, cuáles son las características psicogeográficas de los nacidos frente al mar. Bien, que ahí quería llegar. Una irrefrenable pasión por la crítica y la autocrítica nacida de la contemplación de las olas. También, surgida de ahí, cierta inclinación al pragmatismo: “Si, todo muy lindo, allá vemos el horizonte, pero en el medio las cosas se mueven, cambian casi constantemente y si queremos llegar tenemos que ir adaptando las velas”. Consciente de lo eterno y de sus límites, que para eso basta intentar contar los granos de arena, ayer montañas, de un médano. Cambiante, dubitativo, inquisidor.A veces sí, a veces no. Como las mareas. Afecto a la metafísica de rastrón y a las inutilidades. Y así de cambiante su relación con la divinidad: son, en su amplia mayoría, ateos no practicantes. No sea cosa de que mañana haya sudestada y yo sin mi estampita.
Podría seguir y establecer luego diferentes particularidades. Que no es lo mismo si vivís en un pueblo de mar que si vivís en el edificio Havanna de Mar del Plata, en el Cerro Colorado que en el Cerro Castor. O la influencia psicológica de un río largo. O ancho. Pero eso lo dejamos para la tesis.
Sólo voy a terminar bosquejando algunos caracteres patagónicos versión costado atlántico: mezclen mar, desierto, una montaña en el horizonte, un río donde termina la ciudad, cerca de las casitas y agreguen viento. Mucho viento. Está jodida la cosa.

16 noviembre 2009

Escribir de memoria

Cuando hoy leo "ésta" nota publicada ayer en Crítica, no puedo dejar de pensar en lo difícil que es, cuando uno escribe, salir de las simplificaciones y del "sentido común". Sentido común que, por cierto, es alimentado cotidianamente por notas como la que aquí comentamos.

Por un lado, juzgar la labor parlamentaria por la cantidad de proyectos presentados por los legisladores -algo que se puso de moda con el surgimiento de los "Centros de Estudios" de Organizaciones de la Sociedad Civil alla CIPPEC allá bien entrados los 90- es de una simplificación realmente preocupante. Cualquier papanatas sabe que la productividad de un presidente de una Comisión importante (¿y hay alguna más importante que Presupuesto?)no se mide en proyectos presentados.

Pero lo otro es infinitamente peor, porque ya entra en el terreno de no permitir que la realidad nos arruine una buena nota. Decir que este año no tuvo producción parlamentaria es francamente risible. Si algo debe rescatarse del 2008 y de éste año, es el altísimo protagonismo alcanzado por el Congreso Nacional en más de un par de temas sensibles e importantes.

Lo que llama la atención en este abordaje es que el autor de la nota, Eduardo Tagliaferro, tiene una larga experiencia como cronista en el Congreso. Pero claro, resulta más sencillo atarse a lo remanido: los diputados son vagos.
Sería algo así como pensar que Tagliaferro, porque supo escribir en Página, defender las causas de derechos humanos y simpatizar con la centroizquierda democrática, sigue siendo "de la nueva camada progresista del periodismo".

14 noviembre 2009

Música para la monada

Un día de estos, una semana de estas, un año de estos, vuelvo a escribir.
Mientras tanto, un poco de música.


Morir

Ni cuando se muere "un malo" el mundo pasa a ser un lugar mejor, ni cuendo mueren "los buenos" las cosas empeoran. Porque el mundo no anda con chiquiteces.
Sólo nos vamos quedando un poco más solos. Un poco más solos para combatir a los malos, un poco más solos para aprender de los buenos.
Pero por un rato.
Porque siempre habrá patas en las fuentes.
Salpicando un cacho de justicia poética por ahí.

10 noviembre 2009

Inviertan giles!

Estimado Mendieta,


Escribo porque estamos armando nuestra lista de "Sitios Amigos" en nuestra Sección de Noticias de la empresa elMejorTrato.com y creo que se puede llegar a hacer algo muy interesante juntos.


Nuestro Sección de Noticias se dedica a brindar toda la información para poder tomar la mejor decisión a la hora de contratar un servicio financiero como un Depósitos a Plazo Fijo, Crédito Hipotecario, Préstamo Personal, Tarjetas de Crédito, etc.


Por suerte estamos teniendo una respuesta muy buena de la gente ya que ayuda mucho y una alianza con tu excelente Sitio Web Mendieta el Renegau nos pareció interesante ya que nos podemos ayudar mutuamente a través de un enlace poder direccionar a toda la gente que viene a nuestra Página Web y quiere otra fuente de información para informarse, podamos enviártela a vos por medio de un link y todo el que va a tu Sitio Web y por ahí quieren algo de información financiera mandarla para aquí si lo desean. De esta forma poder recomendarnos mutuamente a nuestros lectores para darnos a conocer entre los dos.

Pero claro chango, obvio. Siempre había pensado en tener un enlace a un sitio como el tuyo. No sabés la cantidad de lectores que tengo deseosos de invertir. Como los Cartoneros de San Telmo, que me llaman todos los días preguntando donde meter sus rupias.

08 noviembre 2009

Once Corazones




Ahora es una plaza y hay un jardín de infantes. Pero en aquellos tiempos era una manzana entera de descampado con pastizales y cortaderas.
En ese pueblo, al igual que en casi todos los pueblos costeros, no hay vías de tren que lo dividan en dos y eso da una ilusión de cierta igualdad. Pero no. Siempre hay fronteras que, más aún cuando son invisibles, son jodidas de cruzar. Al principio fue la calle Mitre y más allá de los postes verdes y amarillos y el alambrado había campo. Con los años y la llegada de los inmigrantes hubo algunos valientes que fueron a conquistar el oeste y entonces lotearon hasta la calle Tucumán e incluso más allá. Por ahí estaba la manzana de descampado de la que hablo.
Fue una tarde de primavera, como si fuera ahora pero tres décadas atrás, en que llegaron hasta ahí unos muchachos y a puro machetazo desmalezaron la manzana entera. Cuando terminaron pusieron música bien fuerte en una camioneta y empezaron a chupar cerveza. Bah, en verdad ya chupaban desde antes, pero ahí brindaron. Nosotros, con  Angel  y el gordo Gómez, andábamos por ahí, boludeando. Que, dicho sea de paso, es lo que nos hace añorar la infancia. Boludear.
Al otro fin de semana volvió a ser sábado y volvió la música en la chata y nuestro boludeo ya tenía una misión: hay que ver qué quieren hacer ahí. Cuando llegaron bajaron unas palmeras y unos tachos con cal. Y al rato ya estaban levantados los arcos y pintadas las líneas. Había nacido la canchita de “los paraguayos”. 
A los quince días el pasto parecía la cancha de Vélez y ya estaba en pleno funcionamiento “La Liga”. Los fundadores hacían honor a sus orígenes y usaban casacas blanquirojas, esas con bastones bien anchos. Había un campeonato cada fin de semana y el clásico pronto fue “los locales” contra el equipo de los bolivianos. Y no era en joda ni así nomás: había árbitros vestidos de negro, planillaje, redes en los arcos y “bono contribución” para entrar. Cosa rara esto de pagar para entrar, porque, recuerden, era una manzana descampada y entraba el que quería. Pero vaya a saber por qué, garpábamos. Después, un poco después, empezaron los torneos de infantiles. Pero para mí la consumación del éxito del emprendimiento comunitario fue cuando debutó en esa cancha La Bruja.  La Bruja era el cinco titular del equipo del club. Marcaba como los dioses, parecía que no necesitaba correr para llegar siempre antes a cortar y levantaba la cabeza ganando todo el panorama antes de dar un pase. Yo quería jugar como él cuando fuera grande. Cuando le preguntaron por qué había dejado de jugar el campeonato regional para pasarse a la canchita de los paraguayos, respondió con un rotundo: “porque acá juegan mejor y viene más gente”.
La aventura duró sólo un par de años. Porque empezaron las quejas de las “fuerzas vivas” ante la “toma de tierras”, los reclamos en la Municipalidad, las cartas de lectores indignados en el diario “porque tomaban vino” y la preocupación del cura porque los domingos cada vez iba menos gente a misa. Y quizás, pienso ahora, esa fue mi primer lección práctica de la importancia de transformar las “cosas de hecho” en instituciones.
Esa fue la vez que más cerca estuvo mi pueblo de tener un club popular. Se llamaba Once Corazones.

07 noviembre 2009

Padres de la Plaza II



SELECCIÓN OFICIAL COMPETENCIA ARGENTINA


PROYECCIÓN PARA PRENSA
LUNES 9 DE NOVIEMBRE - 10.00 HS  
Posterior Conferencia de Prensa

PROYECCIONES PARA PÚBLICO
LUNES 9 DE NOVIEMBRE - 20.00 HS
MARTES 10 DE NOVIEMBRE - 13.00 HS

TODAS LAS PROYECCIONES SON EN EL TEATRO COLON
HIPÓLITO YRIGOYEN 1665 - MAR DEL PLATA
 

06 noviembre 2009

Sabatella en Capital: Tengo premio sin rifa?

Hoy nos desayunamos con esta nota de Crítica. (POr cierto: no es Flores, si no Mataderos)

Hace ya largo rato (más de un año) habíamos posteado esto. Digamos que, modestamente, je, me siento el padre de la iniciativa ¿Tengo premio aun sin comprar la rifa, Rave?

Por eso ahora lo reafirmamos. Ya saben nuestra posición "sociológica" del electorado capitalino: progresismo en artes, ciencias y espectáculos. Y desde ahí, todo a la derecha. Martín, prafraseándolo, sería un buen piso para que nuestra ciudad pueda subir tan modesto techo.

Y hasta me pouedo llegar a comer algunos sapos. Porque los populistas nos la re bancamos y, sobre todo, porque sólo con los buenos no llegamos (?)
He dicho.

05 noviembre 2009

Padres de la Plaza


Voy a hacer mucho bombo con este documental.
Primero porque el tema lo amerita. Segundo porque yo lo ví y está muy bueno. Tercero porque costó mucho sudor y esfuerzo. Cuarto porque lo han hecho grandes amigos: Joaco, Mile, Willy, Maxi.
Y quinto y por encima de todo, porque entre los realizadores está mi hermanito. Y me pone muy orgulloso.

Se estrena en el Festival de Mar del Plata el lunes. Después, en exclusiva, voy a subir el trailer.

Cómo era eso de que internet sirve para la publicidad viral?

Los ultraliberales son muy pesados

Ayuda para productores de radio mañaneros:

Si van a tratar esta noticia: "Aerolíneas: rebelión en un vuelo por 5 pasajeros "privilegiados" publicada hoy en Clarín...
No estaría mal que visiten la página de los "denunciantes" acá: http://www.elcato.org/.

Digo, para que ya que están vean las ventajas de tener "Libertad individual, gobierno limitado, mercados libres y paz".

(No dejen de leer que interesante "línea democrática" plantean sobre la situación de Honduras)

03 noviembre 2009

Post a pedido. Y qué?



El video que ven acá arriba es un pedido especial y una elección de Cachorra, que como tiene escarlatina se merece muchos mimos y un post del papá.

PD: Se acuerdan que hace un par de días escribí esto? Bueno. Tiembla Carrió. El vaticinador posta ya saben quién es.

Correo Argentino

La noticia salió en varios lados e incluso ya la habíamos comentado aquí mismo: Elisa Carrió denuncia la situación interna del país ante diversas embajadas extranjeras.

Hasta el momento, diversos medios dieron cuenta de los siguientes párrafos de la misiva:
"La Argentina sufre una inusitada escalada de violencia que tuvo un inicio verbal pero que recientemente ha acentuado aspectos alarmantes de violencia física. Aquella viene siendo incentivada desde hace varios años por una prédica oficial reñida con la convivencia armoniosa básica apra la vida democrática ya que potencia los elementos conflictivos existentes y genera nuevos frentes de confrontación donde donde no los había".
"los diálogos que tuvieron lugar entre el oficialismo y la oposición no merecen ese nombre, ya que han sido encuentros en que una de las partes, el oficialismo, solamente habló y no escuchó a la otra, convirtiendo el diálogo en una parodia"
" se hallan seriamente comprometidas las instituciones republicanas y democráticas".
"el caso extremo reciente de Honduras es prueba de que el sistema no tolera la vulnerabilidad de ambos principios".
"Por este motivo es que nos dirigimos a los gobiernos de países amigos para hacerles aptente que se está comprometiendo en la Argentina la vigencia efectiva de la democracia representativa, que es principio esencial de la Organziación de los Estados Americanos".

Ahora bien:
Me gustaría poder leer el texto de la carta entero. Pero lamentablemente no existe aún. O al menos no se ha hecho público. Los párrafos tienen como fuente una gacetilla emitida por la Coalición Cívica y remitida a la prensa. Pero la carta entera, fundamental -al menos para mí-, para poder leer el contexto y opinar con cierta ecuanimidad, no está pública aún.
Y opr qué hago incapié en esto, preguntarán. Porque esta oración es muy preocupante: "el caso extremo reciente de Honduras es prueba de que el sistema no tolera la vulnerabilidad de ambos principios". Así, "sacada de contexto", pareciera avalar la interrupción del orden institucional producida en Honduras. Son, palabras más, palabras menos, los argumentos de los golpistas. Y me cuesta creer que la señora Carrió esté avalando golpes de Estado. Aunque, lamentablemente, cada vez me cuesta un poco menos.

02 noviembre 2009

Invitación

"La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene el agrado de invitar a Ud. a la Ceremonia de Entrega de Distinción de Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el campo de los Derechos Humanos al Sr. Julio Morresi, que se llevará a cabo el martes 3 de noviembre a las 19.00hs en el Salón San Martín del Palacio Legislativo. El ingreso se realizará por Perú 160".

Ojo. El primer boludo digital que me critica a Julio le clavo un arroba en el ojo y le sacudo un asterisco al marulo.

Los miedos

Cuando era chico, diez años ponele, jugaba a los indios en los médanos de la playa y veía, ahí en el balneario de la otra cuadra, a “los grandes”. Y quería ser como ellos. Ellos, los grandes, tendrían trece o catorce, pero sabían putear con cierta consistencia y levantar la pelota sin esfuerzo en la arena seca.

Al llegar a los quince los grandes ya eran más grandes. Pero me abrumaba el ver la seguridad que tenían para hablar con las minas, dar discursos en las asambleas de la escuela o pintar consignas en los paredones sin que la cana los agarrara.

Pisando los veinte seguía mirando con admiración a otros grandes. Y yo seguía teniendo miedos. Otros miedos. ¿Qué carajo voy a hacer con mi vida? ¿De verdad ésta es mi profesión? ¿Algún día me enamoraré? ¿Me olvidaré de mi pueblo? En aquellos tiempos veía, mientras recorría las primeras noches de la ciudad a unos tipos que tendrían treinta pirulos y quería ser como ellos. Eran tan seguros, tan plantados, tan valientes. Sabían, positivamente sabían, lo que había que hacer.

A los treinta fui papá. De algún modo, inocentemente, siempre había pensado que para ser padre había que estar seguro y, sobre todo, ser grande. Ser grande como sinónimo de seguridad, de valor. Y ahí todo se fue al carajo y todo empezó a ponerse en orden.

Ahora estoy preocupantemente cerca de los cuarenta. Y sigo sin entender demasiado y, lo mejor, sigo teniendo muchos miedos.
Sigo teniendo miedo cuando me encuentro en el espejo, cuando tengo que levantar la pelota de la arena seca, cuando puteo con elegancia, cuando me encuentro en los bares y doy discursos y pinto paredones. Pero lo hago. Sigo teniendo miedo cuando hablo con las minas, cuando me enamoro, cuando me acuerdo de mi pueblo, cuando pienso en lo que hago cada día y en su cuasi perfecta inutilidad. Pero lo hago.

Y tengo miedo, mucho miedo, cuando Cachorra está con fiebre o con tos, cuando no sé muy bien qué hacer o qué decirle, cuando la veo crecer. Pero ahí la abrazo fuerte, hago que soy un tipo seguro y valiente, le digo que no tiene nada y ella me cree.
Misteriosamente, debe ser porque soy grande, ella aún me cree.