02 agosto 2010

Biolcati: Damela a mí, tomala vos.


Vamos a usarlo a Biolcati y lo vamos a usar sólo como ejemplo. De hecho, ni siquiera es necesario usar la persona de Biolcati -que a nuestros fines es una figura menor- y lo que nos interesa, para empezar, es "el discurso" de Biolcati. Porque de verdad lo que en este post nos importa son las consecuencias de ese encendido discurso y -sobre todo- un planteo de la mejor forma de responderle. Pragmatismo es el subtítutlo de este post, estamos?

Entonces digamos: el discurso de Biolcati el sábado en la Rural era absolutamente previsible y -de algún extraño modo- no hace más que mostrar el agotamiento del "discurso campestre" en tanto sectorial: no era serio (ni siquiera para Biolcati y la SRA) hacer eje en reivindicaciones y peticiones propias de la actividad agropecuaria. Se la siguen llevando en pala. De ahí la recuerrencia a etéreas críticas a modales, autoritarismos y soberbias. Cuando en una reunión de negocios, en vez de hablar de lo concreto me hablás de amor, es que nada serio queda por hablar.

Sigamos. Hay un evidente impacto de este discurso que aquí comentamos entre la militancia oficialista: "si esos son nuestros adversarios, y esas son las críticas; si ellos llenan sus bocas con panegíricos de 1910, algo bien estamos haciendo". Sintetizando mucho: te blinda la tropa propia así como Biolcati apuntó a blindar la de él. Un discurso de ese tenor fortalece a los antagonistas en sus convicciones y, si limitaramos el análisis a este, jua, campo, poco más podríamos agregar a un cantito de mi infancia que me vino a la cabeza cuando lo leía: "de acá para acá...es una familia/ de acá para allá, es otra familia". Listo, se acabó.

Pero, y aquí el pero, se puede ir, con inteligencia y sutileza, más allá de esta reacción gregaria. Y aquí abro un rodeo: hace mucho tiempo (quizás desde el ágora griega) que cuando uno se enfrenta en un debate político con un adversario, sabe de antemano que no lo hará cambiar de posición. Y que toda la argumentación, las razones y hasta las chicanas que se profieran están destinadas a cautivar/captar/convencer al público, al tercero ausente/presente en ese binomio discutidor (y ahora abro un corchete adentro del paréntesis: ese ridículo y berretísimo y antipolítico reclamo doñarosesco de "Sunabarbaridad que los discursos en el Congreso nunca hacen modificar su posición a ningún diputado de otra bancada". Y, no. Para eso se trabaja afuera: en las comisiones, en los bares, en asados, en reuniones en ministerios y secretarías. Sintetizando: se trabaja más o menos como denuncia Morales Solá que se "compran voluntades", je. Cierro el corchete).

Así como decía que el discurso de Biolcati vienen bien para blindar en el oficialismo a los oficialistas, muy mal harían nuestros dirigentes si se dedicaran a replicarlo cual frontón de paleta. Nones. Hay que replicarlo pensando en convencer a los neutros, a los indiferentes, a los dudosos. En definitiva: a la mayoría. Porque esa mayoría no es ni kirchnerista ni de la Sociedad Rural. Ni siquiera es oficialista u opositora. Es, esa mayoría, voluble, cambiante, "independiente".

Y por eso reclamo sutileza. Y entonces no estaría mal ser, ante el exabrupto de Biolcati, o al menos mostrarse con serenidad y altura discursiva. Usar algunas metáforas, por ejemplo: en vez de decir "habló la oligarquía", decir "habló el sector del campo, los grandes propietarios, que se siguen llenando de plata. Nosotros vamos a seguir trabajando para los pequeños productores con tal y tal medida". En vez de "gorila", estamparle un "aquellos que siguen privilegiando sus bolsillos llenos en vez del beneficio de la mayoría". Son la oligarquía? Son gorilas? Sí, ya lo sabemos.
Pero quiero que mi gobierno deje de hablarme a mí y pase a hablarle a ellos, a los que en el párrafo de arriba cuantifiqué como "independientes". Yo ya estoy adentro, estamos? Pero quiero que seamos mayoría. ¿O no nos llenamos la boca diciendo que somos populares?

Además: no hay respuesta mejor que ganarles.

6 comentarios:

Afrael dijo...

Es necesario pensar una respuesta que no sea para Biolcatti ni para los que ya estamos convencidos, lo que no comparto es que no utilicemos el término oligarquía, particularmente cuando estamos en el Bicentenario, hablando de volver al Centenario. Es cierto que hay que limar aristas en la respuesta, pero tampoco que haya que ir por la consistencia de la gelatina. Guau

Esteban dijo...

Es verdad pasa que "puta oligarquia" es punkito. Y atrae a los pibes.
Pero el problema del punk es que no fue masivo.

"Imagine" de Lennon sería mas apropiada no?

Abrazo.

Matías dijo...

Adhiero y firmo.

Néstor Borri dijo...

Tres cosas: Hay un libro lindo para leer, que toma la lucha politica por otras orillas: Las cartas de A para X, de John Berger. Uno de los personajes es un luchador politico preso. SI bien muchas de sus afirmaciones son mas elementales que el resto del libro, hay una que coincide con lo que planteas: "al poder nunca hya que atacarlo de frente". Muchos diran les falta pelotas, a los que no lo hacen. Pero eso es mirar sin diagonales aun esa afirmacion...
Otra cosa: la confusión de la nececisdad rescatar la centralidad del conflcito con el regreso a un lenguaje binario - agravada, comprensiblemente con la necesidad de desmentir el "consensualismo promediador" de los medios, ha templado un lenguaje militante no solo sin matices, sino en muchos casos casi sin politica: apenas con consignas ( y esto es un problema aun cuando esas consignas son las que realmente hya que asumir y defender)
Y finalmente, no sólo sutileza necesitamos, sino tambien misterio, y comprensión y co-pasión con los amplios conjuntos que , por algo que no se reduce a mera alienacion o inconciencia, termina conmoviendose a bien con RIcardo Fort o bien con las consginas "politicas" de pongamos, Daniel Amoroso. Sin ponerse en los zapatos de esa gente, gran mayoria, dificil que JW COOke venga a salvarnos de perder.
Como Matias, adhiero y firmo. Y hay que profundizar el desarrollo. Creo.

Ariel dijo...

Totalmente de acuerdo. Al fin y al cabo es la política, no? Creo que hay que usar expresiones que no blinden a quién nos escuchan en el prejuicio de que ya saben lo que será dicho or nosotros. Creo que la clave (un poco lo que dice Nestor aquí arriba) es sorprender. Si se espera que uno diga "ese hijo de puta la tiene adentro" y en lugar de eso uno dice "el Sr. Biolcati se equivoca cuando dice XX porque..." creo que se para una oreja para escuchar. Sabemos que no se equivocan, sabemos que son cretinos pero el objetivo es ganarles como bien decís, Mendieta.

Néstor Borri dijo...

Hace poco un amigo, planificando , me decia: "hay que sorprender al futuro"
Me parece una buena síntesis. para la palabra y la acción.