Laburo fácil

Aprovechá ahora que estás en las buenas de las buenas. Porque ser prensero de un dirigente político casi siempre tiene sus complicaciones.

Cuando laburás para uno que, ya sea porque recién empieza o porque no forma parte del mainstream, tenés que hamacarte como diez horas, escribir cuarenta gacetillas y llamar veinte veces por teléfono, para meter un sueltito en página 14.

En cambio, cuando te toca trabajar para uno que "ya llegó", tu trabajo pasa a ser cómo administrar los "no" a productores de programas de cable, radios fm a las cinco y media de la mañana y, lo más complicado de todo, cientos de cafés "contenedores" con los periodistas a los que, positivamente sabés, no vas a poder darle una nota hasta dentro de cinco meses.

Por eso, vos, prensero de Cobos, que ahora la tenés servida en bandeja, aprovechá la primavera, disfrutalo y. sobre todo, tené cuidado. Porque estas notas ahora te las están regalando, pero cuando dejes de serles útil te las cobran.

De onda te digo.