MEC, Pablo o Baleno deben saber esto, yo ya me olvidé. Pero estoy seguro que alguien, algunos, hicieron todo un desarrollo teórico al respecto.
¿Cuánto tiempo más durarán los piquetes del campo, ahora que los chacareros le tomaron el gustito a las transmisiones en vivo desde la ruta?¿Cuánto influye en la irreductibilidad de un individuo –aquel, este otro, yo- su constitución en figura mass-mediática?
Y conste que este peligro se cierne sobre cualquiera, de cualquier condición social, geográfica o económica: cuando te tocan los famosos quince minutos de fama, no querés que corra el segundero del reloj.
Allá lejos y hace tiempo, me contaron esta historia de uno de los primeros piquetes que se sucedieron en nuestro país: Tartagal-Mosconi. No viene al caso elucubrar semejanzas y diferencias con los cortes de ruta que vivimos en estos días, pero permítanme contar una anécdota que, estimo, funge como (¿el único?) hilo conductor entre aquellos y estos:
Junio. 2001: Hace frío, mucho frío, al costado de la ruta mientras empieza a caer la noche. De un lado desocupados, docentes, ex empleados de YPF, aborígenes borrados de los Planes Trabajar. A 200 metros, sobre la misma ruta, centenares de gendarmes vestidos de tortugas con ganas de mover el cuerpo de una vez. En el medio, una patrulla perdida del Gobierno nacional acompañando a un ministro con iguales dosis de valentía y de locura. Como en una película, los funcionarios se van acercando despacito por el asfalto mientras los líderes de la revuelta hacen lo mismo. Se encuentran en el medio y empiezan. Serena y sensatamente. Cuentan sus penurias: la falta de trabajo, de comida, de esperanzas. La desesperación de ese nene muerto porque no tenían guita para los antibióticos (Otra que no poder mantener a tu pibe que estudia en Agronomía).
Al rato parece establecerse un mínimo de confianza mutua con los dirigentes. Se puede hablar. No hay enemigos. Así que la delegación encara directamente para el piquete en sí. Al llegar, las carpas, los fogones y cientos de personas. Una mujer se da cuenta que se tiembla, del frío, de la tensión, del cagazo, y convida un mate cocido. Era un jarrito enlozado azul.
No dan las manos para anotar los pedidos y las reivindicaciones. Pero todo marcha bien hasta que, en medio de la oscuridad, se prenden unas luces brillantes: habían llegado un par de camarógrafos de TV. Y ahí se desmadra la cosa. Lo que hasta ese momento era serenidad y sensatez, se transforma en los gritos y los insultos de algunos (¿el ala dura?), las consignas se extreman, hasta aparecen algunos fierros. La mayoría se va plegando y hasta los mismos dirigentes, hasta ese momento, sentados ahí conversando, se ven obligados a endurecerse y gritar más fuerte. La negociación se cae.
Hay que esperar hasta la madrugada, bien tarde, cuando los camarógrafos, ya con los casettes llenos se aburren y se van, para volver a empezar. Cuando empieza a aclarar, a eso de las siete de la mañana, funcionarios y piqueteros toman el mate de la paz. Lejos de la TV.
No sé muy bien por qué. Pero creo que esta historia debieran leerla los del Gobierno Nacional y los de la FAA. También podrían leerla los directivos de los canales de televisión, pero no creo que les importe.
8 comentarios:
Hoy leía en P/12 que en el corte de gualeguaychu, posponían dos horas la asamblea para que los medios pudieran llegar,... y me quedé pensando no se porque...
Ahora que usted me lo explica ya lo entiendo mejor.
Y, se me ocurre que es mucho más televisable Alfredo "vidente" De Angelis emulando a Leónidas el Espartano, gritando a las cámaras que va a mantener el corte aún bajo la sombras de las flechas, que tomándose un mate (por entre medio del burako dental) con Moreno.
Si Cristina basa su imagen en no dar el brazo a torcer y ellos necesitan intransigencia... Digo, plantear excepciones o contemplaciones diferenciales para pequeños productores debe ser difícil cuando uno tiene que proyectar eso por TV, no?
Los hilos conductores son inagotables como cuando uno se acuesta en el diván del psicoanalista. No quería caer en la lógica funcionalista de Columbia que ya sabemos tiene una explicación conformista como sus propios productos para todo este fenómeno.
Este conflicto me está adentrando más de lo que imaginaba desde el costado intelectual (que no pretende ser inteligente), lo que me lleva a cuestionarme paradigmas y conceptos inculcados en el estudio de los mass media. Las cuantificaciones de opinión pública al respecto no me captan ni un poquito y eso duele…Duele el tomar distancia para verificar la nebulosa de la conciencia de clase, esa clase en sí y no de papel del estructuralismo constructivista.
Por ello sólo posteo esta frase de Pierre Bourdieu que pronuncia en su cruzada contra los medios masivos en una entrevista ejemplificando con el accidente de Lady Diana. (Y claro que está bien lejos el caso de la princesa de nuestros piquetes chacareros!)
(…) “Los medios de comunicación son, en conjunto, un factor de despolitización que actúa principalmente sobre las fracciones de clase más despolitizadas del público”(…)
Creo que pasa por ahí…mañana con el comienzo de semana lo amplío en mi blog
Saludos
Leila
Un musico me decia que la amplificacion distorsiona siempre.
El se referia a la musica pero a mi la analogia con los medios me salio solita. Los medios amplifican, y en toda amplificacion hay distorsion.
La imagen no es lo real, por eso es imagen. Es como peseguir el jabon en el vestuario mendieta, hay que atenazarlo desde varios puntos, si lo quiere agarrar del modo mas facil y natural flush! se le escurre y siempre queda mas alla...
¡Totalmente de acuerdo! Y sumale el tono complaciente de la plaga bíblica de los noteros. Me extraña que a nuestros ingeniosísimos cronistas todavía no se les haya ocurrido pedir la opinión de las vacas.
El acuerdo no serà televisado. No mide.
Saludos compañero
...y ni hablar de los riesgos y la vulnerabilidad que implica ir detrás del jabón prófugo.
ram
Es el nuevo ágora, estimado .
Sólo que tiene dueño ; que suele estar del lado del mango de la sartén, tiene intereses en la fábrica del mango, acciones en la productora de plástico para mangos, distribuye el gas para calentarla y seguramente vende la milanesa.
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