Vuelve Néstor de Calafate: ¿a qué?, ¿a dónde?

Mientras los medios masivos se entretienen poniendo y sacándole ministros a la futura administración de Cristina Fernández (sí, nos convenció ayer la nota de JPF) y las operaciones de los muchachos se multiplican en los diarios casi tanto como los avisos de electrodomésticos, nosotros –desde este blog- queremos poner el foco en otro lado.

Estamos convencidos que, así como en el mandato de Néstor Kirchner fue la gestión de gobierno la semilla del reciente éxito electoral del Frente para la Victoria, en ésta nueva etapa que se iniciará en diciembre habrá que poner mucha mayor atención en la construcción de las fuerzas políticas.
Y pensamos esto por varias razones, algunas de las cuales son:
- Alejada ya la crisis política, social y económica de 2001, con el consiguiente estallido de los partidos tradicionales, el sistema pide a gritos una reconfiguración y estabilización de las fuerzas políticas en pugna.
- El neo sistema de colectoras electorales –utilizado por TODOS los principales candidatos presidenciales- pareciera haber tocado su techo en la reciente elección. Las “heridas” en los territorios que esta maniobra conllevó permiten intuir que –dentro de dos años- habrá múltiples desconfianzas a los dos lados de la mesa. Como ejemplos, el ARI de Mendoza o el Romerismo en Salta.
- En este sentido, parece auspiciosa la intención de la Coalición Cívica de constituirse con una organicidad mayor a los Congresos Nacionales con sede en el living de la Calle Santa Fe. El anuncio de una mesa que federa al ARI, Unión por Todos y sueltos es un avance, aunque insuficiente. Seguirá teniendo una orgánica más primitiva que la que había alcanzado el Frepaso por el 97. Y recuerden cómo le fue al Frepaso ante el primer error estratégico de su “fuerte liderazgo”. Todo indica que, más allá de que tal decisión producirá la salida de algunos (los Macaluses, Maffeis, Gonzalez, etc), puede traer la entrada de otros. Básicamente, y según informan los periódicos, gran parte de la UCR no K.
- La gran incógnita, a mi modo de ver, es qué decisión tomará el futuro “primer ciudadano”. No importa si las oficinas están en la calle Balcarce o si usa el escritorio de la Fundación Calafate o Primero Argentina. Lo que verdaderamente importa es si
a) decide presidir el PJ o,
b) se pone al frente de la “Concertación Plural” y le da cierta orgánica a la unión del PJ, el PpV, el Partido de la Victoria, los radiKales, los socialistasK, los movimientos sociales y los sueltos.
Esta es la tensión de fondo: ¿ordenar para adentro primero desde adentro u ordenar para adentro y para afuera desde arriba?

A Mendieta, que ya dio su opinión acá, le llegan versiones que sustentan las dos posibilidades. Las dos tienen pros y contras.
Ahora bien, si Néstor decidiera la segunda –presidir la “Concertación Plural”- tratará de asegurarse el mayor encuadramiento del PJ posible. Y su presidente saldrá de uno de estos tres gobernadores: Capitanich, Fellner o Das Neves.

Apostamos por el señor de la foto que está arriba de todo.