15 abril 2013

Me voy a tatuar esto en la Bond Street



LA BUROCRACIA
Max Weber, Ensayos de Sociología contemporánea.

1. Características de la burocracia moderna:
I. Existe el principio de zonas jurisdiccionales fijas y oficiales, generalmente organizadas por regulaciones administrativas (normas).
1. Las actividades requeridas para los fines de la estructura burocráticamente gobernada se distribuyen como deberes oficiales.
2. La autoridad que da las órdenes está distribuida de forma estable y se halla estrictamente delimitada por normas que pueden ponerse a disposición de los funcionarios.
3. Se adoptan medidas metódicas para asegurar el cumplimiento regular y continuo de deberes y para la ejecución de los correspondientes derechos; sólo se emplean personas que posean las calificaciones generalmente reguladas para servir.
En el gobierno público y legal, estos tres elementos constituyen la "auto­ridad burocrática". En el dominio económico privado, constituyen la "admi­nistración" burocrática. La burocracia sólo se halla plenamen­te desarrollada en comunidades políticas y eclesiásticas dentro del Estado mo­derno, y, en la economía privada, sólo en las instituciones más avanzadas del capitalismo.
II. Los principios de jerarquía de cargos y de niveles de autoridad graduada suponen un sistema de sobre y subordinación firmemente organizado, en el cual existe una supervisión de los funcionarios inferiores por los superiores. Este sistema ofrece a los gobernados la posibilidad de apelar la decisión de un departamento inferior a su autoridad superior. Con el pleno desarrollo del tipo burocrático, la jerarquía de cargos se organiza monocráticamente. El principio de autoridad jerárquica de cargo se encuentra en todas las estructuras burocráticas: en las estructuras estatales y eclesiásticas, así como en grandes organizaciones de partido y en empresas privadas. Para el carácter de la burocracia es irrelevante que su autoridad sea considerada "privada" o "pública".
Cuando se pone en práctica el principio de "competencia" jurisdiccional, la subordinación jerárquica ‑al menos en los cargos públicos‑ no significa que la autoridad "superior" simplemente se halle autorizada a hacerse cargo de los asuntos de la "inferior". En realidad, lo contrario es la norma. Una vez establecido y habiendo cumplido su misión, un cargo tiende a seguir existiendo y a ser ocupado por otro titular.
III. La administración del cargo moderno se basa en documentos escritos ("los archivos"). Por tanto, existe un personal de funcionarios subalternos y escribas de todo tipo. El conjunto de funcionarios dedicados a un cargo "público", junto con los instrumentos materiales y los archivos constituyen un "negociado". En la empresa privada, "el negociado" a menudo se denomina "la oficina".
Los fondos y equipos públicos se hallan separados de la propiedad privada del funcionario. La oficina del ejecutivo está separada del hogar, la correspondencia de negocios de la privada y los fondos del negocio de las fortunas privadas.
IV. La administración de un cargo presupone una preparación profunda y experta. Esto se aplica cada vez más al ejecutivo moderno y al empleado de las empresas privadas, del mismo modo como se aplica al funcionario público.
V. Cuando el cargo se halla en pleno desarrollo, la actividad del funcionario requiere toda su capacidad de trabajo.
VI. La administración del cargo sigue normas que pueden aprenderse. El conocimiento de éstas representa un saber técnico especial que posee el funcionario.

2. La posición del funcionario.
Todo ello tiene las siguientes consecuencias para la posición interna y externa del funcionario:
I. La ocupación de un cargo es una "vocación". Ello es evidente en la exigencia de un curso de preparación firmemente prescrito, el cual exige la plena capacidad de trabajo durante un largo período de tiempo, y en los exámenes generalmente prescritos y especiales que constituyen un prerrequisito para el empleo. Además, la posición del funcionario posee naturaleza de deber. El acceso a un cargo, incluidos los de la economía privada, se considera como la aceptación de una obligación específica de administración fiel a cambio de una existencia segura. Es decisivo para la naturaleza específica de la moderna lealtad a un cargo el hecho de que éste no establece una relación con una persona, como la fe del vasallo o el discípulo en las relaciones de autoridad feudal o patrimonial. La lealtad moderna se entrega a finalidades impersonales y funcionales.
El funcionario político no es considerado el servidor personal de un gobernante.


Ay, me duele un cachito la aguja. 

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