¿Qué falta cuando algo falta?
¿Qué sobra cuando las palabras -vacías, fabricadas, calculadas-, sobran?
Callados. Como casi siempre. Van callados en los furgones de los trenes, en los escalones de los colectivos, caminando en las banquinas de las rutas.
A veces silban. Muy pocas veces aplauden. Cada muerte de obispo lloran.
Con cada muerte que les importa, lloran. Y siguen. Y ríen semillas.
¿Cuál es el mejor modo de gritar en medio de un coro tan insoportablemente afinado?
Extraño, algo extraño en estos tiempos, un poco de silencio y una voz desafinada.
2 comentarios:
Y también extrañás San Bernardo? Linda foto de esas playas, vacías, silenciosas, luminosas.
Yo tambien la extraño.
La despedida es corta,
La ausencia es larga,
la ausencia es larga.
(Z. de Vargas)
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