04 agosto 2015

Cosas que se piensan en los aeropuertos, las estaciones de trenes y sus derivas


El triunfo absolutista del método comparativo. Escapar de él es como querer escapar de alguna de las realidades existentes.
A medida que el marinado de estímulos va permeando la carne, algunos sabores resaltan más que otros. En este caso, cabe señalar, los tópicos comienzan a agruparse alrededor de: el binomio respeto/ruptura alrededor de la(s) tradicion(es); la importancia de la ausencia de cables en los cielos como elemento central de la belleza de las ciudades; diferencias y similitudes entre los imperios: el romano, el inglés, el español, el de Racing [recordatorio: hipotetizar sobre esto]
Europa es preciosa, pero está vieja. Y lo que no está viejo en Europa está tan afuera de sus circuitos de venta que andá a enterarte. Te tenés que tomar el tren, un tranvía, dos subtes, un hidroavión y llegás a un descampado underground.
América es joven. Argentina está jovencísima. Tanto que aparece como adolescente en la distancia. Y llena de cables en los cielos. Quizás pensar un tema en serio efectivamente nos lleve un bicentenario y quitar esos cables horribles otro tanto.
Por cierto, volviendo al temita este de la tradición. Citamos: "Kipling dedicó su vida a escribir en función de determinados ideales políticos, quiso hacer de su obra un instrumento de propaganda y, sin embargo, al fin de su vida hubo de confesar que la verdadera esencia de la obra de un escritor suele ser ignorada por éste; y recordó el caso de Swift que al escribir Los viajes de Gulliver quiso levantar un testimonio contra la humanidad y dejó, sin embargo, un libro para niños. Platón dijo que los poetas son amanuenses de un dios, que los anima contra su voluntad, contra sus propósitos, como el imán anima a una serie de anillos de hierro.
Por eso repito que no debemos temer y que debemos pensar que nuestro patrimonio es el universo; ensayar todos los temas, y no podemos concretarnos a lo argentino para ser argentinos: porque o ser argentino es una fatalidad, y en ese caso lo seremos de cualquier modo, o ser argentino es una mera afectación, una máscara".
Lo dijo un fulano que siempre resulta interesante leer, acá:http://www.revistacontratiempo.com.ar/borges_tradicion.htm
También querer la vida de Conrad, escribir como Stevenson y la rabia de Dickens. Y nada che.
Se me quema la comida. Hasta luego.

5 comentarios:

Diego de Laurentis dijo...

Con todo respeto flaco: largá el faso... vos sos peronista.... eso de Conrad y Kipling te queda grande (y se nota demasiado) mejor concéntrate en hablar de la asignación por hijo y el desendeudamiento.

Anónimo dijo...

Es peronista, Diego. A los peronistas nada nos queda grande. Tal vez ajenos, pero ¿grande? ¡nah!
Grande es la jubilación para todos, las vacaciones pagas, el 49% del PBI en sueldos, la AUH, Videla muerto en la cárcel... Esas cosas son grandes; y las hicimos nosotros.
Marcelo, el gaucho

Mendieta dijo...

Tenés razón en todo Diego. Tan es así que me quedan grandes COnrod y Kipling que te contesto para ponerme a la altura de lo realmente merezco. Un gran abrazo.

Comandante Cansado dijo...

:) Me dio ganas de volver a leer Gulliver (lo leí a los doce, contentísimo de ver que efectivamente de libro para niños, nada).

PS: Mendieta, ya nos dimos cuenta de que Diego de Laurentis es usted, se le fue la mano en la parodia...

ayjblog dijo...

cierto, grande es rajar gente del laburo por que no es de determinado espacio politico, en fin