Twitter es divertido y, claramente, tiene algo que lo hace interesante al igual que todas las redes: uno puede decidir cómo va enlazándose con "otros". Están los que deciden "seguir" sólo a los que piensan más o menos como ellos -trazando así, en la red, una malla de agujeritos chicos, por ende más resistente, pero limitada-; y están aquellos que nos gusta abrirnos a los diferentes, a los distintos. Ya sea en ideologías, gustos, boludeces. La ventaja, para mí, de esta opción, es airearse, abrir la ventana, mirar para afuera. La desventaja es clara: el entramado de la malla es más grande, más débil y por ahí te entra cualquier pescadilla. Son opciones.
Ahora bien: con cualquiera de las dos se puede correr, y veo que se corre, un gran riesgo: pensar que eso que leés en tu TimeLine es la realidad o, al menos, lo mayoritario. Y no. Twitter, amigos, es una red social relativamente chiquita en la Argentina a pesar de su crecimiento constante. Y por lo tanto no refleja ni siquiera de cerca "los humores sociales".
Toda esta larga introducción viene a cuento de lo que está pasando ahora allí: una supuesta competencia entre los #hashtags "#YoVotoaCFK por" y "#YoNoVotoaCFK por". Y veo que, de un lado y del otro hay "denuncias" por cuál tiene más menciones, cuál llega a Trending Topic (las más nombradas en determinado momento horario en determinado lugar) y cuál no.
Paparruchadas.
Hace un rato tuiteé, parafraseando un ensayo de Borges, e intentando ironizar sobre esto, lo siguiente: "A diferencia de Pascal, el Dios de tuiter es uno donde la circunferencia está en todas partes y el centro en uno mismo".
Pero no. No es así. No somos el centro del mundo, ni siquiera el centro de la Argentina: Las elecciones se ganan fuera de la circunferencia propia, fuera de nuestro ámbito más cercano de pertenencia.
Entre paréntesis, es interesante hacer notar lo siguiente: en el cúmulo de tuits electorales, noto (tomenló con pinzas, quizás es mi propio TL y no la generalidad) que sólo los kirchneristas, los simpatizantes de Binner y la izquierda fundamentan su voto propositivamente. Es decir: dicen voto a tal por x cosa que me gusta de él. En cambio, el hashtag #NoVotoaCFK es un cúmulo de argumentos por la negativa. Algunos válidos, claro. Es más, si quieren, todos válidos. Pero marca la endeblez estructural de la oposición, que no logra constituir un relato superador del actual oficialismo. En este sentido, se puede decir que aquellos que tuitean el #NoVotoaCFK flaco favor le están haciendo a sus propios candidatos. Porque ya sabemos que, por la negativa, las elecciones se pierden. Acá y en todo el mundo.
Dicho esto, para terminar: sigan tuiteando lo que se les antoje. A favor, en contra, lo mismo da. Pero no cometan el error de pensar que eso que leen y escriben será la realidad de las urnas.
En las elecciones, amigos, el universo está afuera.
5 comentarios:
mendieta es cierto pero creo que eso se debe a que la iz y el kirchnerismo votan positivamente estas elecciones
el voto no ka este año va a ir al que le gane a cristina. osea todos en su mayoria lo/a votarian por que la cualidad que esperan es que gane y nada mas
es lamentable yo no soy kirchnerista pero ni duhalde ni alfonsin me merecen ningun reconocimiento
va a estar complicado elegir algo el domingo
Saludos
sos el ka que mas me entretiene en gral
Cómo te quiero Mendieta, laaaa'
Noté lo mismo yendo a vizcachear por #NoVotoACFK. Cero fundamentación, mucha descarga y poca elaboración.
Optar por la negativa es mirar el mundo a través de un agujerito de una pared muy larga y alta.
Saludos.
¿que es el tuiter?
Resulto tan "revolucionario" (aunque este gastada la palabra)lo ocurrido desde el 2003 hasta aca que se quedaron sin ideas superadoras. Dicen "hay que cambiar" y luego agregan boludeces que no le interesan a nadie.La mayoria no quiere cambiar lo que esta ocurriendo BIEN.En todo caso falta muchas cosas que debe hacer CFK en otromandato.
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