Preparados, listos, ya.

Entonces uno lee a la mañana al Escriba y algo que estaba latente necesita aflorar.
La pregunta es sencilla, pero merece ser planteada:¿cuáles son los beneficios de seguir postergando el anuncio oficial de la candidatura de Cristina Kirchner?
Ya lo sé, no se me escapa: salvo que, efectivamente, Cristina Kirchner no haya tomado todavía una decisión. Pero, francamente, prefiero no adentrarme en esa posibilidad ya que abriría una serie de reflexiones de un tenor muy profundo y que poco tienen que ver con el contenido y el objeto de este post.

Digamos que el tablero "presidencial" ya está casi completamente definido: Alfonsín-González Fraga por un carril, Carrió-Pérez por otro. También se acaba de decidir Binner, que lleva la compañía de una periodista independiente como Morandini. Hasta el trosquismo, habitualmente fragmentado en por lo menos 3 pedacitos, ha tenido que unirse gracias a la Ley de Internas Abiertas Simultáneas y Obligatorias (por cierto: no veo la hora de que algun trosco tenga un mínimo de reconocimiento a que fueron factores exógenos como este -muchísimo más que el versito de la unidad de los que luchan- el que seguramente los hará tener la mejor elección presidencial de toda su historia, arañando el 3 por ciento).

Entonces: ¿para qué seguir esperando? Lo que en algún momento fue útil para mantener cierta expectativa y, por qué no decirlo, generar cierta preocupación y "necesidad" en la sociedad, pareciera, a esta altura, generar más costos que beneficios. Para expresarlo de manera sencillita: todo el resto está en campaña. Mejor o peor, pero en campaña. Menos Cristina.
El oficialismo, en cambio, está sumido en la espera de la decisión de su liderazgo indiscutido y, mientras tanto, se pega tiros en los pies o escupe para arriba. Porque en todos los partidos y en todas las coaliciones se están pegando tremendas murras disputando los espacios y las candidaturas, pero estas peleas se esfuman -para la opinión pública- cuando tenés un candidato ya lanzado y una campaña en movimiento. En cambio en el peronismo estas disputas de espacios y de posicionamientos es, hoy por hoy, el único dato que estás transmitiendo. Porque, también amerita resaltarlo, todos concordamos en que no hay mejor campaña para cualquier oficialismo que mostrar tu gestión cotidiana. Y eso es tan cierto como que el culebrón Inadi casi casi que mata. noticiosamente hablando, la puesta en órbita de un satélite (es esperable: tiene más rating #elprogramadefantino que un documental de Encuentro. Y, recordemos, en las elecciones votan todos: los que vemos Fantino y los que vemos Encuentro).
Y, en este nuevo escenario, cada día que pase sin tener plantada la fórmula, es un día de ventaja que le están dando a las distintas expresiones opositoras.   

Así que, para no hacerla larga... Cristina: estamos preparados, listos. Dale. Ya.
Larguemos. Que queremos salir a pintar.