"...¿por qué si ningún politólogo serio del exterior duda de que el kirchnerismo es parte del giro a la izquierda en la región, sí lo hacen, contra la evidencia, algunos intelectuales locales? Buena parte de las ciencias sociales en Argentina, desde Germani para acá, son por definición refractarias al peronismo. Otros intelectuales progresistas vieron en el peronismo de los ’70 la revolución en ciernes y, después de la tragedia, quizá piensen “a mí no me engañan de nuevo”. Otros creyeron que la democracia era una simple fachada burguesa y, arrepentidos de ese trágico error, hoy se aferran a una visión restrictiva y liberal de la democracia, donde nada se ponga en juego".
Etchemendy en Página/12, que me hace acordar a Sebastián de La Barbarie.
4 comentarios:
Quizás los politólogos del exterior no conozcan seriamente el territorio, donde de ninguna manera se puede decir que el kirchnerismo es de izquierda. El kirchnerismo tiene cosas de izquierda -no creo que puedan obviarse- pero mucha falsedad ideológica (o justamente, para tapar baches de construcción política y de gestión, está particularmente preocupado en ser de "izquierda"). Entonces, la persistencia discursiva contra la falta de evidencia territorial: este gobierno no se apoya no tanto nuevos actores, sino en la estructura peronista que persiste casi idéntica desde hace por lo menos 20 años. No basta no ser neoliberal ni no ser progresista. Pero sobre todo: es posible ensayar un progresismo real que reúna la demanda de justicia social con institucionalidad (que aparentemente es "restrictiva", "ahistórica"). Creo que discutir en términos nominales es un poco confuso y falsificador, porque con la misma facilidad con que, según Etchemendy, los intelectuales argentinos niegan todo atisbo de izquierda a este gobierno, Laclau se despacha diciendo que Binner y Alfonsín son netamente de derecha porque...¡no se alinearon con el gobierno! Quiero decir, bien, por ejemplo, con la moratoria previsional; pero si el choreo (sitemático) y el clientelismo son de izquierda, si Insfrán, Othacehé, Ishii, Scioli, Urtubey, son de izquierda, entonces mejor ser de "derecha". Y no me parece que se sólo parte de "las contradicciones que tiene todo el mundo", con lo cual sería comprensible, sino de la parte troncal sobre la que se erige su poder.
Grosso.
Mendieta:
lo que pasa es que ningún politólogo serio del exterior se ha tomado el trabajo de preguntarle a Ricardo.
Creo que el gran drama de la izquierda argentina es su antiperonismo. Esa obstinación los hace criticar más el clientelismo que el salvataje del capital privado que el Estado lleva adelante ciclicamente. Vituperan más a los sindicalistas que a los empresarios, aplauden más a las asambleas irrelevantes pero heroicas que a los políticos que votan leyes que siempre defendieron.
El aumento del las jubilaciones, de los sueldos, del gasto en educación, el ingreso universal no les parece ser digno de aplauso pero el estilo crispado de la presidenta los perturba.
Perdidas sus otras batallas o tomadas algunas de sus banderas por este gobierno que ¨no es de izquierda¨, la izquierda parece concentrarse en la lucha contra la corrupción (el choreo sistemático que vaporosamente menciona Ricardo), la denuncia de satánicas intenciones ocultas detrás de iniciativas tal vez positivas o el respeto meticuloso de las formas republicanas.
Por sobre todas las cosas, la izquierda necesita claridad. El peronismo nunca la tuvo y el kirchnerismo aún menos.
No debe ser fácil.
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