Este es un blog Nac&Pop

Hola. ¿Qué tal? ¿Cómo anda? ¿Quiere un mate? Porque no hay nada mejor para empezar a conocerse que tomar un mate. Supongo que usted capaz llegó hasta acá intrigado por la nota de Clarín de hoy, esa en la que dicen que Aníbal Fernández les prometió plata a los blogueros nac&pop.

Bueno. Se lo digo despacito, cosa de que pueda procesar la desilusión.

Vaya olvidándose de encontrar grandes notas, investigaciones profundísimas, infografías de alta calidad y suplementos especiales. Tampoco va a encontrar publicidad, porque es una pena pero no tenemos. Para tener publicidad hay que tener dos cosas (y no sé muy bien en qué orden, admito): muchos lectores y alguien que la salga a vender. Bueno: acá no hay ninguna de las dos cosas.

Es más, para qué seguir dando vueltas: acá en este blog no va encontrar demasiado. A veces hablo un cachito de política, otras veces me enojo con algún periodista, otras cuento cuentos de mi infancia, sufro por Racing, de vez en cuando cuelgo alguna recetita de cocina mientras la voy cocinando. O un temita musical que me haya gustado y que sirva para decir alguna otra cosa. Cosas así de menores.

Sintetizando: es un ámbito de expresión. Libre, Justo y Soberano. Un poco peroncho, un poco progresista, un poco defensor del gobierno, un poco crítico cuando cree que debe ser criticado. Algo gris, vio? Qué se yo. Como todo en la vida.

Lo que seguro no va a encontrar acá: la hipocresía de venderse como neutro u objetivo. Una de las mejores cualidades que tiene este novedoso formato llamado blog (cualquier blog, señor, señora) es que en ellos se da rienda suelta a la subjetividad y no existe pretensión de objetividad.

O sea: como Clarín, ¿vió? Solo que acá lo decimos de frente.

Ojalá algún día vuelva y esta no sea una visita de “toco y me voy”. Aunque a usted le resulte loco, leyendo blogs aprendí mucho, me divertí, pensé cosas nuevas y hasta me hice amigos. Posta.

Tenga. Tómese otro amargo.