La verdad que andar con gripe me está trayendo dos graves problemas. El primero, y minuto a minuto, el más grave, es la abstinencia de nicotina. No se rían: el riesgo mayor en cualquier enfermo de Gripe A son las complicaciones respiratorias, así que el médico lo primero que me dijo es “ni se te ocurra fumar”. Así que ahora, 62 horas, 32 minutos y 50 segundos después de esa frase, pienso exactamente cada dos minutos y medio en que quiero un maldito cigarrillo. Me engaño tratando de verle el lado positivo: si aguanto hoy, sólo hoy, y mañana, y pasado mañana, capaz que puedo dejar de fumar y tener una vida más sana y más larga y más de mierda. Eso sí: mandenmé más Alplax de esos azules, por el amor de Dios, ese concepto, que hoy cuando fui hasta el control médico casi cago a piñas a un tipo que tuvo la ocurrencia de tocarme bocina en el semáforo.
Hecha la catarsis (insisto, mandenmé Alplax, si?) pasemos a hablar del otro tema que me preocupa. Y que considero un poco más serio: ésta pandemia me ha puesto, por primera vez en años, ante la imposibilidad directa de “ir a trabajar”. No recuerdo cuánto tiempo hace que no “falto” tantos días seguidos y como esa situación me ha conflictuado. Ay, la hiperproductividad.
En mi laburo todos saben que estoy con gripe. Sin embargo, celular e internet mediante, no he logrado nunca, desde el domingo hasta ahora en que escribo estas líneas, que dejara de sonar el teléfono cada rato y que me siguieran “pidiendo” cosas “en el rato que tengas ganas”. Que una gacetilla, que un informe, que una consulta. Y, carajo, estoy enfermo. No tengo ganas. Quiero dormir, ver películas, leer, dormir y dormir. Y entonces tomo en cuenta que varias veces me sentí igual y sin embargo seguí yendo a trabajar como si nada. Es más: si no fuera porque cierta responsabilidad social ha hecho que me quede encerrado, hubiera atravesado esta gripe sentado en la oficina.
Y es ridículo. Como tantas cosas de este mundo que naturalizamos sin ponernos a reflexionar en ellas.
Ya sé. Es medio una cosa obvia la que acabo de escribir. Bueno: otro de los síntomas de la abstinencia es la pelotudez.
4 comentarios:
El día 3 debe ser la clave. Vacaciones forzosas con niñito. Día 3 tuve que salir a hacer las compras, las compras?!.
Que te mejores pronto.
el día 3 de abstinencia de comida es la clave xq dicen los expertos q si llegás ahí después ves un choripán con un tinto y no te pasa nada (bueno).
aflojá un cambio y hacete un pollo a la cacerola mendieta.
normis
ah: nunca pasé del día 2
estoy aterrada !!!
no asomo nariz a la calle debido tremendo terror a que la gripe A me transforme en esa asesina serial anicotinada.
Mendieta:
En estos día se cumple un año que dejé de fumar. Fumaba entre un atado y 1/2 y dos. Deje con unas pastillas que cuestan un huevo pero son super efectivas. Marca comercial: Champix.
Te sacan la necesidad física de fumar. Hay que ponerle un poquito de garra, pero nada más.
Repito: Cuestan un huevo, pero algunas obras sociales te las cubren en parte.
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