18 diciembre 2007

Revisando cosas viejas: reportaje a Jauretche en Crisis (1973)


En el post anterior, acá, sobrevolaba tangencialmente la cuestión de la identidad nacional a la hora de “leer” la realidad. Esto trajo un interesante debate y sustanciosos aportes de los comentaristas. La cuestión es que anoche, tratando de ordenar un tanto los millones de papeles, libros y revistas que están a punto de sepultarme acá, frente a la máquina, aparece entre mis manos el ejemplar N° 5 de la Revista Crisis (septiembre,1973). Tiene un olor a papel viejo maravilloso. Cierren un segundo los ojos y huelan. ¿Sintieron?

Ahí, un reportaje exclusivo a Arturo Jauretche. Título: Civilización o barbarie. En interné no está o no lo encontré, así que, a tipear algunos párrafos para compartirlo con ustedes.

-“En 1973, aún es válida la antinomia civilización-barbarie?”

- “Después de 1955 comprendí que estábamos ante una tentativa que repetía lo que se hizo en este país después de 1853: cerrar toda posibilidad de comprensión del hecho argentino sometiéndolo a las normas que ya se habían aplicado entonces. De ahí mi necesidad de profundizar en el revisionismo histórico para encontrar las bases de la defraudación de que el país había sido víctima. No solo en sus bienes materiales, en su conducción internacional, en su conducción política sino fundamentalmente en la conducción de su pensamiento”.

“Entonces me propuse como objetivo fundamental, dentro de los medios escaso que disponía, la tarea de trabajar sobre la mentalidad de las nuevas generaciones para salvarlas de la estafa de que había sido víctima mi generación y las que nos siguieron”.

“Encontré pronto que la base del predominio del pensamiento liberal era la consolidación de un establishment cultural, para el que sólo fueran válidos los hechos coincidentes con determinada política”

“El punto de partida de esta estafa se encuentra en una fórmula, consubstanciada con la historia tradicional, que presenta a la historia argentina como una alternativa agónica entre civilización y barbarie. Y dentro de esta fórmula la implicancia obligada de considerar barbarie todo lo propio, y civilización todo lo importado”

-“¿Se da lo mismo en la cultura? ¿También cabe la posibilidad de incorporar una cultura o de ser incorporado a otra?”

- “Ahí está la cuestión”… “Toda cultura, en realidad, no es otra cosa que la victoria del hombre sobre el medio y esta victoria no se logra contra el medio sino en él, adaptándolo y superándolo. Cuando se partía de la premisa de que había que desechar todo lo propio se quería proceder no por elaboración sino por trasplante. Y civilización o barbarie –esta antinomia que ha sido el fundamento de nuestra actitud cultural- es el principio de la estafa. Suponiendo que admitiéramos la posibilidad de realizar el pase de la barbarie a la civilización, hay que cuidar, fundamentalmente: quién, para qué y con quién se da este paso. No funciona la proposición de incorporarnos a la cultura, lo que debemos hacer, lo que queremos hacer, es incorporar la cultura a nosotros”.

-“Esto exige lealtad y respeto al “nosotros” previo”.

-“Tiene que haber, como que hay, un “nosotros” previo, una fe en nosotros y un claro pensamiento en nosotros como fin, como destino”.

-“¿Usted es un intelectual argentino?

-“No me haga ser ejemplo de nada por favor. Y especialmente no me busque reclamando fueros de intelectual, no estoy con aquellos que creen que el intelectual debe tener una consideración, un status, un consenso aprobatorio especial. Un intelectual es sólo un hombre más obligado en todos los terrenos, sólo eso. No quiero, no admito, ser definido como un intelectual. Sí, en cambio, me basta y estoy cumplido, si alguien cree que soy un hombre con ideas nacionales. Entre intelectual y argentino, voto por lo segundo. Y con todo”.

Tomá mate.

15 comentarios:

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Qué final ese, mamita.
Saludos

Anónimo dijo...

Un grande de toda la cancha... Debería ser material obligado de estudio en cualquier secundaria. Este hombre junto a John William Cooke, Raúl Scalabrini Ortiz y Juan José Hernandez Arregui merecen un sitio privilegiado en intelectualidad histórica argentina
Abrazo
Erik

manolo dijo...

Mendieta
Borges que fue amigo suyo en la juventud y acérrimo enemigo en la madurez, lo consideraba un Terrorista Intelectual, un Jack el Destripador de la Cultura.
Su insistencia en repetir, “el caudillo era el Sindicato del gaucho” era extremadamente peligrosa.
No porque fuera falsa, sino porque sembrada en mentes incultas justificaría el Caos Primordial de la Segunda Tiranía;-P
Un abrazo

Anónimo dijo...

Mendie, estamos juntando una moneda para comprarte el escáner así nos ponés la entrevista completa. Lo increíble es que no tengamos hoy a nadie capaz de narrar la Argentina con tanto vigor. A Horacio González no se lo entiende. El Pepe Nun está cansado. Casullo (Nicolás) no goza de mayor legitimidad más allá de los lectores dominicales del página. Mientras aparezca algún buen pensador, seguiremos leyendo con placer entrevistas del '73.

Rafa dijo...

Mendieta: sin palabras. Lo voy a proponer como presidente del Club Jauretcheano. Qué lo parió.

Un abrazo.

PD: haya paz con Hal, encima que los de Racing son pocos no se van a andar peleando entre Uds..:P.

Diego F. dijo...

Excelente Mendieta, qué lindo sería el país con más jauretches. Ahora publico la zoncera madre que la tengo orbitando en borradores en complemento de esto.

Abrazo!

Alberto dijo...

esto es como si a mi me preguntaran si yo soy Maradona y dijera: "No admito ser definido como Maradona", cuando en realidad no la veo ni cuadrada.
Lo importante no es que jaureche no admitiera ser considerado un intelectual, en realidad no lo era. Ese no admitirlo es una forma tramposa de pasar por alto lo obvio, ni aunque lo hubiese admitido lo hubiese sido.

Rafa dijo...

Albertito: tenés una pequeña confusión, no es que Jauretche no fuera en realidad un intelectual. No pertenecía a la "intelligentsia", que es otra cosa.

Saludos.

Alberto dijo...

Jorge, hermano, yo no paso juicio, me remito al texto. Por alguna razón, todo termina en un Boca-River, pero somos gente grande y podemos leer. Al hombre le preguntan: ¨¿Usted es un intelectual argentino?¨ Pasando por alto que lo de argentino no es necesario, ya que si es intelectual ¿que otra cosa que argentino podría ser?, la pregunta tiene solo una de dos respuestas: si o no (tercero excluido). La respuesta es sobre que no quiere ser ejemplo, lo cual no tiene sentido, después dice que no busca fueros, lo cual podría interpretarse como un ¨no, no soy intelectual¨, pero en realidad habla de una interpretación que tienen ¨aquellos¨, no todos. Después, define un intelectual (fijate que todavia no dijo ni si ni no), después dice que no admite ni quiere ser definido como un intelectual, lo cual tampoco es una respuesta. Definición no es lo mismo que esencia, si querés ir a lo aristotélico. Termina con definiendose como un hombre con ideas nacionales, como si eso fuera antagónico con ser intelectual. Finalmente, dice que entre intelectual y argentino se queda con argentino, como si existiera una elección que exclyente.
Asi que si deconstruís la respuesta, el hombre no contesta la pregunta.

Eso para mi es la prueba de que no era un intelectual, pero eso ya es mi opinión (yo si creo ser un intelectual, si bien no veo nada de que avergonzarme, y puedo seguir siendo argentino, de Boca, etc, etc).

Rafa dijo...

Albertito: no me interesa entrar en una discusión bizantina, ya que tendríamos que plantearnos a quién se debe considerar un intelectual y a quién no. Si Jauretche elude la respuesta (según tu parecer) es simplemente para diferenciarse de "aquellos que creen que el intelectual debe tener una consideración, un status, un consenso aprobatorio especial."

Y al ser un hombre con ideas nacionales, por supuesto que era antagónico con los intelectuales pertenecientes a lo que él llamaba "intelligentsia" y hoy llamaríamos pensamiento único o hegemónico. Los términos "intelectual" y "argentino" no tienen por qué ser excluyentes entre sí, pero tratándose de un país donde las elites "pensantes" durante gran parte de su historia se han dedicado a mirar hacia afuera mucho más que hacia adentro, la opción de Jauretche es fundamentalmente una afirmación de militancia.

Gerardo Fernández dijo...

Apoyo lo de la compra del scanner para luego mandarle una copia al Beatriz Sarlo.
Qué cosa Jauretche, cada día piensa mejor!!

Lic. Baleno dijo...

Los de Racing somos pocos? es lo mas gracioso que lei en años. Si las cosas son en tanto señalan diferencia Jauretche es un intelectual y Beatriz Sarlo una señora gorda. Jeje.

Rafa dijo...

Pero Lic. Baleno, no se enoja el dueño del blog y se va a enojar Ud. por una chicana de un amigo cuervo... Que bastante seguido somos compañeros de desgracia...

Saludos.

Mendieta dijo...

Lic. Baleno: no entre en chicanas. Somos inmunes.
Albertito: ¿Pero cómo? ¿Vos nos sos Diego Albertito Maradona? Que decepción, me cachoendié.
Gracias a todos por pasar.
Abrazo y aguante Jauretche y la Academia, que tanto!

adan buenosayres dijo...

alberto es un pelotudo importante. un zonzo de primera.