Empiezo por aclarar algo: ya no soy un fanático del fútbol. Tuve dos épocas que sí. Una allá lejos en la infancia, cuando recortaba las fotos en blanco y negro del Clarín para pegarlas del lado de adentro del placard y escuchaba los partidos del domingo en una Hitachi con funda de cuero marrón sentado al lado de mi viejo. La otra a poco de llegar a Buenos Aires, con 17 septiembres. La ceremonia de subirse al 95 rumbo a Avellaneda, ir cantando, comprar la popular para entrar al Cilindro y practicar un millón y medio de variantes puteadoras en el codo enfrentado a las cabinas de transmisión.
Pero ya no y estimo que se debe a dos razones. La más obvia es que el nivel de juego es cada vez peor y, sencillamente, me aburro viendo fútbol argentino (También el extranjero me aburre. Si un sábado quiere hacerse una siestita, pruebe de poner en la tele bajito un match alemán. Infalible). Lo repito y me la banco: me aburro. Y doblo la apuesta: me gusta mucho más ver un Federer-Nadal y hasta me atrapó mucho más el mundial de rugby, disciplina de la que no entiendo casi nada.
El segundo motivo, un poco más psicologista y -por ende- más personal, es que uno alcanzó una edad en que el 99,99% de los jugadores es más chico que uno (incluyendo varios técnicos). Con lo cual desiste de la posibilidad de tener ídolos. Mi teoría es que los idolatrados del deporte, siempre, pero siempre, deben ser mayores que los idolatrantes.
Y sin embargo…, sin embargo el fútbol tiene cosas que la sociedad no. Por ejemplo, que un equipo humilde y batallador de los ascensos, como Lanús, salga campeón. Y que con un presupuesto que, sospecho, no debe ser ni el 20% de un Boca o un River, vaya y le arruine el negocio a la tele, la AFA, los grandes medios y cuanta cosa quiera agregar a la lista.
Entonces a Mendieta, sufrido racinguista como todos saben, se le alegra el corazón popular viendo a los hinchas festejar como locos en su cancha y vuelve, por unos instantes, a conmoverse con un deporte que, aún ultraprofesionalizado y bastardeado por intereses económicos, sigue siendo capaz de dar vuelta la taba para el lado de los débiles.
7 comentarios:
daleeee lanooooo daleeee lanooooo daleeee lanooooo dale lanooooo
oleeee oleeeee oleeee olaaaaaaaa si sos de banfield puto! te querés matarrrr oleee oleeee oleeee olaaaaaaaaaaaaaaaaa
Comparto su alegría por el campeonato granate que en mi caso se refuerza porque los primos se quedaron ahi y porque desde hace un año la docencia me ha llevado a frecuentar la República de Lanus.
No comparto para nada su 2da razón psicologista. Piense un cachito, la primera vez que fue a la cancha fue solo? o fue con su padre, tío, tutor o encagado o algun otro mayor que seguro en esa epoca tenía la edad que hoy usted ostenta?
Imagine si todos los que superamos los treinta y pico pensaramos como usted?
Quien llevaría a los críos a los templos futboleros?
Sería la muerte de la pasión.
Recapacite Mendieta, tiene tiene tiempo.
Yo, Mendieta, comparto sus razones. Menos la de la edad, pero ya me llegará. Pero que gane Lanús, para mí, es una alegría. Hubiese preferido a Tigre.
De cualquier modo, habría que ver si este campeonato no dispara simbólicamente valores positivos como la tenacidad, la esperanza, la humildad y la posibilidad de que los débiles puedan ganar. eso me entusiasma.
(Tal vez esté exagerando, por necesidad de festejar algo después de un domingo tan triste!!!)
No me importa en que cancha juguemos! a la Academia la sigo donde va!
Caramba. Yo pensaba que iba a mover el avispero con mi confesión de que el fóbal me embola y se la agarraron con el tema de la idolatría. Aclaremos:
1)Lo que quise decir es la diferencia existente entre "Idolooooo" y "que bien juega el pibe, por dió".
2)No confundir idolatría x una persona con pasión por la divisa. A mi hija la llevé a las marchas x Racing del 99 en la panza de la madre. Y obvio que ya conoce el JDPerón.
3) Baleno: claro q la seguimos donde va. Que tánto. Me calénte. Academia...Academia...!!
Aguante el granate y Viva Perón, carajo, mierda. Ramón es grande y Valeri para la selección (es mil veces mejor 11 que Cambiasso, date cuenta, Coco).
Ya lo dije mil veces en twitter pero lo repito aquí porque estoy a favor de una mejor redistribución de la alegría. Y si "a cada uno de acuerdo a su necesidad" consideramos la necesidad de alegrías de un hincha de Racing...
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