La cosa es que el Moncho estaba ahí, tirado en medio de la
vereda, boqueando como una tararira al costado del canal. Así boqueaba el
Moncho. Y se iba. De a poco, pero se nos iba. La verdad es que ya estaba
bastante roto el Moncho, vos pensá que no cualquiera se banca una carrera de doce
años arriba de un ring, dale y dale, piña va, piña viene. Porque el Moncho había elegido, cuando
empezó, una forma de ser en el cuadrilátero: palo y palo. Y esto te condiciona,
viste, porque hay tipos que son más, qué se yo, cuidadosos, ponele. Suben,
estudian un cacho al rival, de vez en cuando meten una piña y después sobre
todo se preocupan de que no le partan la trompa. Más estrategas son esos,
viste? Pero el Moncho no. El Moncho ya venía tirando rectos desde el vestuario,
sin preocuparse demasiado por tener la guardia alta. Así que al Moncho le
habían partido la trucha más de una vez y las rodillas le temblaban al
acostarse de lo hecho mierda que estaban. Claro, que esa manera tiene una explicación.
Él había empezado su trayectoria así, había ganado un par a fuerza de manotazos
y entrega y la gente lo empezó a seguir. Mirá si iba a cambiar después de eso.
Nah, ya era así el Moncho. Medio torpe, pero que pelotas para ir al frente eh,
ya quisiera yo tener esas pelotas. Nos volvíamos locos, locos te juro, cuando
se apagaban las luces del estadio y el foco apuntaba a un rincón porque estaba
por salir. Y empezábamos a agitar, a saltar, a gritar como desaforados: vamos
Moncho carajo! Y se hizo tan pero tan lindo ir a ver pelear al Moncho que
empezamos a ir siempre. Aunque le tocara en el culo del mundo, o lloviera o lo
que fuese. Siguiendo al Moncho por los clubes se armó una banda que no te puedo
explicar. Era un festival, una cosa hermosa lo que éramos, ahí, bancando al
Moncho porque el Moncho nos daba desde arriba de la lona, no sé, algo. Llamalo
mística si querés, pero para mí era algo más sencillo y al mismo tiempo más
groso: el Moncho nos había dado la posibilidad de ser parte de algo más grande
que nosotros mismos. Y eso, qué querés que te diga querido, eso es algo único.
Cuando te sentís así es como darle un beso a la más linda de todas y que la más
linda de todas después te agarre de la mano para ir a tomar juntos un helado.
Así se siente. Así nos sentíamos cuando íbamos a ver al Moncho todos juntos por
los barrios. Pero bueno, me estoy yendo de tema. El Moncho ya se había retirado
hacía un tiempo y nadie sabía muy bien en qué andaba, sólo que se había mudado
a una casa con terreno por atrás de Longchamps, en el sur. Pero el pelotudo
este del Laucha Gonzáles no paraba de batatear desde su local en la avenida,
ese que había heredado de su viejo el prestamista, que el Moncho era un cagón,
que no se la bancaba, que cuando peleaba iba para atrás o que había arreglado
algunos cruces por guita. Nosotros estábamos recalientes, porque además nos gozaba
desde la caja de su mercado cuando pasábamos por enfrente con un "y giles,
dónde está ahora el Monchito? se rajó el puto ese eh, bancaban a un trucho
cagón giles". Así de pesada estaba la mano, hasta un día en que el Moncho
venía caminando solo y cayetano por la peatonal cuando de pronto le dio un
pasmo y se cayó de trucha al piso. Y ahí estaba, como te conté, boqueando como
un pescado en el medio de la vereda, justo al lado de la parada del 560 y a
punto de palmar cuando el forro del Laucha Gonzáles quiso aprovechar la
volteada y salió corriendo de su negocio con un cable bien largo. El tipo venía
arrastrando un alargue como de cuarenta metros en dirección al Moncho. Las
puntas peladas tenía el cable. Y cuando estuvo al lado del Moncho se arrodilló,
se acercó a su oreja y le dijo: "mirá como te voy a freír las pelotas para
siempre, negro de mierda". Y ahí nomás le clavó los cables que venían
directo de la trifásica del mercado al pecho del Moncho, que además de boquear
empezó a pegar unos saltos arriba de la vereda como de esta altura. Así saltaba
de alto el cuerpo del Moncho mientras el otro se lo quería cargar por medio de
la electricidad. Y en el medio de uno de esos salto, pam, el Moncho que de
repente abre los ojos bien grandes y dice: vos sos un gil Laucha. Así dijo,
tranquilo, sin gritar, pero firme: vos sos un gil. El tipo se pegó tan zarpado
cagazo que largó los cables y salió rajando para el lado de la estación, donde
para la yuta. el Moncho se paró, se acomodó la remera adentro del pantalón de
nuevo, tosió un par de veces, se compró una botellita de agua en el kiosco y se
subió al 560 para el sur. Todo esto me lo contó el muchacho que vende diarios
en la parada de ahí, ves, porque yo no estuve. Yo estaba laburando ese día en
una obra de Capital. Pero me contó, y empezamos a correr la bola y la banda del
Moncho se empezó a juntar de nuevo en la plaza. La verdad es que no creo, de
verdad que no creo, que el Moncho vuelva a pelear. Si ya estaba hecho mierda,
cómo carajo va a volver a pelear. Pero con los muchachos estamos atentos de
nuevo. Y juntos. A la búsqueda de alguno que pelee como peleaba el Moncho. Así,
piña va, piña viene. Nosotros ya estamos listos para volver a salir por los
barrios.
6 comentarios:
Hermoso cuento. Cuando menos se piensa, ¡zácate! ... el Moncho vuelve a florearse y a producir el frunce pre-cagazo.
Saludos
Joyjoroy. Lindo.
Y...sí, estaría muy bueno que vuelva.
Peleadores como el Moncho no sobran.
jelas mudah sekali untuk menghilangkan jerawat, ada cara menghilangkan jerawat secara alami yang sudah terbukti. Jika persoalan bekas jerawat juga ada solusinya karena ada cara menghilangkan bekas jerawat yang aman dan sudah banyak dilakukan orang dan berhasil.
Greatly composed article, if just all bloggers offered the same substance as you, the web would be a much better place.
hp printer customer care number
hp printer tech support phone number
hp printer customer service number
HP Printer Customer Support Number
hp printer tech support number
hp printer technical support number
Hello! This is my first visit to your website! Your website provided us useful information to work on. Would like to visit this website again and again.
Hire PHP Programmer India
hire wordpress developer india
Publicar un comentario