Re-flexiones.
Quizás haya que ir asumiendo que, a la hora de construir poder político en estos tiempos tan actuales, los flujos y reflujos se dan entre campos supuestamente antagónicos, pero que en el fondo se complementan y hacen una ecología sustentable del sistema político: el mapa y el territorio. Que, conocido es, no es lo mismo. Como no es lo mismo la cosa que el nombre de la cosa.
Sin embargo, en un aparente juego de espejos, el mapa (aquí y ahora entendiendo por tal al posicionamiento en la opinión pública, el grado de conocimiento, las menciones en los medios, el political show), es decir la máscara superficial del naciente massismo, se contrapone al territorio (aquí y ahora entendiendo por tal a la construcción más firme y menos expuesta en los mapas), los intendentes peronistas del conurbano bonaerense.
Pero ojo: que no se trata aquí de blancos y negros (enfermedad que parece haberse tornado epidémica en vastos sectores del análisis político argentino). Porque los matices hay que verlos. Y los matices nos dicen que Massa juega al juego del marketing comunicacional, pero "cierra" con intendentes con peso distrital efectivo, con una amplitud que va de Posse en el norte a Giustozzi en el sur.
Y el FpV traduce una lista que se construye alrededor del poder territorial municipal, pero pone como cabeza de lista al chaboncito que con lindos trajes estuvo en lo de Tinelli varias veces y en las revistas "del corazón" otras tantas.
Nadie mea agua bendita ni comulga sin tener que confesarse antes.
Lo único permanente es el cambio. Posicional, agrego.
Un abrazo sincero a aquellas organizaciones políticas que quedaron afuera de los cierres aunque no lo merecían. Y otro a aquellos que colaron a fuerza de traición (ya saben, y si no insisto: defiendo "la traición" como motor de la práctica política, basándome en hechos históricos. El último de ellos, un tal Néstor Kirchner "cargándose" a un tal "Eduardo Duhalde". O sea: lo que cuenta son los objetivos de una acción, lo que gusta en llamarse "estrategia" y no los modos de una acción, lo que gusta llamarse "táctica". Esa es la ética "realmente existente" que debiera guiarnos).
Porque, y si no me creen preguntenlé a Scioli, peor que ser leal o ser traidor hasta las últimas consecuencias, es no ser ninguna de las dos cosas.
4 comentarios:
Excelente, Mendieta.
Hermosa la referencia Néstor/Do Jalde
Es la política monchos !
YO CREO QUE CON GIANOLA, GARFUNKEL Y FARONI MASSITA TIENE TODAS LAS DE GANAR, GRAN POLITICA LA DEL TIGRENSE , AHORA SI QUE SE VINO LA NUEVA POLITICA !!
nestor fue un gran traidor, como dijo chavez al pisar aeroparque el día de los funerales "era un conspirador".
el punto es si se traiciona a duhalde y a bush, o a la patria.
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