18 octubre 2009
Ese brillo en tus ojos
"Mi vieja cumplía años los 3 de mayo. Entonces siempre recordaba que sus cumpleaños infantiles “fracasaban” culpa del peronismo. Lo explicaba así: "Como todos los primeros de mayo se celebraba el día del Trabajador, los laburantes iban a la Plaza y empezaban a corear “mañana San Perón, mañana San Perón. Y entonces Perón daba asueto. Y ahí volvían a cantar “Pasado Santa Evita, pasado Santa Evita”, y Perón daba asueto de nuevo. Culpa de eso, cuando llegaba mi cumpleaños hacía tres días que era feriado y no había nada abierto y yo me quedaba sin torta y sin festejos”.
Eso recordaba hoy a la mañana mientras miraba el cielo perfecto de un día peronista. Y también pensaba en que nunca me dediqué a chequear la veracidad de su recuerdo infantil. Sospecho que, a lo sumo, eso puede haber pasado una vez, o dos, pero no creo que Perón fuera tan, como decirlo, festivo. Sin embargo así estaba inscripto el recuerdo en su memoria.
A pesar de tamaña decepción, que podría haber ameritado la formación de un cuadro decididamente gorila, mi mamá –bien de clase media- siempre fue peronista.
Y lo explicaba así: "tu abuelo se había hecho peronista incluso antes del 45, pero yo no me hice peronista por eso. Me hice peronista porque tenía una compañera de la escuela, la Negrita, que era huérfana y muy muy pobre y muy muy tímida. Y por eso era muy segregada entre las chicas y a mí me angustiaba. Pero un día llegó a la escuela con un guardapolvo flamante y útiles nuevos y lápices de colores. Ese día ella entró al aula con la cabeza bien alta, erguida, orgullosa y peinada con trenzas. Sus ojos brillaban cuando me contó el beso que la había dado Evita al visitar el orfanato. Es como una mamá, me dijo. Teníamos siete años, pero me acuerdo como si fuera ayer".
Yo también mamá".
Eso recordaba hoy a la mañana mientras miraba el cielo perfecto de un día peronista. Y también pensaba en que nunca me dediqué a chequear la veracidad de su recuerdo infantil. Sospecho que, a lo sumo, eso puede haber pasado una vez, o dos, pero no creo que Perón fuera tan, como decirlo, festivo. Sin embargo así estaba inscripto el recuerdo en su memoria.
A pesar de tamaña decepción, que podría haber ameritado la formación de un cuadro decididamente gorila, mi mamá –bien de clase media- siempre fue peronista.
Y lo explicaba así: "tu abuelo se había hecho peronista incluso antes del 45, pero yo no me hice peronista por eso. Me hice peronista porque tenía una compañera de la escuela, la Negrita, que era huérfana y muy muy pobre y muy muy tímida. Y por eso era muy segregada entre las chicas y a mí me angustiaba. Pero un día llegó a la escuela con un guardapolvo flamante y útiles nuevos y lápices de colores. Ese día ella entró al aula con la cabeza bien alta, erguida, orgullosa y peinada con trenzas. Sus ojos brillaban cuando me contó el beso que la había dado Evita al visitar el orfanato. Es como una mamá, me dijo. Teníamos siete años, pero me acuerdo como si fuera ayer".
Yo también mamá".
En aquel post, mi hermano me pagó este comentario:
Hacemos lo que podemos, madre. Feliz cumpleaños.
5 comentarios:
Un abrazo
Emocionante! Buen peronista!
que hermosas palabras! y no podia ser menos , de tal palo tal astilla.Su madre hizo un muy buen trabajo ,debe estar orgullosa.Lo felicito.saludos,Gaori.
GRANDE MENDIETA!!!!!!!!!
Asi, de golpe, sin anestesia, es un "disparo de nieve" a lo mejor de la condicion humana y peronista.
Gracias por las lagrimas.
Como darte las gracias por los ojos llenos de lágrimas
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