Carta Abierta a Papá Noel y los Reyes

Queridos Papá Noel y queridos Reyes Magos:

Les escribo esta carta para hacerles un pedido. No, no se sorprendan porque no se trata de un error: el pedido es para los cuatro. Y es uno solo porque estoy muy al tanto de la crisis económica internacional, el calentamiento global, el descrédito de los medios de comunicación y el estado de las inferiores de Racing.

Yo sé que no me porté del todo bien este año: discutí con Quintín -quintaesencia de la racionalidad y la mesura-, apoyé muchas veces medidas polémicas del kirchnerismo, me crucé con @dariogallo en el Twitter sin respetar su independencia periodística, escribí poco en Artepolítica, dije más de una boludez en La Bloguera, fui demasiado oficialista para los fanáticos opositores y poco oficialista para los fanáticos oficialistas y, redondeando, estuve más veces en contra de la corriente que a favor.

Pero también sé que ustedes son capaces de hacer milagros. Y por eso lo que les voy a pedir no llega a milagro pero se le parece bastante.

Resumiendo, que me imagino que tienen muchos pedidos que leer: lo que quiero en estas fiestas es que los periodistas y los políticos nos den un poquito de respiro. Sí: que Néstor deje de darles argumentos a Van der Kooy y Morales Solá, que Gerardo Morales se vaya a Europa con la familia, que Carrió siga callada en Punta del Este, que Cristina no de un discurso todos los días, que Clarín vuelva a las “notas de color de verano”, que las radios transmitan desde Pinamar y Mar del Plata, que Macri vuelva de sus vacaciones permanentes pero se vuelva a ir, que Tenembaum se cure de la gastritis y que, en síntesis, bajen todos un cambio. O mejor dos.

Nos merecemos un descanso.

Prometo, si me cumplen, que en el 2010 me voy a portar un cachito mejor. Ojo: dije un cachito.

Mendieta.