25 octubre 2007

Confesiones de cierre

Que la campaña electoral que está terminando fue aburrida ya lo dijimos acá hace un mes y ya lo dijo todo el mundo. Ahora vamos a contar por qué, además de embolante, fue una campaña peculiar para nosotros.
Por primera vez en décadas (Mendieta es más jovato de lo que le gusta insinuar) no salimos a pintar, ni estuvimos en ningún local, ni repartimos la boleta timbreando, ni armamos mesa en una esquina, ni redactamos gacetillas de prensa, ni participamos de los equipos de ningún candidato, ni orejeamos encuestas antes de que salgan en los diarios, ni coordinamos focus para elaborar discurso. Mantuvimos, por inercia, la lectura de los diarios por la mañana, los cables de agencia todo el día y la mirada de los programas "políticos" de cable por la noche (aunque justo es reconocer, haciendo zapping con Discovery).
Desde aquel lejano 1988 en que debutamos como fiscales de la interna Menem-Cafiero hasta el relativamente cercano comicio que diera ganador a Macri aquí en la Ciudad, siempre –pero siempre, eh- hicimos campaña.
A lo largo del tiempo cambiamos, obviamente, de candidatos. Cambiamos el pueblo por la facultad y, rápidamente, la facultad por el barrio. Después nos tocó cambiar el barrio por el Comando/Equipo en el Centro. Cambiamos -para escribir- la Remington heredada del abuelo por la PC. Los padrones con puntitos de colores por los monitores.
En el medio, cambiamos de estado civil y ahora vamos, siempre felices, de a dos al cuarto oscuro. Ahora ahí, mientras meto la boleta en el sobre, tengo ayuda para sacar los cortes del tacho de basura y llevarlos para olfatear como viene la mano.
En estos veinte pirulos cambiamos formas de pensar, de analizar, de criticar y de criticarnos. Hubo un momento en que hasta dudamos de haber cambiado ideológicamente. Pero era una falsa alarma que en cualquier momento vuelve a sonar.
En todo este tiempo fundamos y fundimos frentes, cambiamos de partidos, de jefes y de encuadres políticos con la esperanza de sentir que no nos traicionábamos aunque nos dijeran traidores. Cambiamos casi todo tratando de cambiar algo.

Este domingo va a ser muy raro. Por primera vez el día de una elección vamos a hacer un asado y esperar las seis tomando mate en casa. Ojalá podamos disfrutarlo aunque sea un cachito de todo lo que disfrutamos en las anteriores. Y que ganen los que votan a los que sacarán más votos.

En definitiva, en esta campaña no hicimos nada. Salvo leer blogs y escribir acá.

5 comentarios:

Néstor Sbariggi dijo...

Mendieta: Si, yo también me sentí raro en esta campaña. La miré de afuera, fui a algunos actos pero "de oyente". Hasta último momento no discutí tratando de convencer a posibles votantes. Hasta me agarró una mini-crisis de conciencia que me llevó a agarrar el celular y decirle a un amigo "negro poneme de fiscal, de cualquier cosa que no quiero estar afuera" Se me pasó después.

Escribir un blog y opinar en otros ayuda un poco a mitigar la abstinencia, si.

Quizás esta noche vaya a ver el cierre de Alak con el Chaqueño Palavecino y el domingo a eso de las 8 de la noche haré lo que hago siempre, correrme hasta el PJ a estar con los amigos mientras llegan los datos de las mesas locales.

Vos me pediste números. No hay data buena. Las encuestas de Alak les dan una leve ventaja (2 o 3 puntos) encima de Bruera y las de Bruera igual pero al revés. Bandera verde, cuando llegue al PJ y vea las caras sabré.

Un abrazo compañero.

Anónimo dijo...

Mendieta querido: le hago una propuesta. Tipo 20 horas tomese el tren Sarmiento con destino Morón, y festeje con la locomotora Sabbatella.
Abrazo
Erik

Mendieta dijo...

Néstor: una elección reñida, aunque sea a intendente, es un buen programa. Olfateamos muy de lejos un Alak por poquito, no?Saludos al Chaqueño

Erik: No se olvide la tijera, pero no me deje cuerpos en blanco que no da. Yo el tren me lo tomaría, pero ¿cuando sale el tren de Morón, eh!?
Saludos a Martín y, en especial, a Dani R.

A triunfar!!

Néstor Sbariggi dijo...

Mendieta: El diluvio me acobardó y me quedé en casa y al Chaqueño lo vi un poquito por la tele.

Como le dije a Mr Groncho en mi blog el asunto va a ser la polarización. Si se logra la polarización gana Bruera pues Alak viene sacando el 30 % de los votos y esta ciudad es más "anti" que "pro" (sin aludir a ningún referente político.) Sino gana Alak por poco pues retiene el voto a Cristina más que Bruera. Más incluso luego de que le aconsejaran a Bruera repartir la boleta cortada: hizo más fácil convencer al que vota a Cristina que lo ponga a Alak en lugar de Bruera pues habría mejor sintonía con Nación. Igual, la propuesta de Alak para la ciudad es más atractiva que la de Bruera (no lo digo yo, es lo que recojo hablando con la gente, se enganchan en como sería si se hiciese tal o cual obra prometida) pues la propuesta central de Bruera pareciera ser "chau Alak" y poco más. En fin, que hablen las urnas.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Dice Dani R que estamos tratando de armar un progresismo morocho
Abrazo
Erik
PD: Dani R ya agendó su blog