17 agosto 2012

Una duda cartesiana


Ni tan cerca que queme al santo, ni tan lejos que no lo alumbre.




Varios días sin leer los diarios más que una pispeada a las tapas, una leidita de apuro de los títulos, como mucho unas bajadas. Informándome con la radio mientras voy al laburo, un cachito de algún noticiero, un zapping nocturno entre Berlín Este y Oeste o los comentarios en el laburo y en las cenas con Magia.
Puede ser un ejercicio interesante, con mesura, claro, si realmente te interesa la comunicación. Porque es, ni más ni menos, como se informa el 90% de nuestros compatriotas. Y, no está mal recordarlo, no puede comunicar aquel que se encierra. Aunque el encierro sea en los medios.

La cosa es que hoy me levanté y acabo de ponerme al día. Como siempre, primero La Nación, después Clarín y después todo lo demás. Y entonces una duda me invade: ¿realmente piensan que los lectores son todos boludos, se creen lo que escriben o, la peor de las hipótesis, somos todos boludos?

Porque el supuesto escandalete de La Cámpora “adoctrinando” en las escuelas y jardines de infantes es tan risible como el 0800 no sé qué, porque enterarse de que estamos en la vía directa al socialismo es risible, porque el nivel de parcialidad que han alcanzado en sus “análisis” es mucho más propio de un fanzine de secundario que de diarios señeros. A mí, posta, me daría vergüenza ser tan pero tan obvio.

Porque es obvio que la agenda de estos días apela a los rincones más oscuros de cierto “sentido común” que aún anida en las sobremesas de las tías y las mañanitas tempranísimas: la política es mala, y si encima la hacen los jóvenes, es peor. Entonces hay que asustar, hacer temer. ¿Sabe usted Mendieta lo que está haciendo su hija en este momento en la escuela?

Ya que no caben dudas –oh, ventajas de ciertos debates de estos tiempos- de que han abandonado toda pretensión periodística para caer en la propaganda lisa y llana, no estaría mal que repasen ciertos conceptos de la comunicación política: infundir miedo puede ayudarte a desgastar al adversario, pero nunca, ese issue en solitario, te hará consolidar una fuerza propia. Y ya que los armadores de la oposición política son ciertos medios y los políticos opositores son tan vagos que no hacen más que seguir la agenda que aquellos les imponen, no estaría nada mal que los muchachos se anoticien que, mal que les pese, los cambios vendrán de los votos positivos a algún candidato o no vendrán.

Entonces la duda es esa: ¿son boludos ellos, creen que somos boludos, somos boludos?

Adenda: ya que estamos camino al comunismo, ¿para cuándo un proyecto de Ley de los terro-diputados de La Cámpora que  aborde el problema de los alquileres para los jóvenes? O sea: ¿no les dicen sus propios militantes que alquilar es un verdadero bardo?
¿Ven? Puedo ser más crítico con los compañeros yo que Bonelli y Lanata juntos. Se trata de dudar de todo, empezando por uno mismo. 
Así me va. 

8 comentarios:

Roberto Ezequiel dijo...

Me parece muy bueno tu análisis. También conozco el perfil de mucha gente que lee La nación y Clarín y dan pena, no analizan ni dudan de la información, solo les sirve como alimento de su odio y para repetir como loritos las mentiras y absurdos que estos periódicos publican. Me pregunto que se hace con el adoctrinamiento religioso efectuado sobre niños, haciendolos creer en cuentitos de adas, captandolos. Los padres debemos transitar por un delgado hilo con nuestros hijos,y en cierta forma direccionar sus lecturas y aprendizajes tratando de que sean lo más libres posibles, no induciendo a ellos a nuestros propios pensamientos o ideologías.Y como bien decís hay temas de mayor importancia que un 0800 para semejante tontería.saludos Roberto Tissier

Mabel dijo...

Excelente ,pero no sé si el problema es q los k nos reímos de todo lo q hace la opos o la opos hace cosas q dan risa
De cualquier manera ,cuanto trabajo nos tomamos en analizar boludeces .

GeneralSusvin dijo...

No creo que sean ningunos boludos, porque si lo fueran no hubieran construido semejante imperio mediático.
Me parece que la respuesta a su duda podría ser: Nos tratan como a boludos, con la esperanza que nos empelotudicemos lo suficiente como para ser fácilmente manipulados.
Tal vez los que hablan boludeces todo el tiempo se las terminen creyendo. Yo creo que esto les pasa a muchos "comunicadores" y políticos opositores: terminan por comer su propia mierda. Se olvidan del consejo que le dió el patrón a Al Pacino en Scarface: "No cometas el error de consumir la mercadería que vendes"
Y lo mismo les está pasando a los europeos. Tanto nos vendieron el neoliberalismo, que se convirtieron en adictos. Así les va

Diego de Laurentis dijo...

Coincido totalmente, por eso yo sólo leo Página12 y veo 678, ahí sí que hay objetividad y reflexión.

¿Clarín? Clarín miente... el otro día publicaron que según el gobierno se puede vivir con 6 pesos... ¿puede ser eso posible?

¿La Nación? otro engendro abonado a la Sociedad Rural, sí, esa "sociedad" ligada al único sector productivo de la Argentina que genera divisas ¿no entienden que sin su dinero no podemos finaciar la fiesta kirchnerista?
La falta de solidaridad con la causa nacional de esta gente es total.

Mendieta dijo...

De Laurentis intenta ser irónico, lo cual es un signo de inteligencia.
Bueno che, lo intentó. No sean malos.

Mensajero dijo...

Mendieta,
Cómo mide el coeficiente de Gini al interior de La Cámpora?
Le concedo que no tenga en cuenta a los pasantes, que son mayoría, para que el resultado no sea ominoso.
Dicen que los nuevos amos siempre son peores...veremos si se comportan como tales.

Alejandro dijo...

Excelente! Mendieta.

Alejandro

PD: Lo de "de Laurentis" y su posterior comentario me hizo acordar a los televisores con "sensación estéreo".

Anónimo dijo...

De acuerdo. Pero te faltó un pequeño detalle: me gustaría saber qué opinás de que un grupo de militantes entregue libros del Ministerio de Educación como si fueran entregas del grupo.