Las esquirlas del cierre

Ayer y hoy me leí casi todas las notas de los diarios donde se habla de las consecuencias de los cierres de listas del sábado a la noche. Por un lado vale decir que resulta grosera (teléfono Pagni) la doble vara con que se miden los supuestos conflictos que tal cierre ocasionó sobre el Frente para la Victoria que sobre otras fuerzas. Por decir algunas pavaditas: Duhalde perdió en el cierre su candidata a gobernadora Camaño y tuvo que inventar a Amadeo; un importante sector de la Coalición Cívica bonaerense (comandado nada menos que por uno de los fundadores del ARI, Sebastián Cinquerri) levó anclas re calientes con Carrió y atracaron en las listas del FAP de Stolbizer; Binner le pasó a su compañero Giustiniani, que supo hacerse el gallito presentándole internas en Santa Fe, una factura tamaño trasatlántico y lo dejó bien pero bien afuera de todo.Ya sé que no es como si Scioli se hubiera bajado y Kunkel se hubiese ido con Pino Solanas, pero tampoco es para andar todo el día hablando de que el kirchnerismo es un volcán en erupción y el resto de los partidos están haciendo budismo-zen y saludando al sol. Hasta donde sé, la única fuga de cerebros que sufrió el FpV fue Cariglino.
Más allá de estos datos duros, no está mal poner un poco de data contextual acerca de estos cimbronazos. Porque acá estamos siempre a favor de la política. Y una de las formas de defender la política es tratar de entenderla y explicarla a quienes no tienen una experiencia directa. Entonces tratemos de poner en su justo punto qué cosa pasa después de un cierre de listas en cualquier partido.
a) Siempre quedan sectores heridos por una sencilla razón: todos no entran.
b) Esos sectores están, en líneas generales, claro, conformados por seres humanos. Y los seres humanos cuando nos frustramos tendemos al enojo o a la depresión. Entonces no son muy válidos que digamos, los análisis estratégicos que se pueden hacer hoy si, para ejemplificar, escucho argumentar a mi amigo que quedó afuera de la lista de concejales de Mar Chiquita. Él, que hasta anteayer era un ferviente defensor de Ricardo Alfonsín, la recuperación del radicalismo y con la democracia se come, se cura y se educa, ahora dice que si pudiera volver al 83 votaba a Luder contra el padre de este remilhijodeputas. Cuando se le pase la calentura, y esto será en un par de semanas, volverá, aunque sea a la retranca, a votar a Ricardo. Sí, capaz le saca un poco el hombro a la campaña, pero tampoco tanto, que ya estará pensando en qué se equivocó para haber quedado afuera y en la revancha.
c) Esos enojos, además de ser humanos y comprensibles en personas que se esforzaron años para "mojar" y no pudieron, también son un poquito exagerados a drede con dos objetivos: 1) ver si de rebote logran colar entre el cierre provisorio y el 13 de julio, cuando se oficializan las listas (esto es muy raro que pase en los cargos "importantes", pero en concejales rige el "tache y llene de vuelta" hasta el final. 2) Gritar fuerte el dolor de no ser te permite negociar un poco mejor lo que, hipotéticamente, podés cobrar en diciembre. Una secretaría en el municipio, una dirección, un par de asesores en el concejo deliberante. Y sí, la política es dura de por sí, pero mucho más dura es sin cargos. También es un modo de decir "ojo, grito porque estoy llamando a la ambulancia aquella que viene a levantar los heridos de acá. Cuidame".
d) Algo muy sencillo, tan sencillo que a veces se pierde vista: a nadie le gusta perder.

Ahora bien. Esto quiere decir que los cierres de listas no ocasionan conflictos, prefiguran nuevas traiciones y futuros armados diferentes? Para nada. Claro que es así. Y también es un ejercicio inteligente analizar "fino" las declaraciones, los nuevos balances internos, la distribuciones de cargos según las nuevas realidades territoriales o las emergencias de nuevos liderazgos. Pero dudo que podamos hacerlo con las noticias que estamos leyendo estos días. Por un lado sufren esta desmesura que enumero aquí arriba por parte de las "fuentes". Por otra parte esas notas -con la, como siempre, magnífica excepción de Página12- están mayoritariamente escritas por pibes que de política no entienden un soto. Lo que entienden es de puteríos y de un periodismo más procupado en "atacar" a las fuentes que en relacionarse con ellas, entenderlas y sacarles buena data.

Yo dejaría bajar la espuma de la espuma de la espuma. Y en un par de semanas nos sentamos y vemos. Que no es para tanto como lo pintan los majules o los pagnis.
Buenas noches.