Día del Periodista

Los hay combativos, los hay contemplativos, los hay ortodoxos y los hay heterodoxos.

Los hay en Clarín y en Tiempo Argentino. En TN y en Canal 7. En Radio Mitre y en Nacional. En Página y en La Nación. En La Razón y en El Argentino. En 678 y en Argentina para Armar.

Los que a mí me gustan saben que la etiqueta de "periodismo independiente" es tan falaz como la de "periodista militante".

Los que a mí me gustan no exageran ni su independencia ni su ideología. Exageran, apenas, su autocrítica.

Los que a mí me gustan son institucionalistas: no quieren reeemplazar ni al Presidente, ni a los diputados ni a los jueces. Tampoco a los fiscales. Pero saben que la prensa es un poder -uno más de todos los que hay- y por eso son muy conscientes de su responsabilidad social.

Los que a mí me gustan no andan a los bandazos con tal de seguir "en el medio" y tienen cierto equilibrio, cierto inestable e inexplicable equilibrio, entre coherencia y flexibilidad. 

Los que a mí me gustan no ocultan su ideología ni sus simpatías políticas, porque esa es la forma de ser honestos intelectualmente con sus lectores. Pero son implacables a la hora de tratar de informar del mejor modo posible. Sin prestarse a operaciones. De nadie. Ni del patrón ni del comité.
Los que a mí me gustan tienen la misma pasión de laburar así estén en Buenos Aires o en una FM trucha de Tartagal. Es más, a estos últimos, además de gustarme, los admiro.
 

Los que a mí me gustan saben que son trabajadores de prensa. Y que esto es un oficio. Importante como los enfermeros, los maestros y los obreros de la construcción. Aunque a veces, la mayoría de las veces, un poco menos.

A todos ellos, Feliz Día del Periodista.