19 mayo 2011

Televisión basura

"Si a veces me he creído desdichado, ello se debe a una confusión, a un error. Me he tomado por otro, verbigracia, por un suplente que no puede llegar a titular, o por el acusado en un proceso de difamación, o por el enamorado a quien esa muchacha desdeña, o por el enfermo que no puede salir de su casa, o por otras personas que adolecen de análogas miserias. No he sido esas personas; ello, a lo sumo, ha sido la tela de los trajes que he vestido y que he deshechado. ¿Quién soy realmente? Soy el autor de El Mundo como voluntad y como representación, soy el que dado una respuesta al enigma del Ser, que ocupará a los pensadores de los siglos futuros. Ése soy yo, ¿y quién podría discutirlo en los años que aún me quedan de vida".

Arthur Schopenhauer, citado en Historia de los ecos de un nombre, de Jorge Luis Borges.

Quizás la falta de una línea, una sóla línea que trascienda, no ya de un tratado que aborde al mundo en su totalidad.
O quizás que aún quedan los trajes superpuestos de muchachas que allá me rechazaron,  de horfandades ficticias y de goles errados sólo bajo el arco, es que a veces me visita la angustia sin tocar el timbre ni razón aparente. 
¿Tan mal está que yo acuda a los libros y las historias escritas de ayer y hoy para olvidar dolores que no son?
¿Tanto peor está que los doloridos de verdad, los enfermos, los desesperanzados, los caídos y los solitarios prendan y miren un rato, como yo, buscando una risa fácil y tonta, superflua y pasajera, una risa tan olvidable como quisieran olvidar lo otro, a Tinelli?
No soporto la soberbia que baja de los púlpitos. 
Ni los púlpitos. 

Prefiero el barro. Al que todos, también, vamos.

6 comentarios:

gc dijo...

Hubo un momento en que el 30% de los votantes veíamos expresado nuestro punto de vista en algo así como el 1% de las opiniones televisadas o transmitidas por radio. El cambio operado (muy capitalista el, surgido de una explotación inteligente de un nicho de mercado vacante) es notable. Y los méritos que quepan deben ser reconocidos. Pero ya está, ya se ganó ese partido. Va siendo hora de devolver a los jugadores a los clubes chicos de donde vienen y que hagan sus goles frente a pequeñas hinchadas. Ahí donde están vigentes teorías de la comunicación y el control social que atrasan 50 años.

Almita dijo...

No está mal, ni en tu caso, ni en ningún otro. Ni quien mira unos minutos, para enterarse "qué anda sucediendo" (porque si no los de al lado te hablan y vos parecés marciano) ni el que se sienta, hace la previa mientras se muerde las uñas, y habla todo el día del programa.
El tema no es si está mal o no está mal. El tema es que ciertas personas y personajes revolean sus bufandas en sus cuellos, mientras se paran, y gritan "¡herejes, herejes!" a todo aquel que vé a Tinelli, estigmatizando que "ver Tinelli está mal".
Como si uno negara algún dogma de la intelectualidad vernácula o peor aún, como si fuera anti nac&pop.
Como si quien lo ve se apartara de la línea oficial de opinión que, opa caramba, se convierte de tal modo en HEGEMONICA, palabrita que tanto les agrada aplicar "al otro".
Que vendría a ser en este caso la hegemonía, la "supuesta" supremacía de quien NO VE TINELLI.
Los supremacistas que no ven Tinelli versus los decadentes que ven Tinelli.
Ahora, esos que gritan "¡Herejes, herejes!" , no se toman ni un segundo en analizar por qué alguien vé Tinelli.
Que hay quien lo vé para divertirse un rato, otro para no estar en Júpiter mientras el resto habla -para saber al menos de qué se habla-, que hay quien lo espera como al Mundial de Fútbol, que hay quien lo ve para excitarse, y quien lo vé para dormirse. Y también quien lo ve para sacarse los bajones del día, una especie de "papelera de reciclaje" mental.
No hermano, meten a todos en la misma bolsa, y si ves Tinelli, sos un decadente inferior.
No veo a Tinelli porque veo películas, pero no considero que ver a Tinelli, o a cualquier programa de la televisión que llaman "basura" ponga a nadie en condición de decadente o inferior.
Porque si me saliera pensar eso (que no me sale) automáticamente me saltaría el fusible de supremacista.
Saludos.

Il Capo dijo...

Ya lo dijo Alejandro Magno:

http://labarbarie.com.ar/2008/soy-tinellista/

César dijo...

Tambien hay un regodeo pseudopopulista y jodon que consiste en aprobar la escoria porque nos molesta quedar del bando de los amargos y elitistas que la critican. Entonces -nosotros clase media pequeñoburgues- universitarios, leídos, informados, con las necesidades básicas satisfechas, nos ponemos jocosos y celebramos casi cinicamente "lo popular". Como los rugbiers de san isido que bailan cumbia en los casamientos o los gerentes que cantan las canciones de cancha en la platea. Peor que el púlpito de los apocalípticos es el barro falso de los que juegan a ser cabezas. ¿Será otro episodio del traumatico encuentro entre la conciencia pogre de caballito y los brazos peronistas del segundo cordon?

Lucas Tañeda dijo...

Medieta, va mi punto de visa acerca de "por que no" tinelli:

1. ¿Somos todos divinamente hermosos o resulta que existe la remota posibilidad de que tengamos un componente de estupidez? (No estoy hablando de conocimientos escolares, de ningun grado)

2. ¿Se puede medir estadísticamente esa estupidez?

3. Si creemos (como en mi caso) que el voto no debe ser calificado: ¿Está bien que sea el mercado, con todas sus trampillas y dinerillos, el que regule la inyección de concetpos (por poner un nombre)?

4. A modo de hipótesis: Un producto como el de Tinelli contribuye a la pauperización intelectual, sobre todo de los más desprotegidos intelectualmente. Esto quizás se pueda medir seriamente. No puede ser tan difícil desde el punto de vista estadístico. Seguro lleva tiempo.

5. Si el punto anterior es cierto significaría que el mercado (en el cual tinelli es un semi-dios) altera ese llamémoslo coeficiente de estupidez general y eso creo que termina perjudicando el desarrollo efectivo de la democracia. Todo en su medida. Que no se malentienda.

Alica alicate
Lucas Tañeda

Flavia dijo...

Así es Lucas, por algo queremos PAKA PAKA para nuestros chicos. Porque sabemos que no todo es igual, que no pasa por púlpitos la cosa y no podemos empezar a ver bien los productos Tinelli.
Hay un público formateado en la banalidad y anterior a los programas basura, es cierto, pero no se lo puede seguir alimentando