Haciendo amigos troscos

De verdad. En serio. Sin chicanas. Yo quiero aclarar que, más allá del exotismo y de cierta ilusión que quiero mantener acerca de la existencia de vida extraterrestre, los trosquistas me caen bien. Qué se yo. Ponele que se debe a que son tipos muy formados, que se la pasan estudiando o a que son unos militantes de la hostia (con perdón, claro). O capaz de que todavía recuerdo a las chicas del MAS (antes de que se parta en mil pedazos) que se partían en mil pedazos de lo buenoas que estaban. Incluso no me molesta que la mayoría de los trosquistas, exceptuando a los que cobran del partido, se hagan radicales cuando viejos. Cómo me va a molestar, si la mayoría de los peronistas se hacen conservadores.

Ahora bien, dicho todo esto, con el ánimo de atemperar en parte la segura embestida popular (de vuelta, con perdón) de la trokósfera (?), debo decir que esta notita al Chipi Castillo en Página de hoy me crispó.
Por supuesto que no me voy a meter en la apasionante interna entre el PO, el PTS, el MAS, el MTS y alguna otra sigla que ahora no me viene en mente, pero no puedo dejar de resaltar algunas cuestiones que hacen a la urbanidad de nuestro querido compañero de la Facultad de Sociales.
Repasemos (las itálicas soy yo, obvio):

–¿Vacaciones en Argentina o el exterior?

–Depende. En general, siempre Mercosur por una cuestión económica. Fuera del continente sólo estuve cuando me invitaron por militancia. (Ah. O sea que irse de joda a Brasil o Uruguay queda mejor si le decimos Mercosur. Y pegar un viaje a Europa es "militancia". Otra que la IUSY)
–¿Y si lo invitan a la Polinesia? –No me gusta el mercado turístico. (Me empecé a enojar. Al pibe no le gusta el "mercado turístico")
–Entonces se considera más viajero que turista. –Puede ser, no me seducen las vacaciones que organiza el sistema (Ya me calenté del todo. Capaz de resentido viste, pero la primer vacación de mi vida fue a los 24 pirulines. Y tenés que ser un poquito snob para hablar de las "vacaciones del sistema". Supongo, quiero suponer eh, porque a mí no me gusta hablar por boca de jarro, je, que si sos un laburante, obrero y de izquierda, querés vacaciones! All inclusive, incluso. Porque viste que las cosas mejores y más lindas tienen la mala costumbre de ser mejores que las peores y más feas)
–¿Destinos exóticos? –Conocer lugares sí, sobre todo para un internacionalista. (Listo. Volcaste del todo Chipi. Así que la excusa para ir a Marruecos, Bora-Bora o las Seicheles es el "internacionalismo" y no pasarla bomba y tomar daiquiris).

Yo quiero aclarar, y lo digo delante de todos, públicamente: cuando era chico mi verdadera vocación -vocación que mis padres lamentablemente no pudieron alentar por esa pésima costumbre de ser trabajadores- era de grande ser turista.  Así que si me invitan a la Polinesia voy. Incluso con el PTS. No me importa nada.

BONUS TRACK: Estas dos notas de mi amiga @danixa sobre la fantástica casa del PTS en Buenos Aires. No more words.

La imagen que ilustra el post es de Mendieta en Buzios, obviamente que reflexionando sobre la revolución. De los cangrejos.