26 noviembre 2009

Seguridad

Lo estoy viendo en este instante. Ahora, por América 24. Es el desconsuelo interminable del padre de una maestra que asesinaron en Derqui.
Y es tremendamente doloroso escucharlo. El dolor de un padre en carne viva. Desesperado.
Y en esa desesperación dice cosas. Cosas como que "los largan porque están drogados", "era una chioca de bien, no como la basura que tenemos en el país", "la atorranta y inservible" no hace nada y encima "ahora nos saca plata a nosotros para darles subsidios a estos vagos" para que sigan matando. Cosas así.
Me resulta imposible catalogar esas declaraciones. El dolor, el dolor de un padre, da impunidad para decir cualquier cosa. Y está bien que así sea.

Lo que no está bien es que le pongan un micrófono y una cámara adelante.
No está bien. Es obsceno.
Son obscenos, canales de TV..

ACLARACION PARA NABOS: Ojo. No digo que no hay que informar sobre los hechos de "inseguridad", más allá de la lamentable e inevitable distorsión que la reiteración continua de un hecho sangriento genera en la audiencia. No. Digo otra cosa más sencilla: no podés entervistar a un familiar en un momento de desborde emocional. No es ético. Es aprovecharse de su dolor para generar rating. Y eso debiera ser autocensurado por los propios canales y periodistas en base a una discusión ética sobre autoregulación. Ahora se entendió, gil?

16 comentarios:

rinconete dijo...

Completamente de acuerdo. El tipo está deshecho y lo que tiene para decir es tan inimputable como irrelevante. La intencionalidad está del lado de quien lo edita.
Es como debatir sobre la pena de muerte a partir de la pregunta de que haría uno si entra un asesino en nuestra casa, intenta matar a nuestros hijos y violar a nuestra esposa. Sin duda querríamos matarlo. Lo que, a efectos de la discusión sobre la pena de muerte, es irrelevante.

Unknown dijo...

El negocio es justamente ese. Porque una cosa es informar el hecho, que existió y nadie lo duda. Lo otro, el gran negocio, el verdadero, es mostrar el dolor desgarrante, el sufrimiento sin fin, la desesperanza, el "salis a la calle y te matan", "nadie hace nada", "te matan por nada y la conchuda repartiendo plata a los que te matan", etc x 100. Desconozco si esto está regulado, pero sino lo está, tal vez debería estarlo. Me chupunhué que digan que es censura, ya que no lo es. Porque están provocando al receptor, generandole impotencia (al pedo, desde ya), y todo eso que saben los comunicadores, sociólogos, psicólogos y demás.

Salutes

\P/

Malditos Peronistas dijo...

"Malditos" soy yo con otra cuenta.

salutes

\P/

Oscar dijo...

Yo entiendo que en un momento de dolor uno no está normal. Pero creo que el dolor es como el alcohol o las drogas: voltea barreras e inhibiciones. Pero no inventa nada que ya no esté adentro. Porque si a esta pobre criatura la hubiera matado un japonés, seguramente el padre no habría puteado al embajador ni pedido que maten a todos los japoneses. Y ojalá no tenga nunca que pasar por ese trance, pero dudo mucho que se me ocurriera postular que hay que poner pena de muerte aún en el paroxismo del dolor, porque hay convicciones que no se alteran con las emociones. Lo que sí ocurre es que se exacerban, se agigantan... y si a eso le sumás la sensación de que en este estado puedo decir lo que sea, y encima tengo veinte cámaras alrededor... paso a ser una nueva Legrand, o Susana o Tinelli. Pero si se lo preguntaban un día antes de este hecho que lo afecta, con toda seguridad que su opinión no era distinta. Con menos lágrimas, con menos tristeza, con menos énfasis; hubiera apoyado la pena de muerte, sostenido que en este país ya no se puede vivir y que si no ponen mano dura con los menores asesinos no sé dónde vamos a parar.
El dolor genuino crea una tristeza infinita. El dolor jamás crea fachos. Sólo los pone en cámara.

El Asesor dijo...

Coincido plenamente.Es entendible que personas con familiares asesinados vayan a marchas, lloren, pidan justicias, y que muchas otras personas los consuelen. Y que expresen primariamente su dolor, como cualquiera de nosotros lo haria. Lo que nos da bronca, justamente es lo que vos comentas: el aprovechamiento mediático que se hace con respecto a las subjetividades de dichas personas. Una persona victima de un delito, al instante posterior de haber sufrido tal hecho, tiene a su lado dos elementos: a) bronca; b) un micrófono de Crónica TV. Es un cóctel explosivo ¿Debe haber un micrófono al lado del que racionalidad no podrá tener frente a lo ocurrido? Es como si uno de estos cronistas de TV vaya a un velorio cualquiera, de una persona que no murió por la inseguridad sino naturalmente, y le pidiera a un familiar que exprese lo que piensa. ¿Cual creen que sería el resultado? Seguramente el mismo. El mismo que el del pobre padre cuya hija fue asesinada recientemente.

En otro orden de cosas...
Muchas veces las emisoras se van transformando, cambiando su contenido. Un canal de arte se transforma paulatinamente en uno de modas, por ejmplo. Y en este discurrir capitalista, no ha de sorprender si mañana, a la vera de los acontecimientos, muchos canales de noticias, se van convirtiendo de a poco en canales funebres. "Velatorio TV", "Encajonat'V", o bueno, otro nombre. porque a estas alturas, lo único que queda como relevante del asunto, es la exposición del obvio dolor que cualquiera debe sentir en tan trágicos momentos.

Ariel dijo...

No coincido totalmente Mendieta. Es claro (y estoy de acuerdo) que no deberían ponerle un micrófono a nadie en un momento de desborde emocional, ni a los que dicen estas cosas ni a los que piensan como nosotros. Pero no me parece que el dolor extremo de un padre no da impunidad. Incluso en esas situaciones hay gente que tiene límites y gente que no. Las Madres de Plaza de Mayo, las Abuelas, me vienen a la cabeza los padres de Mariano Witis (sólo por poner algunos ejemplos) vivieron un dolor tremendo también, pero no dicen cualquier cosa. No les brota fascismo por los poros de la piel, como sí ocurrió por ejemplo con el ingetrucho a quién todo el mundo comprendía y compadecía por tanto dolor. Creo que hay que ser un poquito más exigentes... puede hacerse con ternura y solidaridad, pero no se puede permitir que en medio de tanto dolor se diga cualquier cosa. No se lo puede dejar pasar. Y (un mínimo de amor propio) no se puede aceptar como natural que se prenda una cámara (que no debería ni estar ahí) y hable. Saludos.

ram dijo...

La misma tele que por ahí pixela una teta, es la misma tele pornográfica del manoseo del dolor ajeno, para bajar su línea.
No falta mucho para que a un padre o un hermano de una víctima, le den un chumbo y lo instiguen a "hacer justicia" si total, todos los negros son iguales
Saludos.

Anónimo dijo...

para abonar la teoría de mendieta sobre la miserabilidad infinita de los medios, hoy viví mi propia experiencia con el mismo caso. entrevistaban al hermano, que venía construyendo un relato -tremendo, de característica similares a las descriptas-, aunque nunca había mencionado la convocatoria a una marcha, hasta que después de tanto operarle la idea (y ustedes no piensan movilizarse como lo hicieron espontáneamente los vecinos de wilde? están organizando la marcha para reclamar? a dónde iría la marcha?) el tipo respondió "por supuesto".
voy en la línea de oscar. mucha cosa fea de base.
abrazo
normis

Anónimo dijo...

lamentable, pero es lamentable tambien que haya viejos chotos como ese que alimentan el odio hacia pobres, morochos o "montoneros".

Lic. Baleno dijo...

Para mi el tipo no dijo nada que no pensara de antes. Ademas debe haber 10 o 12 millones de argentinos que piensan asi. Mas tarde o mas temprano habra que volver al 8 de julio de 1816 y discutir que es tener un pais.

Martín Zariello dijo...

Se dedican a hacer un espectáculo de la tragedia. Y si no lo logran (como sucedía hoy con el hermano de la víctima en el mismo noticiero, que estaba obviamente alterado pero no derrapaba) instigan hasta que logran que se les suelte la cadena y empiecen a despotricar contra el gobierno, los negros. Quieren hacerles decir a toda costa el rap de la clase media. Andino es muy bueno en eso con sus gestos de circunspección y sus frases de autoayuda. Lo ominoso es cuando el familiar de la víctima se quiebra (digo "el familiar de la víctima" porque casi es un personaje arquetípico de los noticieros) y la cámara lo enfoca en primer plano. Verdaderamente vomitivo.

Anónimo dijo...

Así es, ponen el micrófono ahí, preguntan ahí, insisten ahí, y ya se armó la marcha, me acaba de llegar uno de esos correos nefastos anónimos convocando para el 30 y pidiendo que se divulgue con copia oculta, osea operando ya asquerosamente...así que habrá que aguantar los trapos, como dijo por ahí Mendieta...

Saludos!
Marcela

P
V

Anónimo dijo...

Absolutamente, lo que están haciendo causa una enorme angustia, no por nada en todos lados aplican la misma metodología, incluso lo escuché a Lacalle hablar de la inseguridad en Uruguay. Son hijos de mil puta, eso es, fue y será el 80% fácil del periodismo argentino, son el mismo 80% que se bajó los pantalones con las dictaduras de turno, que denigran a la política y magnifican a los conductores cretinos de la TV, o a los empresarios "exitosos".

Lo peor es que, como dijo MP en un posteo, de éste tipo se van a olvidar cuándo haya mas carne fresca. Y coincido con los que dicen que no hizo mas que desinhibir, no jodamos, ninguno de nosotros gritaría algo así, podés putear a Scioli, puteá a Cristina si querés, pero no digas que le dan plata a los pobres para que salgan a matar, algo está podrido adentro tuyo desde antes.

Redactor dijo...

Un amigo mío diría, "acá hay que poner una bomba y empezar todo de cero". Empiezo a pensar que tiene razón...

Mr. Arturi dijo...

Coincido. No se puede juzgar a una persona que acaba de perder a un ser querido. No está pensando claramente. Y lo de la autoregulación de los medios, que se yo... los Reyes Magos son los padres...

garser dijo...

No coincido. El dolor no justifica en lo más mínimo. Quien habla así ante la muerte de un ser querido, es porque realmente piensa de esa manera y no porque lo impulsa la tragedia. Sirvan como ejemplo las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Ante la desesperación de no poder siquiera enterrar a sus hijos, jamás, jamás, hablaron de venganza y jamás, jamás, dijeron las barbaridades que dice el animal al que le pusieron el micrófono ahora.