Bueno. La cosa es que yo andaba, el viernes pasado, sin muchos planes y con muchas ganas de bailar. Y me dije: te hace falta una fiesta. Si es popular mejor.
Entonces ahí me pregunté, otra vez me pregunté, porque cuando hablo conmigo en general no me escucho: ¿cuál es la fiesta mendietista por excelencia?
Y me respondí, que responder a veces me respondo, aunque casi nunca me gusta lo que escucho de mí: ésta . “El día de la nostalgia”.
Y encima esa celebración es mendietista por partida doble: por la nostalgia y porque en general, vale confesar, Mendieta siente nostalgias por cosas de las cuales no tiene ni la menor idea ni tuvo el menor tipo de participación en ellas. Ponele por los planes quinquenales y la redacción del diario Crítica. El original, claro.
¿Será una especie de nostalgia inscripta en los genes? ¿Será nostalgia heredeada culturalmente? Qui lo sá.
La cosa es que hacia allá fuimos. Supe esquivar el bar más deprimente del mundo (un día se los cuento, se los juro: no hay bar más deprimente que ese de Montevideo. Ahí hasta un optimista nato como Scioli se quiebra y empieza a moquear), entrarle a los chivitos y a las Pilsen. Y al chajá. Y hasta me hice tiempo para rogarles a algunos compañeros que si necesitan alguien para salir a pintar por el Pepe me chiflen.
Lo único malo es que allá hoy era feriado. Y acá no. O sea: ya volví, aunque pienso dar un largo rodeo antes de volver a Buenos Aires. Así que sumamos, a la larga lista de nostalgias no vividas, la nostalgia por el Día de la Nostalgia 2009. ¿Casi un ejercicio borgeano, no?
3 comentarios:
Y sí Mendieta. Sabina diría "no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió", pero creo que es peor añorar lo que nunca jamás (nos) sucedió. Eso que pasó mientras nosotros, en ciertos casos, no eramos ni proyecto. O no estábamos en el lugar y/o momento cierto (je).
Qué se yo, compartir el amuchamiento de alguna calle de Chile en el '70, dejarse estar en algún bar de Ipanema a fines de los 50... bue, me puedo pasar una tarde escribiendo sobre las vivencias que me hubiese gustado rememorar. Igual, que una tiene las suyas, más chiquitas pero muy entrañables también, ¿eh?
Saludos.
Es muy interesante eso de sentir nostalgia por cosas que uno no conoció o vivió, a todos no pasa, peros eguroque no la intensidad que te pasa a vos.
Aguante Montevideo, Mendieta. Y aguante el Pepe. Lo que si, a mi me gusta más la Patricia...
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