07 agosto 2009

...

Lo recuerdo muy bien
Y a fuerza de partir
Voy a saber lo que es volver y volver

Calamaro. Algún lugar encontraré

¿Por qué carajo no puedo parar de llorar?

Es viernes, es de noche, tengo vino en la copa, otra preparada para dentro de un rato y jamón crudo. Estoy llenando la bañera y de verdad creo que la contractura se me va a ir en un rato.

¿Por qué carajo, por qué?

Si tuve un buen día. Le regalé El Principito a Cachorra para festejar que, por primera vez en su vida, me dijo “te odio, papá”. Y ahí supe que estaba haciendo bien algo. Aunque sea algo.

¿Por qué, carajo?

Si estuve con Facu, Norma, Claudio, el Negrito. Almorzamos, nos reímos del gremio, nos reímos de nosotros. Si hasta sé el post que le voy a escribir a mi hermano Willy, que anda celoso porque no lo menciono acá.

¿Por qué?

Si mi hermano me mandó un mail y me emociona. Quiere que escribamos juntos, los tres, con Carla, la historia de los fugados.

¿Por qué no puedo parar?

Ay, San Cayetano, danos paz, pan y trabajo. Y hacete amigo del pibe de Manolo, que está armando un sindicato ahí con Saúl que se las trae.

Qué ganas de darte un abrazo que tengo, carajo.

4 comentarios:

Dos dijo...

"Al partir, el viento de la noche nos dirá, que morir es otra forma de llegar"

Murga Uruguaya Curtidores de Hongos 2003 o 2004.

Jodido y maravilloso saberlo...

Leila Luna (ex Cosas dichas) dijo...

He perdido la cuenta de cuántas veces escribí y borré este comentario. No hubo uno igual al otro, ni habrá.
Son los viernes y el llanto que necesitamos para reconocernos.
Son las lágrimas que reflejan ese y ese otro y ese otro también.
Son los cortes y la ilusión de epifanía.
Son las angustias que nos vacían para poder llenarnos de nuevo, ya no de angustias.
Son las copas de malbec en las que se saborean las palabras, esas palabras debajo de las cuales estamos escondidos.
Eso y mucho más.

Anónimo dijo...

Hola !

Como soy mujer, cuando me pasa me dicen que es por las hormonas, y yo no lo creo tan así. Yo prefiero decir que es porque "estoy existencial" y ese tipo de revolución mental va más allá que cualquiera de los logros que haya conseguido en mi vida hasta ese momento.

No se porque pasa, pero pasa y lejos de regocijarme en el llanto, creo que está bueno que asi sea. De vez en cuando, sólo de vez en cuando, porque quizás sean los momentos en que reflexionamos profundamente.

Madys

camila, que te ofrecio un conejito sin garantías de coherencia animal dijo...

porque si no lloraras, tendrías que abandonarte a alguna llegada.
Porque si no lloraras, te estarías decidiendo a un yo que ahora tenés más relegado.
Porque si no lloraras dejarías de creer que en tu cabeza sigue siendo mejor y en la creatividad para intentar darle existencia.

Porque llorando nos acercamos al rincón que queda inaccesible, al espacio que no se puede agarrar, nos acercamos a ese yo
que vive sólo para uno, incapaz de ser sino es llorando.