17 julio 2009

El último bar

Y él dijo, a punto de desmayarse sobre la mesa, una mesa que se tambaleaba para la izquierda y que a gatas podía sostener los vasos vacíos, una mesa que estaba al fondo de un bar oscuro al que nunca había ido y en el que lo recibieron con un seco “te habíamos estado esperando”.

Él dijo, decía, mientras yo pensaba cómo había llegado hasta ahí en esa noche de un invierno que ya llevaba demasiado y las mismas escenas volvían a rodarse en esa mente, siempre escribiendo guiones de videoclips y buscando locaciones, siempre pensando en la mejor forma de replicar esa neblina, esa tempestad, cronometrada.

Y él dijo, o mejor dicho empezó a decir, en un desgarrado susurro que sólo algunos pudimos escuchar, detrás del ruido de las olas que llegaban a la playa, playas oscuras, y en el silencio del cuarto, él dijo.

Ya no quiero ser un super héroe. Quiero irme, quiero quedarme acá. Estoy cuarteado, like a rolling Stone.

2 comentarios:

Contradicto de San Telmo dijo...

Una mala noticia? Usté también?...

Andrea dijo...

Una mesa que se tambaleaba para la izquierda... no se caía... y mucho mejor que tambalearse para la derecha... ahora... los vasos tenían que estar vacíos? no es mejor a la mitad y que podamos inferir si mediolleno o mediovacíos??... desde el fondo se ve mejor... se piensa mejor... el echo de estar atrás es bueno...no se puede retroceder más...
El dijo: "Me quiero quedar..."
Felicitaciones Mendieta...