10 junio 2009

Menos mal que...




Dedicado a mis amigos, que me hacen el aguante
Menos mal que no pude meter ese gol, ese que nos daba el campeonato frente a Vélez, en la final del campeonato de baby de 1978. Me lo comí, sólo frente al arco. Mirá si lo metía, ganábamos, después me veían de las inferiores de Racing y llegaba a primera.

Menos mal que perdí rotundamente frente a Davin esa primera ronda de un nacional. Mirá si ganaba, entraba en un rush a lo Federer y terminaba girando por el mundo y haciendo publicidades para Rolex.

Menos mal que perdí dos elecciones de centro de estudiantes antes de ganar en la tercera. Creo que esa la gané porque les daba lástima a mis compañeros. Mirá si ganaba en la primera, me la creía, de ahí saltaba a secretario de la JP, de ahí a Diputados y de ahí, quién te para.

Menos mal que era tímido para hablar delante de muchos. En el mano a mano la remaba y hasta me iba bien, pero si se juntaban más de cinco me agarraba una especie de pánico escénico que hasta el boludo a cuerda de Franja Morada me corría por locuaz. Imaginate: si hubiera tenido la labia, la que ahora tengo, a los 15, terminaba de jetón provincial.

Menos mal que me sentaba al fondo del aula. Y no sólo por quilombero. Me sentaba ahí porque era tímido. Mirá si me hubiera sentado adelante y los profesores se hubieran dado cuenta que en realidad sí sabía la lección.

Menos mal que en la facultad siempre me importó un carajo el promedio, dármelas de intelectual, llamar la atención citando autores posmodernos. No hubiera podido estar tanto tiempo en el bar boludeando y aprendiendo lo que quería aprender.

Menos mal que tardé mucho, mucho tiempo, años y años de productor, antes de animarme a hacer micrófono en una radio. Mirá si me iba bien y me convertía en una estrella rebelde a los 20 y terminaba jugando en una Wii como Pergolini.

Menos mal que siempre orienté mi militancia a un laburo de trastienda. Escribí discursos, gacetillas, armé operaciones, hice giras proselitistas y caminé cientos de caminos. Y nunca salí en el diario. Y cuando veía una luz de una cámara me tiraba cuerpo a tierra. MIrá si me hacía conocido y me tomaban como ejemplo de “la nueva política”.

Menos mal que nunca fui, ni quise ser, famoso. Menos mal que, gracias a no ser famoso, nunca fui ejemplo para nadie. Ni modelo a seguir para ningún pibe.

Menos mal que tuve el decoro de, apenas cumplido los 25, dejar de militar en la juventud. Mirá si seguía y ahora, orillando los 40, pero con cara de pendejo, me seguían encuadrando en la Gloriosa.

No hay cosa más triste que se te caigan los modelos de tu juventud. Los ejemplos de militancia.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Mendieta,
Creo que no lo conozco personalmente, pero me asusta su texto. Me resulta tan pero tan fácil identificarme que me asusta.
Anyway, sigamos ladrando que para algo debería servir.
Un abrazo,

Ignatius

Ale dijo...

Uh Mendieta, sos muy groso, te leo siempre, tenés una pluma brillante.

Andrés el Viejo dijo...

Menos mal, porque si no no tendríamos a Mendieta.

Anónimo dijo...

Mendieta, seguí escribiendo.

Anónimo dijo...

Ignatius, no es el único que se asusta por lo que escribe Mendieta. A mí ya me pasó un par de veces, creo que pocas veces me sentí tan identificada como con la definición de la "mezcla de inconstancia y obsesividad" de la que habla en el post anterior. Como sea, está bueno identificarse con un perro popular.

Flavia

El Canilla dijo...

No te creas que se caen los modelos, flaco. Los militantes , que dejan a los 25 y retoman a los 40 ( y pico, como yo)sabemos que nunca nos interesó ser jetones. Sólo caminar el barro.
Y paga.

Tomás dijo...

Menos mal que hay blogs.

normis dijo...

a los jetones los vomitan dios, el diablo y la jp
tk mendieta

DanielGB dijo...

Mendieta me paso lo que a Ingatus y pienso lo que El Canilla y en eso estamos. Yo, cometi el error de bajar los brazos alla por los 90. Por suerte, nada se pierde todo se recicla y los JP de los 80 que nos guardamos en los 90 aparecimos ahora, mas viejos y mas convencidos.

Dos dijo...

Menos mal que hay mas bares que facultades

Camila dijo...

este post hizo que me re-amigara conmigo.