Aguantan la bandera desde hace mucho.
A veces el viento sopla de cola y, aunque hayan hecho los agujeritos con cuidado de no dañar las letras ni la cara, esa famosa cara, esa enternecedora y dura cara, y aunque los muchachos se agarren fuertes de los palos y los otros muchachos y las muchachas se agarren más fuerte aún de los tiravientos, pareciera que vamos a salir volando hacia el futuro. Arrolladoramente, sin frenos.
A veces al viento, ese viejo, ese guacho impredecible, se le da por rotar. Y empieza, primero como leve brisa, después aumentando y dale que viene el ventarrón, y choca de frente. Y soplan y resoplan, con el viento, los mismos de siempre. Soplan en los canales de televisión, en las páginas de los diarios, en las peluquerías, en algunos taxis y en algunos barrios, en algunas embajadas, resoplan. Y es ahí cuando cada paso, cada mínimo paso, hace doler la columna -a veces más grande, a veces más chica- y los brazos.
A veces alguno flaquea contra el viento en contra. Entonces la bandera se desacomoda, se tuerce, se torsiona. Hasta puede llegar a desgarrarse. Pero es ahí donde aparecen otras manos, otros brazos y otros corazones.
Más fuerza! Más juntos!
Esa bandera es memoria, sangre, lágrimas. Y es esperanza, lucha, alegría de vivir, rebeldía ante la injusticia.
Es una bandera pesada.
Pero un día, que es cada día, la vamos a llevar a la victoria.
8 comentarios:
Esta bueno Mendieta, lo felicito.
Saludos
Evita emociona y ud brilla a veces..
Templanza. Y seguir remando.
No es facil.
Justamente por eso sera honorable empujar.
Buen escrito.
Efectivamente, muy bien dicho: "algún día, que es cada día". Espléndido.
Un abrazo
Excelente Mendieta. Es duro pero ella confió en nosotros y no la defraudaremos
la idea no es ser un luchador incansable, sino estar cansado y seguir luchando...
seguiremos...
yo impondría derecho de admisión al uso de la bandera.
de lo menor q escribiste mendieta.
abrazo
normis
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