Hay un dato que hace rato anda dando vueltas por mi cabeza.
Alcanza con ir, aunque sea de pasada, a algún pueblo o ciudad un poco alejada de la Capital. Un poco nomás, alcanza: ponele Capilla del Señor.
Y el dato es éste: el símbolo por excelencia de la mejora económica relativa de los sectores populares durante los últimos años es la moto. Sí, la moto. No las Harley Davison o las BM que se ven en Panamericana. No, esas no. Las Motomel, las Honda Bizz. Las motitos. Cientos de motitos por las calles. Entrando a las fábricas temprano, en las puertas de las escuelas, dando la vuelta al perro por la plaza.
El signo bueno es que las motos están. El signo preocupante es que antes eran autitos.
Falta mucho por hacer aún.
7 comentarios:
No solamente es algo verificable en pueblos - en Tucumán son una peste y, detalle que confirma y respalda lo que usted describe, son en su gran mayorìa motitos nuevas (ya es medio raro ver modelos viejos, por ejemplo, la Zanella 50 o las Hondas C90 de las primeras).
No solo ésto representa el mejoramiento laboral, también significa que muchos de esos que consiguieron laburo ya pasaron a ser laburantes "motorizados" y con cierta seguridad en el empleo - las motitos se financian, por lo general no hay compras cash.
Puede que sean una calamidad en el tránsito y un peligro potencial pero, a la hora de los bifes es un símbolo de un mejoramiento económico para muchos, que desmiente "lo mal que estamos".
Saludos.
ram
Usted es joven, Mendieta (después arreglamos), pero si mira los noticieros del cordobazo va a ver cuántas motos se veían.
No, antes no eran autitos. Los autitos siempre fueron la segunda etapa de un período de prosperidad.
Saludos
Eso mismo pensaba yo anoche cuando veía pasar la caravana que acompañaba al equipo de Atenas, donde había más motos que gente. Y lo referenciaba con las fotos de los 60 y 70 donde las imágenes del Cordobazo y el Viborazo están llenas de motos que salían de las grandes plantas de Ferreyra y Santa Isabel.
Por ahí uno puede decir -como usted plantea- que antes eran autos, yo creo que otra diferencia es que antes el grueso de esas motos eran fabricadas en el país y no solamente ensambladas aquí. Esto creo que no es un dato menor.
muy buena observación mendieta
las motos son un símbolo de la recuperación del empleo y el salario
se podría agregar también un dato negativo: las motos son casi todas importadas o armadas acá pero con partes importadas
había un plan del gobierno para aumentar la fabricación de partes pero creo que por ahora no pasó nada
también es, entonces, un símbolo de
una estructura productiva que tiene más agujeros que un colador
abrazo
Hasta hace un tiempo, yo clasificaba a las clases sociales de mi pueblo en tres: alta, es decir, esposo con auto grande O km y esposa con autito, nuevo o usado; media, es decir, esposo con auto, generalmente usado, y esposa con bicicleta; y baja, es decir, hombre con bicicleta y mujer de a pie.
La explosión de las motos me han arruinado el sistema de clasificación darwiniano, pero las asumo como signo una clase baja en ascenso, gente que tiene un laburo un poco más estable que antes. Y, como dicen ahí arriba, en camino a ser, alguna vez, potenciales compradores de autos usados.
Es un síntoma de progreso, y de eso no me cabe duda. Es un síntoma de que hay una cierto mercado de crédito, y la esperanza más o menos cierta de pagarlos. También es un síntoma de que recién empezamos, porque el parque de autos usados no está creciendo ni remotamente tanto como el de motos. El que sí ha crecido mucho es el de los O km, porque los confiscados de "el campo" tienen realmente mucha guita. Es decir, tenían hasta que llegó la sequía, pero el efecto aún se nota.
Marcelo
Justo hace unos días, un mozo tucumano de un restaurant medio caretón, cuándo le pregunté cómo andaba Tucumán y qué se opinaba de este gobierno en general me contestó "Y, mirá, vos vas a Tucumán ahora, y ya no ves que nadie ande en bicicleta" ¿Y eso -pregunté- qué significa? "Y, que ahora la gente se mueve en moto, auto... andan bien!"
Tan mal viene el INDEC que ahora usamos el índice motomel.
Volvi de Tandil, en unos meses si los de la UOM no pasan con la cabeza de los dirigentes, no creo más en esa frase.
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