Dar la cara, poner el cuerpo

Bueno, basta. Fue.

Ese que está acá arriba, al lado de Mendieta, es Mendieta.
Los que los conocen, de esa vida que es otra vida y es la misma, lo llaman Abelardo Vitale.

Ustedes saben que hace rato ando meneando esta decisión de abandonar el seudónimo. A veces pienso que es lo correcto y a veces no. Supongo que, después de esto, algunas cosas -al momento de laburar o escribir- serán más complicadas. Espero que no demasiado. También supongo que algunas otras serán más sencillas.

Mi único temor es a la autocensura. El resto se verá, como siempre, con el terco caminar.

Quizás se pregunten por qué lo hago ahora. La respuesta es fácil. Hoy recibí un correo de Andrea, de Corral de Bustos, que dice esto:
"Seguramente les ha llegado a todos un documento (ya no lo es, es un manifiesto...) de parte de Iniciativa Popular. Un grupo que se organizó en el Sudeste Cordobés pero que tiene la mesa organizativa en Cba. Capital a través del GRAP un grupo de reflexión y acción política relacionada a radio nacional Cba. En el sudeste nos reunimos y formamos un grupo heterogéneo en su formación. Muchos de los integrantes son seguidores de los blogs, fue mendieta y la actualidad tan en vorágine la que nos hizo replantearnos el modo de acción".

Ese correo, lo admito, me llenó de orgullo. Pero también de responsabilidad. Y creo que los compañeros se merecen saber mi nombre, ver mi cara. Ya lo dije aquella vez: me gusta subir a los trenes cuando parece que todos se bajan.

Ahora bien, otra cosa. Mendieta no desaparece ni desaparecerá. Estoy contento con él, le debo muchos amigos y muchas satisfacciones. Y también la posibilidad, a través de la escritura, de haber enfrentado algunos fantasmas, visitado pliegues neblinosos y noches suburbanas.

Y este blog, así como fue hasta ahora, y lo será desde mañana, seguirá siendo escrito por él.