- Y desde cuándo le importan estos temas, ¿me puede decir?
- Desde hace poco, nomás. Digamos que antes las conocía de oídas y que me interesaban y hasta me divertían. ¿Vio que hubo una época en que estaba de moda que los gringos vinieran a pasear por las villas miserias y se organizaban tours “políticamente correctos” para rubitos comprometidos? Bueno: a mí siempre me pasó algo así pero al revés con el snobismo de los variados Palermos y su postmodernidad cool: iba a conocerlos como quién va de excursión y una mueca socarrona ante tanto pelotudo dando vueltas. Claro que eso no quitaba mi admiración ante la belleza de algunas cosas y algunas chicas que pululan por ahí ya que, por cierto, como dice un reciente amigo que tiene el don de la ironía, a veces me agarra el “peronismo chic”.
- Algo así como un Jorge Asís.
- Ufff, me quedo con su sarcasmo y paso con sus gustos estéticos, que como bien él dice, caída la ética, es casi todo en este mundo tan contemporáneo.
- Muchas vueltas pero no me dijo por qué le importan el diseño, los artesanos o los artistas.
- Escuche, le leo un párrafo de la nota de Sandra: “porque la versión lavada de política de las artes plásticas y sus sucedáneos, como el diseño, es también una versión de las artes plásticas cuyo sentido llegó acompañado de millonarios que bendicen museos y personalidades hipernarcisistas”.
- Ajá..¿y eso qué tiene que ver con usted?
- Podría decirle que todo "discurso" es público y, por ende, político y por lo tanto me interesa. Pero la verdad es que trato de aprender, entender y, con mucho esfuerzo, sacarme varios prejuicios que arrastro desde siempre. Y lo hago porque me importan las cosas que les importan a los que están cerca y quiero. Y porque me jode ver que el vacío, el individualismo, la desesperación por la fama y cierta impostada languidez es hoy un pasaporte para el éxito en estos círculos y, vamos, en casi todos.
- Ya entendí. Lo hace por una mina. O sea, por mero pragmatismo, je.
- Si usted quiere decirle pragmatismo, digaló. En todo caso expresa su manera de pensar. Que notable que para mí sea todo lo contrario que para usted. Casi, si me apura, hasta lo podría llegar a llamar amor. Pero ya sabe, soy muy reservado con esas cosas.
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