- ¿De verdad me lo dice?
- Absolutamente. Ya dije una vez que siempre hablo en serio, en especial cuando se piensan que hablo en joda.
- Pero eso linda con la paranoia.
- Puede ser. Lindante con la paranoia por el frente, pero por el fondo es limítrofe con el miedo a la decepción, nomás.
- Mmmm, no me cierra del todo. Sería tan amable de repetirme su teorema, por favor. A ver si la cazo.
- Por supuesto. Ahí va: “Para Mendieta, el nivel de expectativas acerca de X figura política es inversamente proporcional a su consenso en los medios de comunicación masiva”. En la formulación pongo “figura política” como para hacerme el mediático, vio, pero vale para cualquier tópico. Jugadores de fóbal, por ejemplo.
- Insisto. Es muy paranoico lo suyo. O sea: si muchos salen a hablar bien de alguien, ¿automáticamente a usted deja de parecerle bueno?
- Automáticamente no. Le dije que era inversamente proporcional. Digamos que me va pareciendo menos bueno a medida que escucho que más y más hablan bien de él. Eso sí: cuando el consenso es total, a mí me agarra como una urticaria en la panza y me empiezo a preparar para el futuro.
- Cada vez le entiendo menos. Póngame un ejemplo, dele.
- Le pongo. Obama.
- ¿Obama? ¿Y qué tiene con Obama?
- Lamentablemente no tengo nada. Ni fu ni fa. O sea: me gustó su campaña, linda, moderna, cool. Traté y traté de subirme a la ola de todos mis amigos progres que se emocionaban con sus discursos viéndolo por CNN desde Buenos Aires y me decía a mí mismo: “Sí, se puede!”. Pero no podía. Me parecían discursos muy correctos, tan correctos que le caían bien a todos. Por suerte estaba militando por él nuestro amigo Patricio, lo cual me simplificó mucho tomar la decisión de por quién hinchaba en las elecciones: yo siempre hincho por mis amigos.
- Ajá, típico de un populista. Decisiones sustentadas en sentimentalismos e irracionalidades.
- No se zarpe. Lo típico de los populistas es que nos hacemos cargo abiertamente de eso. No como otros que se la dan de científicos para sostener lo buena que está la vecina del piso de arriba.
- ¿Y usted cómo sabe que está buena mi vecina de arriba?
- Vio. Siempre hay una vecina que está buena si ponemos voluntad y pasión. Pero volvamos a Obama. La semana pasada el tipo asumió. Y acá le dedicaron elogiosas columnas de opinión desde La Nación hasta Página/12. Ni hablar de Crítica, que parecía que la redacción entera se había mojado los calzones, perdone la vulgaridad de la expresión.
- Está medio chabacano, sepa.
- Es la onda del verano, no lo puedo evitar. Pero espere que termino: ahora que todos, absolutamente todos los medios masivos hablan bien de Obama, a mí me da por desconfiar. Entonces me pongo medio reservado y espero. Lo que es inexorable es que, si el tipo decide hacer algo, sea lo que sea, algún medio lo va a salir a putear. Y ya me estoy imaginando la tapa de Crítica: “Nos equivocamos como con De la Rúa”. Claro, eso después de que se fuera De la Rúa.Y De Santibáñez. ¿Se acuerda de De Santibáñez? No sé, ¿por qué habré relacionado Lanata con Santibáñez?
- No se haga el piola que le queda mal. Igual creo que lo entendí. La pregunta es: ¿le pasa lo mismo cuando es al revés? O sea: si todos los medios hablan mal de alguien, ¿a usted le cae bien?
- Que buena pregunta. Me acabo de dar cuenta de por qué sigo siendo oficialista. Renegau, pero oficialista. Perdón que me retire, pero tengo que ir a escribir un post. Nos está faltando mucha pero mucha letra con Mirta Legrand de jefa de la oposición.
8 comentarios:
Me deja firmar al pie, Mendieta?
Mendieta; a mi pasa lo mismo que Ud. (y esto no es un bolero).
Con los políticos por que si los medios lo elogian mucho es por que algo de estashbliment deben tener, sino minga lo van a bancar.
Y con los jugadores de "fobal" igual, de hecho me pasa con Messi, no digo que sea mal jugador, pero me tienen las b.... al plato los elogios permanentes de los periodistas. Por eso: AGUANTE CARLITOS TEVEZ!!! un crack con menos prensa.
¿Volvió Tato?
Me gustaba más el otro zampaboya, el de las papas fritas. Porque era más sencillo saberlo enemigo.
Já! Me encantó.
Yo también utilizo el criterio con cierta frecuencia, si bien me da un poco de cosa reconocerlo porque denota un poco de "pereza mental".
Por ejemplo para un primer análisis de un hecho o personaje nuevo lo mas seguro es ver que dicen los cagatintas del diario de la oligarquía y cambiarlo de signo: Grondona y Solá no se equivocan, están siempre contra el pueblo.
No me pasa exactamente lo mismo, pero claro, donde vivo los medios masivos nacionales que nombrás, no están tan presentes en lo cotidiano (aunque cada vez en mayor medida) Acá más o menos se sabe a quien responde el canal de aire y la radio provincial, lo mismo que los dos diarios, por eso no puedo ser tan ingenua. Pero si me siento totalmente identificada con lo de "decisiones sustentadas en sentimentalismos e irracionalidades". Y me hago cargo. Cuando, por ejemplo hay un "voto no positivo" por mi cantante favorito, el tenor Juan Diego Flórez, no puedo razonarlo, solo me duele. Y peor, me duele mucho más si viene de alguien que también aprecio. Si, populista hasta las manos, que se le va a hacer. Aclaro que puse el ejemplo de la música porque a los políticos de acá no los junan allá. Saludos Cipoleños.
Comparto,no hay que ser ingenuo, amigazo.
Obama es un representante más del poder. Si algo puede esperarse es que el tipo logre algún cambio en la interna de su país, que mejore algo las condiciones de vida de sus propios desposeídos.
Nosotros los que estamos al Sur del Rio Bravo, dependemos de nuestra propia fuerza. Si hay viento de popa hay que aprovecharlo y si no, hay que seguir remando.
Totalmente de acuerdo Mendieta, y yendo a lo mas peque;o, tan malos son encima los periodistas que cuando atacan a alguien, siempre me pongo del lado del entrevistado (aunque admito que hay que tener cuidado). Sera que la relacion con los medios es tan desigual que es solo cuestion de ponerse del lado de los debiles?
saludos bandoneonistas,
Laura
PD: tambien estoy del lado de Tevez
Publicar un comentario