20 diciembre 2007

Recuerdos personales del 20/12

El Licenciado Baleno, la última revelación blogger, escribe aquí sus recuerdos de la jornada del 20 de diciembre de 2001. Es muy interesante su posición, incluso me ha hecho reflexionar y hasta recular con algunos de mis epítetos de ayer contra los asambleístas. Uno es así, me pueden tirar con la biblioteca entera de Alejandría y no me mosqueo, pero me tiran un Racing campeón y bajo todas las defensas. Como sea, me hizo recordar.

Noche del 19: Laburaba en el Congreso Nacional y esa noche estábamos cenando en el bodegón de Yrigoyen y Combate de los Pozos. De la Rúa acababa de dar su mensaje por cadena oficial anunciando el estado de sitio y ya había como mil bolazos dando vuelta sobre saqueos, golpes y la mar en coche. A eso de las 21, escuchamos las primeras cacerolas y un compañero dijo “uh, se cayó la estantería en la cocina”. Al rato, mientras los teléfonos celulares sonaban todos juntos y recibíamos noticias de Colegiales, Palermo, Caballito y Lugano, empezaron a llegar al Congreso los primeros manifestantes. El “que se vayan todos” todavía no sonaba.

Dejé el churrasco por la mitad y salimos. Un par de diputados que estaban con nosotros (aún siendo opositores consecuentes al gobierno) pusieron cara de susto. “Esto se va al carajo mañana a más tardar”.

La gente llegaba de todos lados. Hasta que alguien gritó “a la Plaza, todos a la Plaza”. Y allá fuimos, con la marea. En el camino Beto y Eulogia inventan el hit de la noche: “Que boludos, que boludos, el estado de sitio, se lo meten en el culo”. A los dos minutos lo cantaba toda la Avenida de Mayo y nosotros estábamos orgullosos de nuestros poetas. A eso de las 3 de la mañana tiraron gases y hubo desbande. Con mi mujer volvimos a casa y de ahí a lo de nuestros suegros: llevábamos el poder y el pasaporte para que la nena pudiera salir del país con ellos. Ella, que tenía un año, dormía en la cuna con su camiseta de Racing puesta.

¿Saben qué? Había mucha paranoia entre nosotros. Si había golpe militar, estábamos en un problema. Si De la Rúa retomaba el mando vía represión en alianza con las FFAA, estábamos en problemas también. Un par de días antes, compañeros de la CTA nos habían instruido en el arte de pegarse el palo: pasaporte y un canuto de guita. Dólares mucho mejor. Por las dudas, teníamos una cita pautada en Colonia.

Mañana del 20: Llegamos al Congreso a las 8 de la mañana. Ese día fue la primera reunión de lo que luego sería el Interbloque ARI-FG Autónomo. ¿Te acordás yynada? En la esquina de Combate de los Pozos había combate. Los pibes avanzaban con gomerazos y la Infantería sacudía con gases. Una de las bombas cayó en el hall del anexo pero no explotó. Todo era un caos. Nosotros tratábamos de armar un estado de situación en la sala de prensa, los diputados llamaban al Ministerio del Interior para que detengan la represión en Plaza de Mayo. No contestaba nadie. Se decide lo siguiente: una parte de los diputados se quedaba en el Congreso tratando de hablar con alguien. La otra parte marchaba a la Plaza. Me tocó acompañar. Fuimos en subte.

Llegamos a eso de las 9. Había relativamente poca gente, la inmensa mayoría pibes que sacudían las rejas frente a la Pirámide. Durante la noche habían encanado a decenas de personas, trasladadas a la Primera. Los diputados lograron pasar la valla para ir a entrevistarse con Servini de Cubría y yo cometí el error de quedarme ahí, al lado de la reja. Había vuelto al periodismo en un instante, sin pensar. A eso de las 10, Infantería hace el cambio de guardia y un chaboncito trajeado y con pin en el saco llega con órdenes. Ahí se prenden los motores de los hidrantes. Algunos nos apiolamos que iban a reprimir, pero el resto no nos creían. Me acuerdo como si fuera hoy, una mujer con su hijo de 10 años tratando de hacer la Gran Gandhi sentándose en el asfalto. Le grité que no fuera pelotuda y que sacara ya al pibe de ahí. Una bandita de pendejos se envalentonan con el ruido de los hidrantes y sacuden un par de piedrazos. Era lo que estaban esperando. Corren la reja y avanzan.

Rajo por San Martín, o Reconquista, no me acuerdo. Los cascos de los caballos de la Montada suenan a metal. Una granada de gas lacrimógeno me estalla a menos de un metro y me deja grogui. El muchacho del caballo aprovecha para enseñarme que cuando te pegan con el palito duele. Un hombre me agarra del brazo y me va llevando: “tranquilo, pibe, tranquilo”. Yo no podía abrir los ojos del gas, me estallaban. Ese tipo me saca un par de cuadras, para en un bar de Rivadavia, pide un limón y me riega la trucha. Sabía lo que había que hacer. Se despide diciéndome: “suerte, flaco”. Nunca le vi la cara ni pude agradecerle. Me lo imagino cincuentón y delegado sindical de los telefónicos.

Después me lavo la cara. Mis compañeros del Congreso me llaman al celular para saber si estoy bien. Tardo un par de horas en volver, porque se me da por hacer ejercicio. Esa tarde renuncia De la Rúa.

A la noche, ya en mi casa, veo por televisión todo lo que había pasado. Y me asusto, mucho, por primera vez en el día. Somos hijos de la imagen.

Ah, y a vos "Anónimo Bostero" que comentás en Ramble Tamble: andate a cagar.

13 comentarios:

manolo dijo...

Mendieta
No sabia de la vena poética de la Eulogia. ;-P
Algún día se deberá desenterrar los verdaderos “planes de Contingencia” de Verano del 2001/2.
Un abrazo

Lic. Baleno dijo...

Obrigado. Pero su posteo me hizo pensar "que diferentes se ven las cosas en el llano", usted analizo 38 alternativas que a mi ni me ocurrieron.
Yo el unico plan de contingencia que vi fue el de un funcionario muy menor, pero muy menor, del radicalismo (hoy en Costa Rica donde hips dont lie no se si me entiende...)que sacaba guita a new york via uruguay.
Eso si, cacerolero no era. A lo mejor por eso le tome cariño al que le daba a la champañera. A ese seguro que lo habian embocado.

PEPE BIONDI dijo...

mendieta, yo tengo 2 recueedos, uno del 19 fue el dia mas alegre, ver a la gente salir a la calle, yo me acuerdo que estaba en mi casa, me puse cualquier cosa y fui para la plaza(lo pase a buscar a mariano F) la gente no se iba, se bancaba los gases, el otro del 20 yo trabajaba en la legislatura y salimos a eso de las 11 cuando vino la cubria y hasta que empezo la represion grosa no nos ibamos...varios recuerdos, uno: volver a refugiarnos a la legislatura, y en la puerta estaba Cristian Caram, y le deciamos que los radicales siempre se iban matando gente, nos miraba y no entendia nada, hoy volvi a ver unas imagenes, parecia las peliculas de saigon...autos quemados..
dejo de escribir porque me tiembla la mano, de la rabia y el recuerdo

Tavos dijo...

pone la piel de gallina su relato, Mendieta
nunca me hubiera imaginado lo del pasaporte, el miedo a que salgan con las ffaa
las cosas de haber nacido en democracia, no?

yo el 19 estaba tratando de festejar mi cumpleaños
cumplía los 18 años ese mismo 20 que quedará en el recuerdo
no tenía mucha noción de lo que pasaba porque estaba en lo de un amigo, muy desconectado
a la mañana siguiente, comprendí realmente cómo venía la mano y quise salir disparado para la plaza
tantas ganas de movilizarse y era el momento
y cuando estoy por salir en la tv empiezan a mostrar la represión, palo y palo, gases, corridas, sólo quedan algunos que tiran piedras y reciben más palos
y quedé como espectador, viendo como el país se derrumbaba por televisión

un abrazo grande!

walter besuzzo dijo...

Mendieta dos cosas: compartiendo lo que escribi en lo de Artemio ,lo de la imagen es así llame por telefono a mi casa desde un publico y mi hermana me preguntó ¿walter no estaras ahi donde supongo que estas,que estan transmitiendo por television?,no a mama no le aviso que estas bien porque se va enterar que andas por ahi y dijo que no queria ver la tele y llamalo aJuan Manuel que pregunta donde esta la madre...
Segundo;como insiste con lo de REacing
un abrazo y al anonimo bostero si quiere se lo llevo yo al baño

Musgrave dijo...

En esa epoca yo laburaba en el edificio que esta en la ochava frente a la plaza. La muni no, el otro.
Temprano cuando empezó a juntarse gente en la plaza, nosotros veíamos desde la ventana. Desde un septimo piso la vista es panoramica.
Mi jefe, el gran Ozzy, no se pudo contener, se saco la corbata y el saco y nos dijo "yo tengo que estar ahí en la plaza".

Nosotros nos quedamos.

Despues se armó la que se armó. Empezaron los palos, la montada y los gases.

Los gases se filtraban por los vidrios. Decidimos irnos.

Para salir se abrió una salida de emergencia que da sobre la calle San Martín.

La calle era una campo de batalla. Las granadas volaban. La gente corría y los caballos atrás.

Salimos. Por suerte, no nos pasó nada. Sólo un poco de irritación en los ojos.

Ozzy que había vuelto a entrar y ahora estaba con nosotros, me dice "pibe esto es histórico, vas a ver. No te lo vas a olvidar".

Rafa dijo...

Mendieta:
No sé si leyó el viejo post que le mencioné antes, este asunto me provoca pensamientos y sentimientos encontrados. Hay algo que omití ahí: mis respetos y mi total solidaridad con las víctimas de la represión, y mi condena de los responsables.

Un fuerte abrazo.

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Buenísimo.
Saludos

Andrés el Viejo dijo...

Qué buena crónica, Mendieta. Pero no gaste dos líneas con el Anónimo Bostero. No las vale ni para mandarlo a cagar.
Saludos

Leo dijo...

Muy bueno el relato. Yo recuerdo haberlo vivido mirando los echos desde la ventana de un banco de la calle Esmeralda. Salir del centro fue toda una odisea, caminando (y a veces corriendo) entre manifestantes y carros de la policia.

L! dijo...

Mantengo más o menos lo que dije en el 2005:

http://ysinofueraasi.blogspot.com/2005/12/19-y-20.html

Saludos,

Alberto dijo...

Mientras vosotros os fundís en los recuerdos, yo pasaba para dejar un saludo de fin de año.

¡¡¡Felíz Año Nuevo!!!

Andrés dijo...

Buen relato, Mendieta.

Recuerdo que estaba en el diario, en medio de discusiones porque el título de tapa de esa tarde fue un textual de no recuerdo quién que decía: "De la Rúa no renuncia". Orden de los altos mandos. Igual que un mes antes, cuando habían titulado "Signos positivos en la economía". Ambos deberían figurar entre las grandes pifiadas periodísticas de los últimos años.

Recuerdo también que esa tarde mi vieja me llamó llorando al diario para ver si tenía la lista de muertos. Mi hermana estaba en la Plaza y mi vieja creyó ver, por tele, a su novio entre las víctimas. Al final no fue así y el pibe estaba bien.

Un saludo, Mendieta