19 diciembre 2007

“El poder no es algo que hay que tomar”: ¿Lo qué?


La contratapa de Página/12 de hoy trae ésta columna de Rubén Dri. Filósofo, teólogo, docente universitario. Fue sacerdote del Movimiento Tercemundista. Uno lo respeta e incluso se coló alguna vez a escuchar sus clases allá en Marcelo T. Tiene una trayectoria por demás meritoria en el campo popular. Sin embargo, y por si les da fiaca entrar y leer todo, hoy se despacha con frases como estas:

- “¿Cuál es el aporte fundamental de la pueblada del 19-20 de diciembre de 2001? Es una nueva manera de disputar el poder que podemos denominar el “método asambleario”. En la concepción anterior del poder, éste se disputaba mediante el partido o la organización previamente formada que dirigía las luchas populares. La puesta en marcha de esa concepción tuvo logros y fracasos, hasta mostrar su agotamiento con la derrota de los movimientos revolucionarios del Tercer Mundo y la caída del denominado “socialismo real”.”

- “Se replantea entonces…el problema del poder de otra manera. Antes se lo quiso tomar mediante la organización revolucionaria previamente organizada, ahora se lo quiere construir mientras se camina. Es el método asambleario. Es lo nuevo…”

- “El método asambleario supone, en primer lugar, que el poder no está en ningún lugar, que no es algo que hay que tomar. El poder no es. Las cosas son. El poder se construye al mismo tiempo que se construyen los sujetos, es decir, las relaciones intersubjetivas que son relaciones sociales”.

- “El gran desafío, la gran deuda, que tienen por delante los movimientos asamblearios de diverso tipo que circulan por el país es la superación como organización política que se ponga a disputar en serio el poder mediante su propia construcción del mismo”.

Lo primero que piensa Mendieta es que se compró un diario viejo. Lo segundo es, parafraseando a Norman, dejar de lado las parábolas: ¿De qué carajo estás hablando Rubén?

Primero: Si algo quedó claro de la experiencia de las “asambleas” es que no basta con reunirse en una plaza para que los reclamos tengan el carácter de “público”. Mucho menos aún, que sean populares. Convengamos que reclamar algo tan privado como tus ahorros no te puede dar chapa en defensa de “lo público”. (ya sé: las asambleas que quedaron no reclaman por el “corralito”. Pero ese es su sesgo fundacional, les guste o no.)

Segundo: ¿De verdad se creen que el poder no está en ningún lugar? ¿Que no se toma? No veo mayor funcionalidad a los poderes instituidos (fueran cuales fuesen) que negarles su existencia (poniéndonos religiosos: la mayor trampa del Diablo es hacernos creer que no existe. En eso hay un acuerdo estratégico con Dios).

Tercero: Viene a mi mente un recuerdo de marzo de 2002. Estábamos reunidos varios dirigentes y compañeros del Frente Grande que, en diciembre de 2001, dos semanas antes de la caída de De la Rúa, habíamos decidido romper definitivamente con la Alianza (no, Artemio, Ibarra no estaba entre nosotros). La cerrada defensa del movimiento asambleario la encabezaba alguien que luego llegaría a Ministro de la Nación y luego se dedicaría a perder elecciones en un par de distritos. Ese día, lo crucé con el argumento que acabo de exponer acá arriba en “Primero”. “Más que un discurso brillante, acabás de hacer un discurso brilloso, pero estás cegado por el brillo de la moda. No puede ser que esto sea una revolución. ¿Dónde se vió una revolución que pida “devolución”?.

Me miró fijo un par de minutos. Creo que me gané su respeto esa tarde. Pero si me hubiera callado la boca, capaz que Mendieta hubiera conocido el mundo un par de años después. Que lo parió.


ACTUALIZACIÓN: Gracias Escriba y Hal por las correcciones. No hay que escribir post post vino. Salvo que seas un Merleau-Ponty. Y no.

19 comentarios:

Musgrave dijo...

Se acuerda Mendieta que por esa epoca venía un gringo marxista, no me acuerdo el nombre, que salía de gira con Zamora diciendo que para cambiar el mundo no hace falta tomar el poder????

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

"Brilloso"... grosa esa frase. Igual le digo: está muy metido en la blogósfera, porque puso "Mariano T" en lugar de "Marcelo T"
¡Qué lo parió con estos discípulos de Holloway!!
Saludos

Mendieta dijo...

Uhhhh., es verdad escriba. Ahora lo dejo como un lapsus blogoe

Rafa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rafa dijo...

Musgrave, ese John Holloway que menciona Escriba es el tipo que vos decís, anduvo de vuelta por acá hace poco al igual que Toni Negri. Evidentemente siguen encontrando oídos atentos como los de Rubén Dri. Les vendría bien leer esto.

Qué bueno su post y sus recuerdos, amigo Mendieta. El futuro ministro y perdedor electoral, ¿habrá sido uno de iniciales DF?

Un abrazo.

Mendieta dijo...

Pero que buena está la nota del tío Casullo, Jorge. POsteéla algún día.
Y no, no era DF que siempre fue peruca, je. Más bien un RB, fornido y musculoso intelectual. Buen escritor. Mejor contador de anécdotas.

Unknown dijo...

Busco y no encuentro con que fundamentarlo, pero porqué todos los tipos que vienen de la iglesia son terreno fértil para ese chamuyo toninegriano: desde Chiapas, los sin tierra, acá el mOCASE y ellá desde lejos, dicen que la gente de Gualeguaychú también, pero estoy en gualeguaychú y me crucé con un par de asambleístas más interesados en hablar con Busti que en construir contrapoder, qué se yo...
Muy bueno el post, Mendieta.
Estaba medio desaparecido ud los últimos días.
Saludos.

Rafa dijo...

Mi amigo, esa nota ya la posteé hace rato, fíjese aquí. No lo puse antes para que no digan que uno se hace autobombo, vio?

¿RB? Me dejó pensando.

Un abrazo.

manolo dijo...

Mendieta
Brillante análisis sobre los personajes y teorías “brillosas”
No voy a agregar nada mas sobre el critico de los “ateos productivos”, se que es capaz de venir a buscarme. ;-P
Pero quiero preguntarle algo, ¿es casualidad que estos intelectuales se olviden de los cañones de Lasalle?
La teoría hace agua frente a un Pinochet o un Rojas, o para compensar, un Deng en Tien An Men.
Un ejemplo de Espíritu Cívico, el que se paro frente a los tanques, lastima que dieron la orden de reprimir desde el Poder.
Como decía Jauretche, la Periferia no es el Centro, trasladar los modelos acríticamente es una zoncera.
Un abrazo

Mendieta dijo...

Vio Hal. Le vengo diciendo: necesitamos un ombudsman como usted. Ahora corrijo. Abrazo

Anónimo dijo...

Mendieta,
Totalmente de acuerdo, algo parecido me paso cuando la leí.

Aunque creo que es un poco injusto con lo de la "devolución", no solo por las asambleas que quedaron en pie despues, sino por lo que efectivamente estuvieron en la plaza hasta el helicoptero.
No imagino muchos ahorrista haciendo el aguante a la montada, de hecho no hay ninguno de ellos entre los muertos y no se explica porque militantes con experiencia en represion callejera serian blancos mas faciles que ahorristas debutando en la protesta, lo que me lleva a suponer que el 20/12 en la plaza no estaban estos últimos, que optaron por quedarse en las esquinas de sus barrios con las cacerolas.
Pero ya que pensamos en vos alta, da la sensación de que todos los relatos sobre la expontaneidad asamblearia de esas jornadas ocultan que la base de la resistencia callejera a la represion estuvo en quienes se sumaban desde organizaciones politico-sindicales-sociales preexistentes, de allí que quienes cayeron bajo las balas sean militantes de trayectoria (como Pete Almiron o Gastón Riva del SiMeCa).
Entonces el poder se "construye" sí, construyendo la organización capaz de conducir al pueblo a su conquista... (:-D
PD:si va a tirar tantas pistas ponga el nombre del rosarino y ya...

Primo Louis dijo...

Bueno perdón, pero yo no estoy tan en desacuerdo. El poder no se tiene, se ejerce como dijo alguien un poco más conocido que yo. No basta con ocupar la presidencia para tener el poder y en este dia Fernandito deberia servirnos de recordatorio. El poder es relación y es reconocimiento. Después uno puede pensar otras cuestiones pero el poder no es un lugar, claramente, y la resistencia es una prueba de que poder (mayor o menor) hay en todos lados. Por eso el poder se construye y una institución puede estar vaciada de poder. ¿o el poder es una esencia?
Vamos, que no hace falta ser Foucault para decir esto...

manolo dijo...

Opinador
Por lo que recuerdo, la noche de la Ley Marcial, que es lo que implicaba el Estado de Sitio; el desparramo estaba en el Conurbano.
Cuando se vio por TV que las Masas pequeño burguesas “ocupaban” el espacio del Poder, el grueso de los Activistas comenzaron a ir hacia la Plaza.
Esta simple imagen debería refutar a Negri & CIA, la simple ocupación pacifica ya es un desafió.
Denis Merklen tiene un trabajo muy piola sobre los asentamientos, que me parece que tiene relación con el tema.
http://www.nuso.org/upload/articulos/2599_1.pdf
Toda la parafernalia Asambleísta tiene sentido cuando el Estado no te reconoce.
Con el reconocimiento como interlocutor valido cambian las relaciones de Poder.
Afuera y adentro, a la Asamblea solo le queda la Potestad de Confirmar o Rechazar.
Un abrazo

Rafa dijo...

Perdón por la digresión, Opinador me hizo caer... RB es aquél a quien el Perro Verbitsky definió como "un pavo rostizado a la lámpara solar", je.

Una pequeña corrección, DF no fue siempre peruca, hizo su primeros palotes en la vieja Fede.

Abrazo.

Lic. Baleno dijo...

Cuando lei lo de Dri busque la fecha porque si, parece escrito hace años. Despues me sono a toninegreada. Y bue...

Andrés el Viejo dijo...

No voy a meterme en todos los temas porque son muchos y porque estoy bastante de acuerdo.
O sea, no me trago el cuento autonomista ni el asambleísmo.
Pero hay algo de miga en lo que dice Dri. Como apunta Primo Louis, el poder no es una cosa que está ahí, que la tiene alguno y viene otro y se la saca. El poder es un entramado de relaciones sociales jerarquizadas. La cuestión no es "tomar", sino establecer un nuevo sistema de jerarquías.
Lógicamente, el acto de reemplazar un poder por otro (lo mismo da que sea un cambio profundo o que deje intocadas la mayor parte de las relaciones de poder en la sociedad) se manifiesta en la "toma" de determinados lugares. La mayor carga simbólica está, desde luego, en la sede de la máxima autoridad estatal. Pero también, y a veces estratégicamente es lo más importante, se toman medios de comunicación y transporte. Recuerden los golpes militares de los años 50 y 60. Lo primero que hacían no era dirigirse a la Casa Rosada, sino a la vieja Central Cuyo, de Entel, que permitía el control de todaas las comunicaciones y de las emisiones de radio. Pero los objetos y lugares que se pueden tomar no son el poder, sino algunos de sus instrumentos.
Saludos
Andrés el Viejo

Anónimo dijo...

Me acuerdo que en 2002 liquidé una discusión con un amigo de izquierda, que estaba muy entusiasmado con las asambleas capitalinas, sugiriéndole la consigna de la etapa: "Todo el Poder a las Asambleas de Consorcio"

Martín dijo...

El mismo día en que Bergoglio pisa la alfombra roja, Página publica el evangelio según Dri, que no escapa a las de la ley: "la Iglesia ama la pobreza porque es cristiana, es decir, es la cualidad de los esclavos" (Alejandro Rubio). No quisiera ser reduccionista pero a veces pienso que de todas las izquierdas, la única que no parece haber fracasado, sino, simplemente, haber sido derrotada regando con sangre de mártires la patria, es la izquieda cristianuchi. Sólo comprendida por una lectura de la historia interna del clero, pero sobre la que no pesa una mirada crítica, claro, salvo el León herbívoro, padre de la criatura que le explica el mundo a Macri y cuya unión intelectual sobrevive en el espanto a la Santa Madre. Pero llevando al extremo la premisa de Rubio, a esta altura, empiezo a desconfiar incluso de esa versión arcillosa de las letras sagradas también. Incluso Mugica (de quien leí uno de los mejores libros de los años setenta, DE y no SOBRE esos años, ya que ése éxito editorial corrompe la mirada), pero digo: no hubiese pensado esa estupidez de las asambleas.

Alberto dijo...

Podría ser que el problema con que se enfrenta Dri es que con la desnaturalización de los límites que definían las clases sociales, se pierde un poco de vista que el estado es el estado que maneja una clase hegemónica y que toma del poder, en el sentido revolucionario, es el reemplazo de esa hegemonía. Toni Negri, que en su época escribía excelentes análisis al respecto, incluido un libro con Guatari, tiene en general ese problema. El buscar por fuera es mas bien el tratar de construir algo paralelo al estado, lo cual no es lo mismo, pero ahorra plantearse el problema mas importante: el instrumento que va a hacer posible la toma del poder. Luckas hizo uno de los estudios mas importantes al respecto hace casi 90 años, pero hoy en día es poco probable que alguien lo tome muy en serio.