También sería saludable haber encontrado alguna referencia -aunque más no sea un pirulo- en Página sobre las repercusiones (entre ellas las de Pérez Esquivel) sobre la increíble comparación de CFK entre goles secuestrados y desaparecidos. Saludos,
Le agradezco el link, no lo había visto. Si advierto que llega casi una semana después, parece una chicana y estoy lejos de querer hacerlo. Y parece que soy anti-Página, y no lo crea: simplemente me indignan aquellos que aceptan cualquier sapo (como Carlotto en este caso). Por lo demás, la situación de los medios periodísticos nacionales me parece patética (y me apena y la sufro como periodista), pero también rechazo la soberbia kirchnerista para con los laburantes de los medios(que también sufro). Saludos cordiales.
Lo entiendo. Y sabía (no me pregunté por qué, supongo que olfato) que no había chicana. Habrá visto ud. que siempre trato de no caer en ese error de meter a todos en la misma bolsa. Vamos: que mitad de mi corazón es periodista.
También sería saludable haber encontrado alguna referencia -aunque más no sea un pirulo- en Página sobre las repercusiones (entre ellas las de Pérez Esquivel) sobre la increíble comparación de CFK entre goles secuestrados y desaparecidos.
ResponderEliminarSaludos,
Oia...aca tá: http://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-130542-2009-08-25.html
ResponderEliminarSaludos también,
Le agradezco el link, no lo había visto. Si advierto que llega casi una semana después, parece una chicana y estoy lejos de querer hacerlo. Y parece que soy anti-Página, y no lo crea: simplemente me indignan aquellos que aceptan cualquier sapo (como Carlotto en este caso).
ResponderEliminarPor lo demás, la situación de los medios periodísticos nacionales me parece patética (y me apena y la sufro como periodista), pero también rechazo la soberbia kirchnerista para con los laburantes de los medios(que también sufro).
Saludos cordiales.
Lo entiendo. Y sabía (no me pregunté por qué, supongo que olfato) que no había chicana. Habrá visto ud. que siempre trato de no caer en ese error de meter a todos en la misma bolsa. Vamos: que mitad de mi corazón es periodista.
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